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Con la mochila entre los hombros, camina un joven de cabellos castaños , limpiando con las mangas de la campera algunas gotas saladas que caían de sus relucientes ojos verdes, sorbiendo la nariz, entre hipidos.

Llego tarde otra vez, ¿Que puede decir?

Con un escozor en la zona del vientre, se retorcía de dolor. Trataría de llegar temprano, lo prometía, Aquel castigo le hizo doler varias zonas de su cuerpo,entre ellas el vientre, por suerte su trabajo estaba a unas cuadras de su departamento.

Caminar por el barro para encontrar el presente.

Callo sobre el colchón de su recámara, algunas de sus lágrimas se asomaban nuevamente, esa misma noche debía ir de nuevo.

Sabía que el día que esperaba no llegaría, él quería morir, pero su...

Mamá le dijo que nunca agachara la cabeza.

Una vida que sacrificar y por la cual iba a luchar, por ella.

[...]

Nuevamente en aquella calle, de alguna manera debía ganarse la vida.

Aún recordaba quién era ¿como se olvidaría de ello?

Sus manos recorrían su cuerpo,con los ojos cerrados y los labios entreabiertos,a ellos les gustaba disfrutar de su adolescencia y inexperiencia.

Siguiendo sus sueños sin saber que no estaba dormido.

A medida que pasaban las horas. El dolor incremento, con los ojos rojos y la nariz de la misma color,dejaba que lo hicieran con violencia, cogiendo sus caderas y incrementando las embestidas, ya nada le importaba.

Se sentía alto y glorioso.

Se sentía en el cielo, el polvo y sus efectos mágicos lo tenían así.

Leyendo el éxodo y gritando con euforia.

Glorious Where stories live. Discover now