Acto 1: Viejas Heridas. (Editado)

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—No mucho, esas cosas raras que tú comes no se llevan con mi paladar, pero ok.

Despejó una silla en la mesa, luego se dirigió a la cocina, mientras eso, yo me adentré en su cuarto desordenado y poco iluminado.

Las cortinas aún estaban cerradas, en su caso eso es bueno, así no se puede ver el desorden que tiene tanto en su armario como en su cama.

El libro continuaba en su escritorio, me senté tan rápido que la silla chilló.

Mierda

Abrí el libro con impaciencia, en sus hojas habían muchos diálogos, en la última página había otro diálogo terminado así:

Quítaselo todo.

—¿Por qué sigues viendo mis cosas? —Preguntó con rostro de confusión.

Cerré el libro de impacto, me levanté de la silla tan rápido como me fue posible y por reacción, apreté el libro contra mi pecho.

—¡No no! —Extendió y negó con su mano. —No lo aprietes, dame la oportunidad de explicarte el impresionante mundo en el que vivo, de verdad he esperado tanto tiempo hasta que tuvieras la madurez. —Dijo acercándose. —Aunque tal vez aún no la tengas. —Murmuró.

—Enante mencionaste a mi papá ¿Está él aquí? —Miré al libro.

—Tienes que tener la mente muy abierta, él esta en otro plano de existencia, pero nos habla por el libro.

—¿Qué estupideces dices? Juegas con algo importante para mí. —Dije, mis ojos empezaban a picar con lágrimas que tuve que contener.

—No es broma y, ahora puedo contarte sobre mi mundo: Los ángeles. Te fascinará lo que podemos hacer.

—¡Wow, wow, wow! —Interrumpí. —¿Podemos quiénes?

—Esa es la otra noticia, pues mis líderes y yo confirmamos anoche que eras uno de nosotros mientras estabas dormido, sanaste muy rápido, ya puedes quitarte la venda.

—Estoy procesando la información. Anoche mientras estaba inconsciente, ¿Tú y tus amigos duendes me observaron?

—Eso y tu enfermedad, que, por cierto, estamos trabajando para curarla. —Expresó con ánimo en su rostro joven pero estúpido a mi parecer.

Anoche... Cuando yo tenía los ojos cerrados ellos me estaban observando... Excelente.

—¿Alguna otra estupidez que añadir? No sé si te habrán contado, pero los ángeles no existen, son una leyenda, un mito. De hecho... Dios está en tela de duda también.

Extendió una de sus palmas hasta mí, no quitó la mirada de ella, poco a poco se iba iluminando hasta que una luz brillante brotó.

—Alma, espíritu, energía. —Dijo casi susurrando, mirándome a los ojos.

—Es todo. Me largo. —Aparté mi mano de golpe.

Me hice camino al lado suyo, coloqué sobre mis manos el libro y sobre el libro, el plato de sopa.

—¡Kerry, el plato! —Gritó tras de mí.

—No he terminado de comer, Mike. —Dije sin mirar atrás.

—Me llamo Raguel. Y el plato es mío.

Coloqué el libro y el plato con cuidado en el asiento del copiloto, conduje con algo de hambre hasta unos estacionamientos donde aparqué en el segundo piso.

Tomé el tazón, la cuchara y a disfrutar, hasta que...

—Buh. —Susurró a mi oído.

Escupí la sopa sobre el tablero del auto, di la vuelta y arrojé el tazón sobre el desconocido.

Ángel Oscuro| Hijos Del Cielo IWhere stories live. Discover now