César
Flasback.
— esperó que todo salga bien con la visita a tu padre — Lana sonrió y recostó su cabeza en el respaldo del asiento — es incómodo el cinturón por mi gran panza.
— pero no debes quitártelo — ella suspiró y dirigió su mirada a las calles, nos quedamos en un silencio cómodo.
Música suave sonaba en el estéreo, el auto se deslizaba lentamente por las calles.
— ¡César détente! — la miré preocupado.
— ¿estás bien? — me miró muy excitada.
— ¡es ella César! — dirigí mi mirada hacia la mujer que avanzaba despacio por la calle, el frío era intenso, ella daba pasos cortos, tanto lo que le permitía el frío y el bolso de viaje.
— ¿Quién es ella? — el auto iba más lento.
— la chica que vivía conmigo en la casa de acogida, te conté, recuerdalo — detuve el auto, la chica se hizo hacia atrás su ceño estaba fruncido.
— ¿estás bien? — Lana me miró,abrió la puerta — no temas, no te haré daño — abrió su abrigo y le mostró que estaba embarazada — mi nombre es Lana — me miró y por su rostro me di cuenta que la chica no la había reconocido.
Extendió su mano y soltó un jadeó.
— estás congelada, sube al auto. Él es mi prometido Cesar, no te haremos daño.
Bajé del auto, ambos nos miramos, ella entre abrió los labios y en su mirada había apreciación, no me di cuenta que también me había quedado contemplandola, cuando reaccione Lana me miraba... ella había notado.
— mi nombre es César, no temas que no deseamos hacerte ningún daño, Lana te vio y creo por que estas embarazada como ella, desea ayudarte. Si gustas podemos llevarte, danos la dirección — mi voz sonó segura, Lana estaba en silencio contemplandonos.
La chica bajo la mirada.
— no tengo donde ir — susurró.
— ven, podemos llevarte a un hotel, pagaremos está noche y luego hablaremos de que haremos, no sé puedo ofrecerte trabajo en casa, en este momento vamos fuera de la ciudad — de reojo miré a Lana, ella sonreía.
— gracias, soy una total extraña y se han detenido a ayudarme.
Lana se quitó su abrigo.
— pontelo, estas congelada, puedes ir al frente del auto para que te calientes.
— pero usted está embarazada y necesita calor — Lana negó y siguió extendiendo el abrigo.
— yo estoy caliente, quítate el tuyo y lo pondremos atrás.
La chica se lo pusó y cerró los ojos cuando cerró el abrigo.
— mi nombre es Xilonem — se presentó mientras yo tomaba su bolso de viaje, no la miré a los ojos me diriji al maletero a guardar su bolso.
Lana subió al auto en la parte de atrás y se acomodó, Xilonem se subió enfrente, puso su cinturón de seguridad.
— ¿has comido Xilonem? — Lana era una chica muy atenta.
— si — desvió la mirada y me pregunté si decía la verdad.
— bien, Cesar, llevanos a un hotel, ahí te instalaremos Xilonem mientras regresamos.
Xilonem miró a Lana y le preguntó.
— ¿por qué me ayuda?
Mi mirada se encontró con la de Lana por el retrovisor.
— somos mujeres y también vengo de una condición humilde, pero me fui superando con la ayuda de una señora a quién conoci, así que siento que también debo hacer lo mismo contigo.
Frunci el ceño por que no le había mencionado que se conocían de niñas. Lana me ignoró.
— gracias — Xilonem agradeció, mientras Lana tomaba el abrigo de la chica y se lo colocaba, cerró los ojos mientras se cruzaba de brazos.
El auto arrancó, a los minutos Xilonem estaba dormida. Obviamente estaba cansada, miré a Lana por el retrovisor.
— ¿por qué no le has dicho que la conoces de niña?
— lo haré cuando lleguemos al hotel y haya comido, entonces le diré que yo era aquella chica escuálida y de cabello corto como de hombre a la que seguía a todas partes y que le prometí que la cuidaría siempre cuando lloraba al sentirse sola.
Hubo un silencio.
— te gustó Xilonem — negué y nuestras miradas se encontraron.
— sabes que te conozco César, de hecho fue mutuo, por un momento me sentí como una intrusa por que ambos se vieron como si estaban en una burbuja.
— amor estas delirando — Lana soltó una suave carcajada.
— cielo, se que me amas como yo a ti, pero no puedes negar que Xilonem causó en ti un gran impacto. La electricidad nos rodeó.
No respondí y continúe conduciendo en silencio... ¿podía mentirle? Ella me conocía mejor que nadie y no podía negar que está chica me impactó. Algo extraño por que no me consideraba un mujeriego.
— si no me hubieras conocido, y si a Xilonem, creo que harían una linda pareja.
— soy muy feliz contigo y no quiero tocar más ese tema. Te amo a ti y sólo a ti Lana.
— por ti yo haría cualquier cosa César, me has hecho inmensamente feliz.
Me detuve en un semáforo y la miré sobre mi hombro, ambos nos mirábamos con una gran sonrisa y después sólo escuché el impacto del auto estrellarse contra nosotros.
Fin del Flasback.
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Holisssss esperó les gusté el capitulo de hoy. Si es así, no olviden votar.Kgerals 💙
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El Engaño© [Saga Italianos #1] [Completa en Litnet]
RomanceUn accidente fue el inicio de todo... ella sin desearlo se vio envuelta en una telaraña de mentiras, cuando quiso salir de ella... ya era demasiado tarde... el engaño ya estaba bien plantado y la verdad podia destruirla y a las personas que amaba. ¿...