Capítulo II. Estrella del Norte.

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Capítulo II. Estrella del norte.

Ella era la más bonita de todas o eso es lo que decían las demás estrellas a su alrededor y ella con cada atardecer, siendo la primera de todas en despertar haciendo resplandeciente la llegada de la noche; producía cierto animo dentro de su corazón. Una ola chispeante de sensaciones bonitas chocaba con su cuerpo solo con verlo al otro extremo de donde ella estaba y era más sabido que su corazón latía tan fuerte como podía.

Una estrella enamorada.

Llegaba repetidas veces a fijarse en su aspecto, su cabello azulado tan largo como podía dejaba que los pequeños resplandores siguieran atrapados; una chispeante sonrisa tan blanca y pura como ella misma junto a sus inquietantes ojos azulados que seguían fijos en el contrario que solo parecía cada cierto tiempo desanimado y ella llegaba a preguntarse del porqué.

Hey, estoy cerca de ti.

El cuidador más de una vez le advirtió, ella solo había sido creada para resplandecer en el firmamento de la negruzca noche y no para tener sentimientos por otras estrellas como ella. No podía darse ese lujo, debía sonreír y esperar a que dios le escuchara con su lamento dentro de su interior porque ella quería terminar ese sufrimiento.

—Ojala en otra vida, ambos podamos estar juntos —susurro tambaleando sus pies de un lado a otro—. Escucharas mi nombre y para ese entonces, ambos terminaremos enamorados o eso quiero pensar...

Soltó un enorme suspiro, volteo la vista al amanecer que se apreciaba acercarse y dejo que sus lágrimas brotaran de sus bellos ojos haciendo que tocaran cada vez más su alrededor. Llenaba su soledad y espacio de esos sentimientos inalcanzables para aquella estrella que cautivo su atención; temerosa de que nunca le correspondiera.

¿Cuánto tiempo más tenía que esperar?

Otra noche más termina y ella vuelve a caer en un profundo sueño; comienza a imaginar el punto donde le conoció junto a un pequeño sueño donde ella y él podían volver a conocerse en otra vida, una donde ambos fueran terminando en el sentimiento que era tan grande dentro de ella. Crecía y no se desvanecía, se expandía; contagiaba su interior mientras seguía palpitante, vivo en su interior de una forma tan perfecta.

Su creador había logrado algo único con ella, sus sentimientos podían apreciarse en su clara mirada y su resplandeciente ser que seguía tan resplandeciente como todas las noches. Cada vez que la veían podían deducir del porque relucía de entre las demás que estaban a su alrededor; pero todo ese resplandor en cierto tiempo se apagó.

No me dejes, vuelve.

Fue cuando le otorgaron a la estrella del sur poder ser un humano, la escucharon con su voz tan cálida llamarle y después ver como comenzaba a marchitarse con esos sentimientos tan hermosos que tenía en su interior.

—No llores, nada malo ha sucedido —le dijo el cuidador intentando calmar su tristeza

—N-no me gusta esto —susurro mientras cubría su rostro y lo ocultaba con sus mechones de cabello que caían

Lagrimas que brotaban de un corazón tan puro, ella la estrella más hermosa de todas iba perdiendo su color y brillo; por el simple hecho de perder a la única estrella de todas las demás que le daba color a su vida. Los brillos que resplandecían sus mechones de cabello eran tan pequeños que cada cierto tiempo parecía que no existía alrededor de las demás, como si fuera desapareciendo de la vista de los humanos.

Denme una oportunidad.

Imploro a todos, grito que le dejaran ser feliz pero nadie quería escucharla porque su deber era quedarse toda la eternidad en ese lugar y sentía que se marchitaba cada vez más al escuchar las palabras negativas de dios. Una noche como cualquier otra, se resignó a solo vivir siendo una estrella más y sin ningún sentimiento del por cual debía depender.

Pero, no todo era como se lo imaginaba y sus demás compañeras lo sabían debido a que su resplandor ya no era tan divino como antes; los siglos que habían pasado les hacían darse cuenta que ella entre más intentaba resignarse iba perdiendo vida y se veía tan opaca como su vista les daba. Una decisión dolorosa fue tomada por el cuidador y su dios que le habían dado esa oportunidad de ser un humano con esa libertad que ella quería.

—Solo que, te tomara años o siglos encontrar a tu otra mitad —le comento dios al tocar sus cabellos de ella— y sufrirán para darse cuenta que se aman mutuamente

—N-no me importa —contesto nerviosa y seguirá de su decisión tomada

Sintió un dolor recorrer su cuerpo, el caer deliberadamente y encontrarse perdida en sus recuerdos que le venían como pequeños golpes, despertando en una habitación. Su habitación de esa vida que tenía.

Quiero encontrarte pronto.


...

Y aqui quedo este capitulo, he pensado que me gusta como esta el resultado y eso. 

Jeee, quiero suponer que pronto subire el siguiente. 

Muchas gracias por leerlo, se lo dedico a la personita que etiquetare ahorita. 

Nos vemos

Constelaciones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora