Un Destino

¿Chico nuevo?

Llegué a la escuela y me topé con mis amigas, empezamos a hablar y al rato llegaron los muchachos.

- ¡Hey! ¿Qué tal la pijamada ayer?- les pregunté, James me miró con una cara mientras que Fernando y Federico empezaron a reír a carcajadas.

- Sin comentarios- Dijo y se fue.

- Oigan, ¿ya saben quién es el nuevo?- dijo Andrea preguntando con normalidad.

- ¿Nuevo? ¿Cómo que nuevo? -pregunté.

- Sí, nuevo. ¿Qué nadie te dijo? Hasta tocó en nuestro salón- respondió Fernando.

- No, nadie me dijo. !Qué bien! Primero un nuevo vecino y ahora un nuevo compañero. Lo que me faltaba- Dije reprochandome en voz alta.

- Wow, wow, wow... Detente ahí- dijo Federico tratando de calmarme- ¿cómo que nuevo vecino?

- Si, sobre eso... Ayer en la tarde cuando llegue a la casa habían unos camiones de mudanzas y mis papás me dijeron que teníamos nuevos vecinos y para colmo tuve otro sueño que no ayudo de mucho- dije súper rápido, solo Andrea pudo entenderme.

- Resumen- dijo la recién mencionada- tienes nuevos vecinos y tuviste otro de tus sueños, ¿cierto?

Asentí con la cabeza, haciéndoles saber que no quería hablar de eso. Unos segundos más tarde mencionaron a los integrantes de cada grado y sección, y les pidieron ir a sus respectivos salones. Al entrar al salón nos sentamos en los últimos puestos, a excepción de James; que por llegar tarde tuvo que sentarse adelante. Estábamos ubicados de la siguiente manera: Federico al frente de mi y a su izquierda estaba Fernando, a mi izquierda se encontraba Katelyn y del otro lado de ésta Andrea. Cuando de pronto entró él... El chico del sueño de ayer.

- Chicos, ¿Quién es él?- Pregunté alarmada.

- Es el nuevo, se llama Thomas y hasta ahí llego- Dijo Fernando para después empezar a reír.

- ¿Por qué Isa? ¿Qué pasa con...- dijo Kate después de reír, sólo la mire y ella entendió.

- Hola, joven...- empezó a buscar la profesora el apellido de él mientras yo lo miraba con cierta desesperación- De Oliveira, puede sentarse al lado de...- que no diga Bellerose, que no diga Belle...- la señorita Bellerose- Demonios.

Él siguió la instrucción de la profesora y yo levanté mi mano para que supiera quién era, pero por alguna razón, eso no sirvió de mucho. Él ya estaba a mi lado, como si me conociese...

- Hola- dijo sacandome mis pensamientos- soy Thomas, Thomas De Oliveira.

- Hola, Isabella Bellerose- le sonreí- y... ¿Qué haces aquí? No es que quiera ser grosera ni nada- él se empezó a reír y las chicas solo hacían muecas de desilusión- es... Curiosidad.

- Descuida, no hay ningún problema con ser curioso, yo también lo soy- me dijo en un susurro a lo que reí- nos tuvimos que mudar por el trabajo de mi padre- al instante me acordé del camión de mudanzas al frente de la casa- y gracias a mis tíos, estoy en este colegio.

- Me alegro- le dije sonriendo a fuerza, tenía un mal presentimiento.

El resto de la clase se pasó entre risas y bromas por parte de Thomas o de los chicos y yo nada más esperaba el momento para decirle a las chicas acerca de mi sueño y de lo que creía acerca de éste. Hay algo que alguien no me está diciendo y creo que el chico nuevo tiene algo que ver, sonó el timbre y salí rápido de ahí con la excusa de que tenía que ir al baño. Las chicas me siguieron, ya que sabían que eso significaba otra cosa (códigos de mujeres).

- Isa, ¿qué ocurre? Estás rara desde que le preguntaste algo a Thomas- dijo Andrea

- Sí, tiene razón lo que pasa es que... Él es el chico del sueño de ayer.

- ¿¡¿Qué?!?- Gritó Andrea, tratando de juntar las piezas de este rompecabezas.

- Sí, y tengo el presentimiento de que él también es mi vecino.

- ¿¡¿Qué?!?- volvió a gritar Andrea como la vez anterior, solo que en esta Kate la vio y negó con la cabeza, luego esta me dijo:

- A ver si entiendo bien, ¿crees que él es tu vecino?

- No creo, estoy segura.

- ¿Qué tan segura?- preguntó la misma chica haciendome dar cuenta de que lo que decía era un disparate.

- Un... 75% y el otro 25 son las dudas. Pero sí, estoy segura de que es él y hay otra cosa que necesito saber...

- ¿Qué?- preguntó Andrea poniendo esa cara de interrogatorio que pone, rayos si que funciona.

- Ayer oí a mis padres decir algo, algo sobre mí; pero no estoy segura muy segura. Algo me ocultan y necesito saber qué es...- ellas se miraban entre sí y se hacían señas con la cabeza- pero, ¿qué hacen? Ustedes... Ustedes saben qué es, ¿cierto? si así es.

- Isabella no es lo que tú crees- dijo Andrea y yo les alcé una ceja- bueno tal vez sí.

- Andrea- se quejó Kate.

- Lo sabía, no me hablen a menos que me vayan a decir la verdad- ambas se callaron- eso creí- salí de ahí, recogí todas mis cosas y salí del salón lo más rápido que pude. No le di explicación a nadie y me dirigí a mi casa. Al entrar vi a mis padres y les dije:

- ¿Satisfechos?

- ¿De qué hablas hija?- dijo mi papá.

- No se hagan los que no saben, los oí ayer hablando de alguien, de mí. Todos saben, mis amigas saben, mis hermanos saben, ustedes saben y...yo no.

- Isa no es lo que parece- dijo mi mamá.

- Les voy a decir lo mismo que les dije a ellas: "No me hablen a menos que me vayan a decir la verdad"- ambos retrocedieron, yo subí a mi habitación y cerré con llave.

- ¿Por qué? ¿Por qué Dios, por qué?
+ Hiciste lo que debiste.
- Otra vez tú, y ahora, ¿Qué quieres? Ya tengo varios problemas, por si no te diste cuenta, como para que tú vengas a criticar me o algo por el estilo.
+ Sé que no empezamos bien pero yo te quiero ayudar, aunque no lo he hecho de la mejor manera.
- Eso ya lo se.
+ Solo viene a decirte que tus sueños no son sueños, no eres normal Isabella, nunca lo has sido, haz le caso a ellos... Ellos te guiarán

¿Qué querrá decir con eso? No lo se, ni me interesaba en estos momentos. Me acosté en mi cama, pensé en todo lo que había pasado hoy; el sueño de ayer, el chico nuevo, que mis padres y amigos me oculten algo. Al poco tiempo me quedé dormida.