— Eres un tanto callado, ¿No? Bueno, los Kim somos bastante ruidosos en general, por lo mismo mi Taehyung es así. — dijo la mujer mientras le sonreía.

  — Taehyung es un gran amigo mío, señora Kim. — dijo el menor bajito, mientras sujetaba su camiseta, claramente nervioso— Pero la verdad si es un poco... "intenso".

  — Jungkook, no te sientas intimidado por nosotros. Somos ruidosos pero no mordemos, ¿Sí?— dijo la mujer mientras desordenaba su cabello con dulzura. El menor era adorable y se le hacía muy lindo como sus mejillas se coloreaban y hablaba bajito. Al instante sintió como su instinto maternal florecía al observar al pelinegro, era tan educado y amable. Simplemente ejemplar.

  — Está bien. — respondió el menor mientras sonreía— ¿Necesita que la ayude en algo? Puedo...

  — No, no, no. Ustedes sólo salgan tranquilos y disfruten. Haneul, Minho y yo dejaremos todo listo para la celebración de la noche. Tienen que estar de vuelta como a las siete u ocho de la tarde, ¿Sí? Habrá una cena con los abuelos de Taehyung, vienen de lejos así que espero estén aquí a tiempo.

  — Sí señora. No lo olvidaré.

  Ella lo quedó mirando fijamente por unos segundos y sonrió con suavidad— Bienvenido a la familia Kim, Jeon Jungkook. Cuida mucho de mi hijo, ¿Sí? Puede ser un poco torpe, pero es un gran chico.

  — No se preocupe, lo cuidaré muy bien. — dijo el menor para luego sonrojarse un poco, eso sonaba demasiado íntimo— Taehyung es una de las mejores personas que he conocido.

  La mujer sonrió y de pronto se escucharon los pasos del pequeño pelinegro que le había abierto la puerta a Jungkook. Sunhee abrazó a Minho, el cual venía corriendo mientras gritaba algo en contra de su hermano mayor.

  — ¡El apestoso me está molestando, mamá! — acusó el menor para luego ocultar su rostro en la cintura de su madre. Segundo después llegó el susodicho seguido por Jimin, los dos con sus cabellos revueltos y grandes sonrisas en sus rostros.

  El menor no pudo evitar mirar a su hyung fijamente, su corazón acelerándose al ver lo lindo que se veía sonriendo. Las sonrisas del pelinaranja eran la perdición del menor, hacían un lío en todo su sistema, acelerando su corazón y subiendo la temperatura de su cuerpo. Lo descolocaban y hacían el mundo girar a sus pies, ese era el efecto que Kim Taehyung tenía en Jungkook.

  — ¡Taehyung! ¿Qué te he dicho de molestar a tus hermanos menores? Y Minho, no le digas así a tu hermano mayor. Respeto ante todo en esta casa, ¿Entendido?

  — Pero má...

  — Nada de peros. Ya chicos, creo que lo mejor es que partan ya, ¿No tienen varios planes para el dia de hoy?— preguntó la madre mirando a los tres muchachos, a lo cual Jimin asintió.

  — Sí mamá Kim. ¡La pasaremos genial hoy! Será un día memorable, ¿No es así, chicos?— interrogó con fingida inocencia, a lo cual los dos respondieron con una sonrisa nerviosa.

  "Maldito enano, eres el diablo en persona, pequeño mochi maligno. Ya verás, te ahogaré con mi almohada mientras duermas" pensó Taehyung para luego dedicarle una sonrisa un tanto inquietante— Claro que sí, ChimChim.

  Jungkook solo tragó saliva, nervioso. Había decidido seguir el consejo de su amigo y declarase ese día (o al menos ese era el plan). Había estado tan nervioso que no había podido dormir bien, levantándose temprano para elegir que ropa llevaría y dándose una buena ducha. Quería verse lindo para Taehyung, pero por lo visto el mayor no había reparado en su aspecto, pensó el menor un poco decaído.

friends ;; taekookWhere stories live. Discover now