Acto 1: Consejería. (Editado)

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—No, es un arcángel con mucha experiencia, no esperes menos.

—Pensaba que arcángel era un artista o un nombre, no soy conocedor de "La palabra" por así decirlo.

—Es un rango, harías bien en no mencionarle el artista... Suele echarle rabias cuando escucha sobre él. —Terminó susurrando mientras introducía la llave en la cerradura.

Al entrar no había nada fuera de lo común, los mismos muebles viejos de siempre, la televisión y un "soldado medieval"

—Kerry, él es Miguel. —Asintió con la cabeza.

Me aproximé al extraño, había algo en él que me resultaba familiar, lo había visto antes, en un sueño tal vez, mi cuerpo sentía una vibra extraña.

¿Cómo se saluda un arcángel? ¿Es muy importante...? Aunque en todo caso, es bueno tener amigos influyentes en el medio, tanto como si eres artista, burócrata o en mi caso, ángel.

—Un gusto. —Dije mientras estrechaba su mano.

Miguel me dio la mano, pero nada interrumpió que siguiera bebiendo de su taza, la cual parecía no acabar por las cantidades que tomó después.

—Te pareces mucho a tu papá, ambos solían desconfiar de la persona en frente suyo. -Se levantó.

Ignoré el comentario y me mentalice que: Si puedo sacarle provecho, debo hacerlo.

—Vine porque Raguel dice que puedes librarme de un problema. —Tomé asiento en un mueble individual a su derecha.

Miró a Raguel con expresión de severidad, pude ver como su lengua pasaba por encima de sus dientes frontales haciendo que su labio superior se abultara.

—Cuéntamelo, a ver qué hacemos. —Se relajó en el sillón.

—Hace casi un mes atrás, unos maleantes intentaron robarme y pues, luego de eso uno de ellos me topó en mi auto, dijo llamarse Zoran.

—Raguel ya no le mientas al chico. —Interrumpió. —¿Para qué lo trajiste?

Raguel cruzó sus brazos en gesto de incomodidad, rascó su nuca, cosa que hace cada vez que ha dicho una mentira.

—Miguel, este chico necesita entrenamiento de guardián. —Luego volteó hacia mí. —Kerry, los ángeles no podemos tocar a los desterrados, pero tú sí puedes.

—¿O sea que de nuevo mentiste? —Empujé mis labios a formar una sonrisa de medio lado en señal de decepción.

Otra vez... Me ha mentido en la cara y yo de estúpido le creí. Lentamente sentía pulsaciones en el corazón, ya no creería más, no señor.

Al salir de aquí, iría a la policía, demandaría a Zoran y a Raguel, éste último por robarme.

—No te he mentido, te daré las herramientas... Los contactos...

—No no no. —Negué con la palma de la mano. —Pondré una denuncia y te demandaré por robo.

Antes de poder cruzar la puerta, mis manos se tensaron, mis piernas tuvieron calambre, moverme me causaba dolor.

—¡¿Qué... Me está pasando?! —Gruñí.

Miguel mantenía su mano apuntando a mí, parecía que tuviese una cuerda atada alrededor de mi cuerpo.

—No irás a ningún lado. Pausarás tus berrinches, visitaremos a unas personas que te pueden ayudar y de mañana en adelante, vendrás conmigo para que te entrene contra todo tipo de entidad. ¿Está claro, nenita?

—¿Quién te crees? Cantante de tercera... —Musité.

—¿Que si está claro? Nenita...

Guardé silencio negándome a responder su pregunta, si así empezamos no quiero saber cómo terminaremos.

Ángel Oscuro| Hijos Del Cielo IWhere stories live. Discover now