Fantasías Eróticas

37. Cambio de juego

Al final Jayden se había salido con la suya.

Encendió la luz, abrió la maleta y devolvió todo a su lugar. Esta vez no iba a dejarle el camino libre. Porque cuando le envió aquellas fotografías, seguro aquel era su fin, sacarla del camino para siempre.

Quizás debía cambiar de juego, vengarse de ambos. No solo de ella, también de Yunho.

─No estoy con Jayden ─fue lo primero que le dijo Yunho, cuando más tarde le abrió la puerta─. Desgraciadamente, cuando terminé con ella ya estaba embarazada, lo supe después. Solo me encargo de mi responsabilidad como padre, nada más.

BoA levantó el brazo y lo golpeó en la mejilla, marcándole en la piel la silueta de su mano.

─¡Nunca pensaste en las consecuencias! ─le increpó con expresión dolida─. Se suponía que solo ibas a cumplir tu fantasía, que sería algo temporal. No que la ibas a convertir en tu amante y muchos menos a embarazar.

─Lo sé... fui un estúpido.

─Encima se la presentas a tu familia, de verdad que no tienes límites.

─¡No, las cosas no fueron así! Fue Jayden quien se acercó a mis padres, se peleó con su hermana y no tenía a donde ir. Ella tiene claro que terminamos, mi madre la apoya por el tema de su embarazo, nada más.

─Claro, Jayden sabe bien cómo manejar sus fichas, soy yo la estúpida. Y... va a ser niño, ¿no?

Él la miró sorprendido.

─¿Cómo lo sabes? Acaso... ¿ella te lo dijo?

BoA no respondió, la rabia seguía acumulándose dentro de ella. Ahora entendía lo que le había dicho Lyn esa mañana. Jayden le daría su primer hijo varón.

─Entonces es cierto.

Yunho podía ver el desconsuelo en sus ojos.

─Eso no cambia nada para mí.

─Quizás para ti no... pero sí para mí ─su voz se quebró en este punto─. Vete por favor, déjame sola.

Estaba cansada de que le viera llorar.

─Ya no llores más ─Yunho la agarró del brazo─. Me duele verte llorar por mi culpa.

─¡Como quieres que no llore si vas a tener un hijo con otra mujer! ─exclamó BoA soltándose de él─. No tienes idea de lo doloroso que es esto, no importa si ya no estamos casados, duele igual... duele igual Yunho.

─Pero eso pasó antes de que terminara con ella ─dijo él, en un intento de minimizar el asunto─. Independientemente de su embarazo, lo mío con Jayden fue algo pasajero y terminó hace meses.

─¿Pasajero? ─BoA sonrió con ironía─. Van a tener un hijo, así que no utilices esa palabra tan livianamente. Lo aceptes o no, estarán ligados de por vida.

Yunho negó con la cabeza.

─Como padres de ese niño quizás estemos ligados; pero no como pareja.

─Creí que al divorciarnos ya no iba a dolerme nada de lo que hicieras; pero me equivoqué, duele igual.

─BoA... sé que es difícil y más ahora con todo esto que está pasando; pero si tan solo pudieras perdonarme...

─Ese es el problema, no puedo... mucho menos ahora.

─Pero podríamos volver a ser felices, BoA, estoy seguro de eso. Prometo que de aquí en adelante viviré para hacerte feliz, e intentaré borrar todo el dolor que te he causado.

BoA meditó en sus palabras, en lo triste que era todo aquello.

─¿Por qué tenías que embarazarla? ─rompió en llanto.

Yunho se acercó a ella ansiando consolarla; pero BoA le golpeó en el pecho. Le golpeó a puño cerrado una y otra vez, mientras él se lo permitía sin oponer ninguna resistencia. Lloraba mientras lo hacía, descargaba toda la rabia que llevaba por dentro, quería lastimarlo.

Jayden se hallaba en su apartamento, viendo las cosas que había comprado para su bebé cuando escuchó que tocaban el timbre. Dejó las cosas regadas en la mesa del comedor y se dirigió hacia la puerta.

─¡Abre la puerta! ─gritó Yunho golpeando la misma con fuerza.

Jayden titubeó antes de abrir, sabía porque estaba allí. Soltó una risita al imaginar todos los problemas que aquello le había significado y más aún, por el dolor que sabía que le había causado a BoA.

Ambos merecían sufrir.

Regresó a la mesa y tomó unos zapatitos que Lyn había escogido para su hijo, luego abrió la puerta.

─¿Qué demonios pretendes? ─gritó Yunho, cerrando la puerta de golpe, tras entrar.

Jayden retrocedió al ver la expresión de su rostro, estaba furioso.

─No sé de qué hablas ─se hizo la desentendida─. Yo estuve de compras toda la tarde, mira los zapatitos que tu madre le compró a nuestro bebé, ¿no son lindos?

Yunho los tiró al suelo de un manotazo.

─¡No estoy jugando Jayden! ─gritó en un tono aún más enérgico─. No vine aquí para ver tus compras, solo para darte una advertencia: ¡Aléjate de BoA!

Jayden concentró su atención en los zapatitos, era el primer regalo que recibía su bebé y verlos arrojados al suelo como basura le dolió en lo profundo de su corazón. Sabía que había hecho mal al enviarle las fotografías a BoA; pero no era menos cierto, que ellos la habían utilizado y desechado como basura.

Tomó los zapatitos del suelo.

─Si es todo lo que tenías que decir puedes irte ─dijo resentida.

─No es todo lo que tengo que decir ─continuó Yunho con voz tajante─. No había querido decírtelo pensando en tu estado; pero es bueno que lo sepas de una buena vez, BoA también está embarazada.

Jayden levantó la mirada.

─¿Qué?

─Lo que escuchaste, BoA va a tener un hijo mío, así que no te sientas tan especial ─dijo Yunho, marchándose.

Jayden se llevó una mano al pecho, le costaba respirar. Ahora entendía el porqué de la indiferencia de Yunho hacia su hijo, era por ella, siempre era por ella.

A la mañana siguiente, tocó a la puerta de BoA.