El Internado.

Capítulo 8

-Claro papá.

-Te prometo que a partir de ahora las cosas serán diferentes. Haremos cosas de padre e hijo y te prometo que te llevaré a los lugares que más te gusten. Juntos. –Dice Noiret, apoyando su mano en el hombro de Iván.

-Primero tengo que hacer una cosa. Enseguida estoy.

-No tardes. –Dice Noiret.

María está fregando los platos, enfadada.

-Espero no ser yo el que te haya hecho enfadar. Como sigas así vas a romper los platos. –Dice Iván, sorprendiéndola.

-Iván...no, lo que pasa es que esta grasa no se va con facilidad.

-Quería decirte algo. –Dice Iván, nervioso.

-Dime. –Dice María contenta.

-Ni siquiera sé por qué estoy haciendo esto. Pero visto cómo te trato y nunca dices nada, creo que eres lo más cercano a una...madre. –Esas palabras a María, resuenan en su cabeza. No puede estar escuchando eso. No de Iván. –Sé que mi viejo es insoportable y a veces querría matarle, pero es mi padre. Así que voy a testificar a su favor.

-Iván, no lo hagas. No sé por qué querrá que lo hagas, pero no lo hagas.

-La verdad, es que no sé porque te hago caso, chacha de mierda.

-Iván, tengo pruebas de que lo único que tu padre quiere es que testifiques a su favor.

-¿Ah sí? A ver.

María saca su móvil y se lo enseña. Le duele ver a Iván así, pero tiene que enseñárselo. De esa forma, no le dará lo que Noiret quiere.

Iván se marcha sin decirle nada a María y se dirige hacia el despacho del director. En él está su abogado y la jueza y un señor que está escribiendo en todo momento todo lo que estoy hablando.

Mi padre, por suerte se ha quedado fuera. Sé que lo que voy a hacer, va a marcar un antes y un después en la vida de los dos, pero tengo que hacerlo. Voy a declarar.

-¿Está preparado? –Dice la jueza.

-Sí.

-Empecemos.

-¿Es verdad que su padre maltrataba a Eva Sermero, la denunciante?

-Sí. –Tras mucho pensarlo, decide contestar. El abogado de la familia, no se cree lo que está pasando e intenta evitarlo, pero la jueza no se lo permite. –Decía que tenía que hacer lo que él decía, sino le iba a partir la boca. Un día, le hizo ella una sorpresa a mi padre y él se pensaba que estaba liada con su amigo, que le ayudó a montar la sorpresa y cuando llegó a casa, lo primero que hizo fue desnudarla y dejarla tirada en la calle toda la noche.

-¿Y a ti? ¿Te pegó alguna vez?

-Sí, muchas veces. Incluso aún me sigue pegando. –Dice entre lágrimas.

-Lo has hecho muy bien. Tenemos lo que necesitamos. Ya no hay más preguntas. El Señor Jacques Noiret está detenido, permanecerá en la cárcel durante tres años. –Dice la jueza al abogado.

Cuando todos salen, sus amigos están esperando a que salga, entre ellos su padre. Que no sabe lo que ha ocurrido ahí dentro. Dos policías que había dentro, sacan sus esposas y lo detienen.

-Lo he hecho, tío. Te he hecho caso. –Dice Iván a Marcos.

-Eres grande. Sabía que ibas a hacer lo correcto. –Dice Marcos, dándole un beso.

-¿Qué es lo que te ha hecho cambiar de idea? –Dice Carol.

-Mi hada madrina, que me ha abierto los ojos. –Dice Iván, mientras mira a María que va con sus bártulos por el colegio.