... Deseaba continuar con el legado de las monjas, pero amplificarlo, deseaba recoger todos esos niños desamparados y devolverle a la sociedad profesionales, pero, ella era una vela soñadora y la apagaron. —Chilló.
Las gotas se deslizaban en sus mejillas, Raguel hacía el intento de no ahogarse en sus palabras.
Le ofrecí la toalla que colgaba en su puerta, la aceptó y al mismo tiempo que se secaba también la presionaba contra su pecho.
—La apagaron Kerry, era la chica más bella y pura jamás vista y la apagaron... —Le faltó el aliento en las últimas palabras. —Las fiestas del carnaval llegaron al pueblo y esa noche una de las puertas del instituto quedó abierta, pues las monjas estaban cansadas después de los actos para las niñas; Un grupo de ebrios entró y encontraron los dormitorios.
Apretó en sus puños la toalla, sus ojos ya estaban rojos y derramando lágrimas por sus mejillas.
—... El único lugar con algunas luces encendidas...
Entraron... E intentaron violarla, ella se defendió, pero al final... —Se le escaparon varios sollozos y limpio si nariz. —Al final rompieron una botella y en un intentó de salvar su virtud... La apagaron... Apagaron mi radiante flor.—Lamento mucho escucharlo hasta ahora, eso pasó hace mucho tiempo y se nota que te duele.
—Yo no tenía ambiciones, para mí la monotonía estaba bien, pero ella me hizo ver que si podía ser el mejor en algo, debía serlo. Y así, me esforcé por el puesto de Arcángel. Y ahora... ¡Lo perdí! —Golpeó nuevamente la mesa.
El momento se me hizo incómodo, yo nunca había vencido mi propia tristeza ¿Cómo ayudaría a otro? Es una locura.
Coloqué mi mano en su hombro, en un agarre fuerte para inspirar confianza.
—Reuniré las pruebas y recuperarás tu rango. Sólo necesito la ayuda de Miguel.
—¿Qué harás? —Me preguntó.
—Esos libros perdidos deben estar en alguna parte y me parece extraño que el director estuviera esa noche ahí, a esa hora. A mí me parece muy turbio.
Además, me parece una injusticia tirarle la culpa al perro más flaco.—¿Lo estás culpando?
—No, le estoy escribiendo una poesía ¡Pues claro que lo culpo! —Me apresuré a decir. —Y te mostraré que tiene los libros.
Lo prometido, fue deuda y yo pagué. Miguel se reunió conmigo al día siguiente.
Esperé que se acercara mas a Raguel y a mí, ya que le había ofrecido una amistad que de seguro le falta. Sin embargo no fue así y los días continuaron como si nada hubiese pasado.
Antes que se ocultara el sol, Miguel salía por la puerta del frente con rumbo a los estacionamientos, donde se encontraba su auto.
—¿No es un poco pequeño para ti? —Utilicé la pregunta como recurso para romper el hielo.
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Ángel Oscuro| Hijos Del Cielo I
Fantasy"... Atada ella, entre sus piernas, había un trozo de pastel y un cuchillo ensangrentado, el resto del pastel estaba en la cama junto a unas fotos de su sufrimiento..." Naces en cuna de oro, creces con todo desarrollando trastornos y cuando llegas...
Acto 2: Misterios. (Editado)
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