No me gustaba la idea de tener otra herida, menos en mi oreja asique me paré y decidimos seguir paseando por el parque, fuimos a montones de atracciones y comimos demasiado, el tiempo paso volando y ya estaba aterdeciendo.

Mientras esperaba a Erina pues fue a los servicios, desvié la mirada hacía el atardecer, el sol se estaba escondiendo por donde estaba el mar, estabamos algo lejos de la playa pero desde este lugar se podía ver perfectamente bien esta maravilla, sin desviar la mirada me acerque a un árbol para apoyarme, al día siguiente tenía programado mi vuelo a Italia y mi mente se llenó de pensamientos de ese país, estaría cruzando el mar que veía al siguiente día alejandome otra vez de todos. El viento sopló y atrajo hacia mis pies un periódico, pude notar su portada "Joven Chef de Totsuki: la nueva perla Japonesa", sonreí al verla pues un dia anterior me informaron de tal artículo, hubiera seguido en mis pensamientos pero Erina comenzó a hablarme.

-Fue un gran logro- pude ver como se pasaba de largo y se detuvo unos pasos delante, empezo a ver lo que creo era el atardecer. No pude evitar sonreir de lado cuando dijo aquello, pasaron algunos segundos en silencio hasta que volvió a decirme- Lo siento.

No entendía eso último que dijo, decidí ir a su costado para poder preguntar a que se refería, pero cuando estuve a lado suyo me sorprendió que tuviera los ojos vidriosos como si en cualquier momento se hecharia a llorar.

-En serio lo siento- su voz estaba muy quebrada- yo.. yo no sé como comportarme, a pesar que quiero ser cariñosa contigo me da mucha vergüenza, y...y...- pasó lo que menos quería, se hecho a llorar, con sus manos intentaba limpiar las lágrimas que caían pero era inútil, sus ojos producían más y más lágrimas, volví de mi shock y la envolvió en mis brazos- no, déjame... por favor.

Al principio trató de soltarse de mi agarré pero después se dio por vencida y se aferró a mí, doy gracias que soy un poco más alto ya que por eso ella podía esconder su rostro en mi pecho, con el tiempo noté como poco a poco dejo de jadear y se calmó, la separé un poco para verla directamente, tenía los ojos algo hinchados y su maquillaje era un desastre, pero aún así la veía hermosa, con suavidad retire las pequeñas lágrimas que quedaron debajo de sus ojos, la miré directamente y no pude evitar acercarme lentamente, pareció darse cuenta de mis intenciones pues desvío la mirada.

-Debo estar hecha un desastre- dijo mientras aún no me miraba

-Pareces un oso panda- dije, parece que no se lo tomó mal pues se apoyó se costado en mi pecho después de reír un poco, mirando otra vez hacia al mar, esta vez no se veía el sol, en unos minutos ya sería de noche

-Soy un desastre de novia- mencionó, reconozco que me molesto ese comentario, ¿cuantos no desearían estar ahora mismo en mi lugar?, decidí que me volviera a ver girando su cabeza de su mentón, acaricie un poco esa parte antes de hablarle.

-¿Dices eso por como estas ahora? A mi no me importa eso, sigues siendo muy linda- sonreí de lado para darle un poco más de confianza y no vuelva a desviar su mirada- no me importaría si estas vizca, si engordas o si pierdes un diente, ya me enamore mucho de ti Erina, no digas que eres un desastre de novia, eres una chica perfecta, caería enamorado de ti una y otra vez.

-Tonto- cuando dijo eso note como sus mejillas estaban teñidas de rojo, pude notar como trataba de impedir una sonrisa. Aproveche el momento y me acerque a ella lentamente viendo fijamente sus labios, me detuve cuando rozamos nuestras narices y la vi a los ojos, me sorprendio que ella tuviera la vista fija en mis labios, sin algo que ahora me lo impida la besé.

Al principio fue algo tierno, era demasiado romántico y suave, sentí como sus brazos aprisionaron mi cuello y ella me acercaba más, sus manos empezaron a entrelazarse en mi cabello, poco a poco nuestro beso dejo de ser suave y empezo a ser fogozo, ambos eramos inexpertos pero lo disfrutabamos, era toda la pasion que teniamos acorralada y que quería salir, me empezo a comer la boca, mordia mis labios y yo los suyos, pegue su cintura contra mí produciendo un jadeo, todo era algo nuevo y era perfecto, al rato su agarre disminuyó y nuestro beso paso a ser otra vez suave, nos separamos recobrando nuestra respiración aún mirandonos, nos dimos pequeños besos.

-Es hora de irnos- dijo ella notando como todo ya estaba oscuro

-Vayamonos lo mas lento posible- dije sonriendo de lado provocando que suelte una pequeña carcajada

-Claro- no se movió y deposito otro beso en mis labios- Te amo

-Y yo a ti, mi pandita- me golpeó muy despacio y luego río, el camino a la academia lo dimos agarrados de la mano y con algunos besos por el camino

*****

-¿Cuídate mucho sí?- decía ella mientras estabamos frente a la puerta de embarque del aeropuerto

-Claro que si- respondí algo confiando, sin aviso la agarre de la cintura y la acerqué a mí- ¿un beso de despedida?

-Por supuesto

La besé dejando caer mi maleta de mi hombro ocupado para poder abrazarla totalmente, aunque mis intenciones eran otras

-¿Mnh?- noté su expresión confusa mientras me besaba, sonreí por su reacción cuando acaricié suavemente su bien formada y perfecta nalga.

-Nos vemos amor- le dije guiñandole un ojo y con una sonrisa de victoria, recogía mi maleta y me alejaba sin dejar de verla, aún no salía de su asombro

-Vuelve a hacerlo, y no tendrás hijos- fueron las últimas palabras que me dijo, es muy tierna lo sé.

Siempre Serás Tú (SomaxErina) Shokugeki No SomaWhere stories live. Discover now