Aquí y ahora...

3.9K 284 72
                                    


Hola de nuevo!

Pues aquí estoy con el segundo reto de la página de Facebook Wincest Infinito. El pront de este segundo reto esta basado en la imagen que os dejo arriba. La pregunta, la misma que el anterior... ¿Qué pasa ahí?

Pues esto es lo que creo que pasa... Espero que os guste. No dejéis de comentar. 




Aquí y ahora

By: Saphirott

—¿No podemos esperar a llegar al motel para hacer esto? —pregunta con fastidio echando un rápido vistazo a su alrededor. —Mira este sitio... Dios, creo que es peor el remedio que la enfermedad —. Y en su cara asoma una expresión que se mueve entre la incredulidad y el asco.

No es para menos, no es que ellos estén acostumbrados a lujos, es más, podrían decir que ya pocas cosas les sorprenden en cuanto a improvisados refugios, habitaciones de mala muerte e incluso casas ocupadas cuya habitabilidad y seguridad era más que dudosa, pero es que este lugar...

Están en medio de la nada, en algún lugar entre Kanab y Provo, en medio del bosque Fishlake en la maldita Utah. ¿Qué hacían allí? Perseguir a ese desgraciado wendigo que para cuando tuvieron noticias suyas, ya había acabado con la vida de cinco personas. Tardaron cuatro días en localizarlo y toda una noche hasta que por fin consiguieron hacer una buena fogata con el maldito bastardo que se fue peleando y ese, es el motivo de que estén ahora mismo aquí.

—¿Qué mierda de sitio es este? —protesta de nuevo.

—Vamos Dean. Deja de quejarte de una vez. Ponte ahí... —dice señalando una pared en la que un fluorescente parpadea inseguro— Necesito un poco de luz para verte eso.

—No, en serio Sam. ¿Qué cojon...

—¡Yo que se Dean! —interrumpe impaciente— Parece los restos de un camping abandonado, un vestuario o algo así. ¿Qué más dará? ¿Ahora necesitas un campo esterilizado para sentirte seguro? Muévete, no tenemos todo el día.

—¡Eh! —protesta Dean, apuntando con un dedo al pecho del menor— A mí no me hables así, por muy grande que seas todavía puedo darte una paliza con una mano atada a la espalda. ¿Lo entiendes, enano? — Los ojos del mayor brillan desafiantes pero sus labios se curvan en una sonrisa canalla que aviva algo que se lleva fraguando en el interior de Sam desde hace rato, ese algo que le llevó a insistir en parar en aquel lugar.

—Claro, lo que digas —responde con desgana, empujando ligeramente el cuerpo de su hermano en la dirección adecuada.

Dean se deja hacer, camina con cuidado, sorteando cosas tiradas, manchas y charcos de algo cuya procedencia prefiere no saber. Huele a humedad, moho y orines concentrados, y como ya había pensado cuando entraron, alcanza el primer puesto en su top diez de los peores sitios en los que han estado jamás. No entiende porque el empeño de Sam en hacer esto ahora, no es tan grave, ha estado mucho peor otras veces, podría aguantar perfectamente a llegar al motel, eso sin tener en cuenta de que viajaban acompañados.

Últimamente no entiende muchas cosas de Sam. Es extraño, pero hay algo en él que le mantiene alerta, que le hace desconfiar y sinceramente, esa sensación es una mierda porque Sam ha sido lo único fiable en su vida, lo único autentico, su refugio y su hogar. Es algo en su mirada, en su forma de hablar y comportarse; luce como Sam, se mueve como él y su voz es igual, pero de alguna forma, no es Sam. Y eso le desconcierta, porque ha hecho todas las pruebas que descartan posesiones, metamórficos u otras consecuencias sobrenaturales, dándole una respuesta que no parece la adecuada pero que es cierta, sí que es Sam.

Aquí y ahoraWhere stories live. Discover now