Posteriormente fueron a buscar al otro programador: Sousuke Tamada. Al parecer Chiro le mandó una carta donde salían las frases que él mismo escribió antes de morir, y donde se hablaba de un elemento revolucionario que había introducido en el juego.
La conversación comenzó fluida:
-Buenos días. Nos permite hacerle unas preguntas?
-Cómo no.
-¿Es usted un programador del juego?
-Efectivamente. Yo di forma a las ideas de Satoshi Tajiri. Eso es todo.
-Así que se le da bien.
-Digamos que sí.
-¿Trabajabais en equipos, no?
Sousuke calló un momento.
-Estáis en lo cierto… –dijo vacilante.
-Usted tenía un compañero, llamado…
-Chiro Miura.
El ambiente se puso tenso.
-Sabía de su comportamiento, entonces.
-No lo conocía bien, sólo nos encontramos unas cuatro veces para intercambiar datos. Pero os puedo decir que era un tío cerrado y excéntrico, debía arrastrar algún trauma de la infancia. Estaba siempre buscando la oportunidad para conseguir la gratitud de cualquiera. Creo…
-¿Qué? ¿Qué cree?…
Sousuke se tomó un rato.
-Creo que era un hombre muy débil. Tenía ideas grandes, pero… ya sabéis, jeje.
-¿A qué vienen ésas risas?
-No era nadie especial. No se puede cambiar el mundo sólo con una idea. Has de ser alguien para recibirreconocimiento. Y creo que él era consciente de ello.
Los detectives callaron, sin saber cómo dirigir la conversación. Al poco, reaccionaron:
-¿Qué parte tocó Chiro del juego?
-Nada… digo, nada especial. Unos pocos detalles iniciales casi irrelevantes.
Sousuke parecía que iba a decir algo más, pero se lo callaba. Escondía algo.
-¿Qué más, señor Tamada? Usted sabe lo de las muertes de los niños, ¿no? Y Chiro estaba metido en el ajo, ¿no?
-¡Escribió parte del discurso del profesor Oak! ¡Ya está!
-¡Más cosas! ¡No se lo calle! ¡Usted trabajó con él! Seguro que es responsable de las muertes.
-¡No podéis demostrarlo!
-¡¿Qué cojones le hizo Chiro al juego?!, ¡responda!
-Hizo…hizo lo que le dije que hiciera
Silencio absoluto.
-¿Cómo?
-¿Queréis saber de qué va esto? Mirad. Chiro era una mente brillante, pero era un inútil programando, y era un maldito payaso. Hacía lo que fuera para no pasar desapercibido. Si estaba en el proyecto era por su brillante idea. Y porque daba pena, claro. Le decías “Haz esto” y lo hacía. ¡Ni se lo pensaba! ¿Cómo no iba a aprovecharme de un pelele como Chiro? Las ideas son mías. Él las impuso en el juego. Con su filosofía y miinfluencia, conseguiríamos revelar un secreto que el mundo necesita descubrir.
Sousuke se acercó a la ventana. Los detectives sacaron sus armas.
-¡Aléjate de la ventana! ¿Qué no nos oyes? ¡Aléjate! ¡Último aviso!
Los 151 cartuchos malditos de Pokémon
Start from the beginning