Ross se sacó los boxers y se metió a la tina. Se sentó frente a mí. Y luego se lanzó a besarme.

Gemí al contacto de su cuerpo desnudo contra el mío.

Sus manos empezaron a recorrer todo mi cuerpo. Tocándome por todas partes mientras me besaba salvajemente.

-Ross-gemí.

Seguí besandolo y me fuí poniendomé sobre él. Lo empujé contra la pared.

-¿Qué haces?- me dijo.

Me arrodillé en la bañera. Lo miré a los ojos, luego bajé la mirada a su miembro y volví a mirarlo a los ojos.

Él entendió lo que pretendía hacer.

Se pasó la lengua por los labios. Y lo siguiente que ví fue como Ross cerraba los ojos y gemía al sentir mi boca alrededor de su pene.

-¡Oh nena!- dijo Ross echando la cabeza hacia atrás.- Sigue porfavor.

Comencé a chuparcela lentamente. Ross sabía delicioso, cada parte de él.

Con una mano empezé a sobarcela mientras mi boca seguía haciendolo gemír.

Ross empezó a mover las caderas pidiendo más y más.

-¡Si! Eso se siente rico, amor- dijo entre gemidos.- Más fuerte _______.

Empezé a succionar más rápido y profundo.

Ross me agarraba del cabello y tiraba de él sin hacerme daño.

-Cómeme como si fuera la última vez que lo pudieras hacer.

Lo saqué de mi boca por un momento, pero continué estimulándolo con mi mano.

-¿Porqué tendría que ser la última vez?- pregunté confundida.- ¿Ross tu piensas.....

-¡No!- detuvo mi mano y cogió ambas.- Nunca rompería contigo. No podría. Eres todo para mí...todo.

-¿Entonces porqué...

Me cojío el rostro con sus manos.

-Fóllame hasta que no pueda respirar- me dijo.

Lo besé fuerte y volví a su pene. Lo besé, lamí y chupé. Me encantaba su sabor, sabía a gloria y a Ross.

Pasé mi lengua por la punta de su miembro y dí vueltas a mi lengua en la punta de su pene.

-Oh voy a correrme-dijo Ross.- Para si esque no quieres que lo haga en tu boca.

Lamí su punta y luego se la mordí despacio.

Con esto último Ross se corrió en mi boca. Me tomé todo su semen mientras que él gritaba y gemía descontroladamente.

Subí y me senté sobre él para poder besarlo. Encontró mis labios y los lamió, probando su propio sabor.

Sonrió un poco con los ojos cerrados mientras el orgasmo terminaba con él.

-Sabes genial ¿verdad?- dije sin pudor alguno.

-Tu sabes aún mejor-me respondió.

Se incorporó rápidamente, me levantó por las caderas y me metió su gran pene.

Gemí fuerte, talvez la persona que estaba en la otra habitación me escuchó. Pero no me importó.

-¿Más preciosa?

Asentí sintiendo como Ross empezaba a embestirme más fuerte.

Me penetró hasta el fondo.

No podía creer que todo el pene de Ross entrara en mí.

Empezé a "montar" a Ross sin verguenza. Él gemía cada vez que yo bajaba y volvía a subir.

-Amo como me aprietas cuando quieres más.-Me susurró en el oido.

Él sabía cuanto me ponía cuando me susurraban allí.

Empezó a chuparme los pechos. Mi piel se ponía muy sensible al sentir sus labios en ella. Me mordió el pezón izquierdo y luego el derecho.

-Vamos _______, córrete ya.

-Aún no estoy lista.- Respondí aumentando la rapidez en mis caderas.

Ross me acercó a él y empezó a gemir cerca a mi oido.

¡Dios! ¡Cuanto me gustaba ese sonido.

-Amo tenerte desnuda para mí- comenzó a susurrarme en el oido.- Amo penetrarte hasta el fondo. Amo cuando te metes mi polla en tu boca y la chupas. Amo hacerte correr...solo para mí.

-Solo para tí.-Respondí y con eso llegué al orgasmo.

Empecé a arquear la espalda y gemir mientras Ross me besaba los pechos.

Este hombre me iba matar. Su voz, su mirada, su cuerpo, todo en él me destruían.

Talvez mucha gente decía que Ross y yo solo ibamos a durar poco tiempo y que ambos teníamos muchas cosas que hacer, y que no había tiempo para el otro.

Pero estabamos demasiado enamorados como para que nos importara.


RED (Ross Lynch) (Hot)Where stories live. Discover now