angel.

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Yo no creía en los milagros, no creía en las cosas inesperadas, tampoco creía en fantasmas, ni demonios, ni angeles. Casi nunca creía en nada o más bien, siempre creía en lo que veía más acertado, era algo que me había inculcado yo sola desde que era pequeña. Casi siempre dudaba de las cosas y al final, dejaba que pasaran, así es, dejaba todo pasar y muchas veces, intentando solucionar algo, lo terminaba empeorando. Todos los días sentía que mi alma estaba siendo consumida por alguna tristeza que tenía desde que cumplí 12 años. Un tiempo viví como un robot, tenía una rutina y todos los días hacia exactamente lo mismo, sintiéndome cada vez más sola a pesar de que estaba rodeada de mi familia y los pocos amigos que tenía. Pero eso termino, acabo justo cuando él llegó. Justo cuando estaba en una de las peores crisis de mi vida.

De un tiempo para acá, todas las noches dormía con mucha tranquilidad y despertaba con buen humor. No sabía si era la cálida voz en mis sueños o los destellos color azul turquesa que veía en mis sueños los que me hacían sentir muy bien, pero a lo que fuera, se lo agradecía, me hacía sentir muchísima paz. Y todos los días era así, me empezaba a acostumbrar a sonreír más a menudo, a dedicar sonrisas honestas que realmente salían de mí, empecé a dejar de sentir el pesar en mi corazón.

Pero ese día... Aún lo recuerdo bien y siempre va a estar presente, porque las palabras tan hirientes y las mentiras que habían salido de la boca de mi padre me destrozaron, haciendo mi corazón pedazos. Por una sola vez había pedido su apoyo y por esa sola vez, volví a la constante depresión y ansiedad. Sintiéndome atacada y excluida de todo, las inseguridades habían vuelto, cuando me costó mucho trabajo dejarlas atrás y poder aceptarme, mi maldita mente me estaba haciendo una mala jugada y de nuevo, estaba acumulando todos mis problemas, de nuevo me estaban carcomiendo.

Como la mayoría de las noches, salía al jardín a mirar el cielo tratando de calmar mi llanto. Miré al cielo y ví esa estrella que siempre estaba ahí, la cuál aunque hubiera neblina se veía bien, siempre se veía brillante y parecía ser la única en el cielo, aunque hubiera muchas más, las cuales eran pequeñas, esa gran estrella destacaba entre todas, cuando la ví por primera vez se volvió mi estrella favorita, apareció justo unos días antes de comenzar a tener los extraños sueños. Con el chico de la cara borrosa, las luces de color azul turquesa y la cálida voz que solía cantar. Y pensando en ello me tranquilice un poco, había podido dejar de llorar y eso era un avance a lo sensible que soy.

Me puse la pijama y me acosté en mi cama, apagué la luz y me quedé dormida. Sin saber lo que iba a comenzar esa noche.

Al principio todo se veía negro, no lograba entender que estaba sucediendo, si mi mente estaba recriminando el mal rato que le hice pasar debido a la situación, lamentablemente no era la situaciones a la que estaba ya acostumbrada. Y de pronto sonó su voz, llamando cálidamente mi apodó, el cual sólo personas cercanas a mí me lo decían, pero él lo hacía diferente. No era igual al de los demás. Me llamaba “Min”, y aparecieron las luces azules, sentí que volví a sonreír. Ví a alguien acercase a mi, a pasos lentos y seguros, el sonido de sus zapatos hacia eco en el lugar donde estábamos. Siguió acercándose y pude ver su sonrisa, era una sonrisa de lado, posiblemente era la sonrisa más preciosa que había visto. Y de la nada, me abrazó, no logré ver sus ojos, ni su cabello. Sólo ví su sonrisa. Aquel abrazo era uno que necesitaba desde hace tiempo, me abrazó tan fuerte, tan cálido, tan lleno de amor. Y entonces escuché su voz.
"Todo está bien Min, gracias por cuidarme". Un calor recorrió mi cuerpo, acompañado de calidez.

Desperté porque sentí caricias en mi cabello y una respiración tranquila cerca de mí.

No había nadie.

Quite el cabello de mi cara y me puse mis lentes, miré a todos lados y realmente no había nadie, miré al reloj y marcaban las 5:18 am, era muy temprano para despertar en sábado. Sin quitarme los lentes me volví a acostar mirando al techo. ¿Quién era el chico del sueño? ¿Por qué me agradecía por haberlo cuidado? ¿De dónde había salido? Y... ¿Por qué aparecía sólo en mis sueños?

angel; kjh.Where stories live. Discover now