— ¿Qué es lo que quieres?

— Primero que nada, que sepas que quiero saber qué ha sido de ti, me pregunto si no quieres dar una vuelta o algo. — el nerviosismo se escuchaba por su parte en su triste intento de sonar temerario.

— 20 minutos y espero que después de ello me dejes tranquila.

Su rostro parecía iluminarse con sólo un par de palabras.

— ¿Te parecería bien caminar?— preguntó y yo sólo asentí.

Emprendimos el camino y como si nada empezó a hablarme de cosas triviales y preguntarme acerca de mí.

— Recuerdo mucho la vez en la que nos despedimos, en aquel entonces esperaba decirte más cosas pero no pude, lo único que hice fue dejarte en tu casa e irme con la incertidumbre si volvería a verte o no.

—¿A qué te refieres?— cuestioné.

— ¿Sabes Dylan? Es extraño de alguna forma porque sigo siendo el mismo niño que conociste, pero al parecer tú has cambiado bastante, no me malinterpretes en ese sentido, quiero decir me agrada tu cambio. — se detuvo y sin pensarlo me abrazó. —Perdón por hacerlo pero tenía que hacerlo antes de regresar porque el tiempo ya se está acabando.

Lo que pensaba decirle por el abrazo de alguna forma desapareció, pero me extrañaba lo último que salió de él.

¿Tiempo?

— Debo entrar, sería mejor si fueras a tu casa antes de que oscurezca más— respondí rompiendo el abrazo.

No espere ninguna respuesta y simplemente caminé de regreso a casa y entré.

Subo a mi habitación y cierro la puerta detrás de mí me adentro un poco mas recostandome en la cama tapando mi cara con mi brazo. Me siento frustrada, el día de hoy parecía un absurdo cliché adolescente de mierda, y eso me molesta, no quiero que parezca que soy blanda, no quiero nada de eso.

— Esa no eres tú. — escucho a Toby y me levanto para verlo, no sé en qué momento fue que llegó o si llevaba aquí desde que llegué.

¿Cómo es posible que no me percatara de algo como eso?

— ¿Qué demonios? — respondí a su presencia.
Se encontraba sentado en la silla de mi escritorio como si llevase rato esperando ahí.

— Tranquila, aún no vengo por tu cabeza, aunque ganas no me faltan porque al parecer hay algo que hace que te pongas rara y eso es un fastidio.

Mierda.

— Eso es algo que no te debe interesar. — digo en un patético intento de no mostrar que pudo leerme en unos instantes.

Me incorporo en mi cama y por alguna razón esta ocasión me siento un poco ansiosa y nerviosa, cosa anormal que pasa sólo cuando estoy con él, o eso últimamente. De cierta forma logra intimidarme, no quiero decir que no lo hiciera desde que lo vi aquella vez en el bosque pero, es como si tuviese que hacer lo que no hago o hacía antes de que él se apareciera por mi vida.

— Cierto pero, por alguna razón me molesta que mi siquiera te hayas dado cuenta que acababa de llegar y eso me pone en alerta por si llegas a hacer una estupidez. Recuerda que hay algo por lo cual aún sigues con vida. — Suspiro y se levanta de la silla. — En estos momentos creo que lo que prefiero es no verte así que me voy.

Sin poder decir nada él partió por dónde entró; mi ventana dejándola abierta y permitiendo el paso para la corriente.

+++++++++++
Mi alarma sonó, y yo yacía en mi cama, no recuerdo en qué momento fue que me dormí.

Me levanto y los flashbacks de anoche inundan mi cabeza.

— Que patética soy.

Entro a la ducha y luego de eso me pongo algo ya normal, mis pantalones negros, rotos de las rodillas, una playera de Metallica con mi sudadera negra y mis botas militares, como siempre seco mi cabello y lo pongo de lado.

Agarro mis cosas y bajo, para mi suerte Alice no está.

Miro la hora y salgo de casa; al salir un pinchazo en mi cabeza hace que suelte un quejido. Debería ir con un doctor, no es normal que pase esto.
Camino hacia la parada del bus, coloco mis auriculares y como siempre intento seguir la rutina.
Llego a la escuela, todos los demás parecen inmersos en sus mundos, a veces solo quisiera que dejasen de ser tan patéticos.

A primera hora me toca Historia Universal, así que entro a mi aula y tomo mi lugar, mis compañeros, igual que todos solo me miran sin decir nada.
Sigo con mis auriculares, los alumnos aun llegan, pero hay uno en específico que claramente reconozco.

Chris.

Y como si nada, toma asiento detrás mío.
Como si nada saco un cuaderno, mi lapicera e inicio a dibujar sobre el papel con su mirada sobre mi espalda.

✔c o r r e g i d o    y   e d i t a d o

Anormal (Ticci Toby)Where stories live. Discover now