Capítulo Treinta y tres

Start from the beginning
                                    

Su barbilla colocada en mi cuello mientras sus labios rozaban con lentitud los míos.

Intenté meter mi lengua pero fue rechazada y Lena se apartó.

-Nada de lengua hasta lavarnos los dientes- dijo con una sonrisa. Rodé los ojos y la apreté contra mí.

- Vamos a lavarnos los dientes para poder besarnos y también desayunar, estoy muriendo de hambre- le dije besando su cabello muchas veces.

- Bueno- contestó bajando de mi y buscando su ropa por el suelo.

-Len, puedes ir sin vestirte, de todas maneras ya te vi- dije quitando las sábanas de mi cuerpo y poniéndome de pie sin vergüenza alguna.

Lena rodó la cabeza y sus ojos se abrieron como platos cuando me miró.
Rápidamente subió su vista a mi rostro.

- No estoy lista para eso aún- dijo poniéndose de pie enrollada en las sábanas. Rodé los ojos y me dirigí al baño. Necesitaba orinar.

*

-¿Hasta que hora estaremos aquí?- preguntó Lena mientras masticaba sus tostadas. Luego de lavarme los dientes me encargué de llamar a la recepción del hotel para que nos enviarán algo de comer.

- Bueno, está reservada hasta las tres de la tarde de hoy - me incliné sobre la mesa para tomar una de las tostadas de Lena ya que las mías se habían terminado.

Sentí como su pie acarició mi pierna y tragué grueso.

Tenia una tostada en los labios mientras me miraba atentamente , la mordió y luego le dio un sorbo a su café.

La miré fijamente mientras terminaba de comer. Ella algunas veces me dedicaba pequeñas miradas pero luego volvía su vista al plato.

Cuando se puso de pie usando únicamente unas pequeñas bragas y mi camisa de ayer , fui tras ella.

Giré su cuerpo haciendo que impactará contra mi pecho. Ella sonrió bajando sus manos por mi espalda hasta tocar mi trasero. Mierda.

- No tienes muchos que agarrar- murmuré sobre sus labios cuando comenzó a jugar con la liga de mi bóxer - En cambio yo- apreté su trasero haciendo que ella quedara en puntillas - Yo si- mis labios se cerraron sobre los de ella.

Se dejó caer contra mi y la sostuve con fuerzas. Mis labios se despegaron de su boca para besar con desesperación sus mejillas y alrededores de su boca antes de volver a ella.

La obligué a enrollar sus piernas en mi abdomen y gemí cuando lo hizo.

Mis labios buscaron su camino hasta el cuello de Lena donde enloquecí.

Introdujo sus dedos en mi cabello y empezó a jadear cuando aumenté la succión sobre su piel.

Nos dejé caer a los dos sobre la cama evitando aplastarla.

Sus ojos buscaron los míos cuando le saqué la molesta camiseta.

Volví para besar su cuello y una de mis manos apretó su seno haciéndola gemir.

No se como lo hizo pero me giró quedando ella sobre mi.

Podía sentir su intimidad húmeda sobre la erección en mi bóxers.

Su labios se fueron a los míos y la sostuve por la espalda baja.

Estaba volviéndome loco, malditamente loco.

Enganché mis manos en sus bragas pero no pude bajarlas ya que Lena comenzó a moverse sobre mí.

Maldito Señor.

Treinta.Where stories live. Discover now