Capítulo II: La fiesta de cumpleaños

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He aquí el segundo capítulo después de meses, espero que lo disfruten.

Los personajes de GF no me pertenecen, son propiedad de Alex Hirchs y Disney, tan solo los utilizó para elaborar este fanfic. Los niños sin son de mi autoría (aunque Tyrone es demasiado utilizado en otros fics, sólo que con otro físico 😂).
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Después del incidente durante la madrugada, Tyrone acompaño a Billy hacía su habitación e incluso se quedó dormido junto a él con la intención de estar presente en sus momentos difíciles. Mabel, Dipper y Pacífica quienes se levantaron temprano para organizar la fiesta que sería en unas horas los observaron al entrar a la habitación del rubio dormir abrazados como cuando eran niños, semejante escena les causo ternura y decidieron ser más cautelosos que antes para no despertarlos.

-Tome varias fotos del momento~ Canturreo Pacífica alzando su celular como si se tratará de un trofeo.

-¡Debes enviármelas!- Exclamó Mabel apretando los puños contra su pecho y mordiendo su labio inferior, parecía tener doce años de nuevo.

-Este tipo de escenas estremecen a todas las mujeres, sin importar la edad- Dipper quien aún se encontraba somnoliento bostezó aburrido- Me iré a trabajar, pero prometo regresar cuando empieze la fiesta- Tomo a su esposa de la cintura para luego darle un beso corto en los labios.

-Cuidate, cariño- Pacífica lo observo con dulzura.

-Lo hare- Aseguró- Perdonen que no pueda ayudarlas con la decoración- Se disculpo fijando su vista principalmente en Mabel.

-No te preocupes- La castaña le restó importancia al asunto- Pacífica y yo somos mujeres fuertes- Dijo empezando a realizar posees semejantes a las de un fisicoculturista, al parecer se levantó de muy buen humor.

Dipper y Pacífica se rieron.

-Eso me alegra- Sonrió para luego observar su reloj- Se me hace tarde, me voy- Sin esperar más tiempo corrió hacia la entrada de la casa.

-¡No olvides el pastel!- Le gritaron ambas mujeres al únisono, olvidando que los niños aún dormían.

-¡No!- Exclamó Dipper antes de cerrar la puerta de la casa. Con cierta rapidez entro en el auto y después de encenderlo arrancó, alejándose del hogar de su hermana.

-Bien- Pacífica observó a Mabel- ¿De qué me encargo?- Preguntó.

-Encárgate de la decoración. Manteles, globos, serpentinas, sillas, etc, asegúrate de que el patio se vea decente- Pidió- Yo me encargaré de la comida, te ayudaré en cuanto pueda-.

-Seguro- Pacífica se arrémango las mangas de su camisa con decisión y salió al patio, no sin antes tomar algunos objetos esparcidos en la sala y llevárselos con ella.

-Bien, Mabel Pines, debes destacar con los aperitivos- Intentando inculcárse fuerzas se amarro el cabello en una coleta bien elaborada para luego sacar del refrigerador un sin número de frutas, dulces y otros alimentos.

Comenzó a realizar su labor bastante concentrada, ya pronto su hijo dejaría de ser un niño y se vería obligada a no hacerle más fiestas de cumpleaños, por ello quería que está fuera perfecta. Estarían sus amigos y familiares presentes así que no sólo su hogar debía dar una buena impresión, tambien Billy y ella.

En ocasiones recordaba lo feliz que solía ser cuando tenía doce años. No debía pagar impuestos ni criar a un infante prácticamente sola. Billy era su mayor bendición y no se arrepentía de tenerlo, pero cada vez que recordaba el como se había deteriorado por la muerte de su esposo logro convertirla en un sol que sus rayos más bien eran opacádos por cientos de nubes.

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