Capítulo 1

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Introducción:

Buenas! Esta es la primera historia que escribo y quería compartirla con vosotros, es de creación propia y cualquier similitud es por pura coincidencia, espero que disfrutéis leyendo tanto como yo disfrute escribiéndola. He de decir que la apariencia de las protagonistas de la historia (Nicole y Natasha) es la misma que las chicas que aparecen en la portada, siendo Natasha la imagen de arriba y Nicole la que aparece debajo. La historia está completamente terminada pero iré subiendo de capítulo en capítulo o quizás algún día actualice más de uno, hoy por ejemplo subiré dos, ya que el primero es algo corto, pero siempre será dependiendo de los comentarios y de las ganas que tengáis de seguir leyendo :) Un abrazo.

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Me llamo Nicole Cooper y tengo 20 años, soy morena de ojos marrones, estatura media tirando a alta, para ser más precisos 1'70, pero con unas curvas bastante acentuadas o como muchos dirían de infarto. Estoy en mi segundo año de universidad y estudio arquitectura, mi vida es normal con unos padres que me quieren y que siempre se preocupan por mí, saben que soy lesbiana desde siempre, y no porque lo aparente, sino porque el no tener en la adolescencia posters de chicos en las paredes sino de chicas pues da que pensar, aunque siempre esperaron a que estuviera preparada para decírselo. También tengo bastantes conocidos, aunque se podría decir que amigos bastante pocos, me gusta elegir bien a mis amistades y procuro que sean personas con las que comparto muchos momentos y gustos, por ejemplo, mi amiga Yvaine está conmigo en la universidad, pasamos mucho tiempo juntas y no hay nada que no sepa de mí ni yo de ella, por otro lado, también tengo a Michelle, mejor conocida como Mich, ella también sabe todo de mí, siempre estamos juntas, y se sienta justo a mi lado en clase, podría decirse que entre Yvaine, Mich y yo formamos el grupo perfecto. Siempre he sido algo popular, conozco a casi toda la universidad y no hay lugar en el que no salude a alguien, he tenido unas cuantas relaciones, siempre con chicas, pero nada serio, ni siquiera hemos pasado de simples besos, supongo que eso que dicen de que cuando encuentras a tu chica ideal se te acelera el corazón, casi no puedes hablar y tu cara pasa de un color normal a un rojo tomate no me ha pasado aún. Siempre he sido la que he llevado la iniciativa, pero pronto me ocurrirá algo que jamás me había sucedido antes.

Suena el despertador a las 7:00 h, me levanto voy al lavabo, me aseo, abro mi ropero y opto por ponerme unos pantalones vaqueros sencillos color azul, una sudadera color gris y unas converse color negras, nunca me ha gustado ir a la universidad muy arreglada o incómoda, me pongo algo de rímel y un poco de brillo en los labios, pero nada ostentoso, no quiero ir como una puerta. Mi padre hoy entra algo más tarde a trabajar, así que le coge de camino llevarme a la universidad, después de 15 minutos llego a mi destino.

- Adios papa, gracias por traerme.

- De nada hija, si necesitas que te pase a buscar avísame.

Cierro la puerta del coche y me encuentro con Yvaine y Mich.

- Hola morenita.

Así suele llamarme Mich.

- Hola chicas, que hay nuevo.

Siempre pregunto eso al llegar ya que las dos parecen auténticas reporteras, casi todo lo que ocurra en la universidad lo saben, y como estábamos pendientes de que una profesora algo antipática se jubilase, pues no sabía nada de su sustituto.

- Hoy llega una profesora nueva, o eso se escucha por el campus.

Dice Yvaine.

- Ojalá no sea como la anterior, creo que no soportaría otra vieja amargada que en vez de explicar mejor simplemente opta por poner los exámenes más difíciles.

Cuando menos lo esperasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora