TaeHyung no se consideraba alguien gallina por nada del mundo pero, en serio, ¿quién no tendría miedo al escuchar un quejido en medio de la noche frente a los escombros de una casa vacía?

—¡Estoy armado y no dudaré en gol-...! —se vio interrumpido de nuevo al parpadear y notar una silueta frente a él, la cual volteó con rapidez, dejando ver algo inusual en él. Tae abrió los ojos de golpe—. O-¡Oye, tú! ¿Acaso eres un hijo d-...? ¡MIERDA! —y enseguida la persona desconocida se defendió al mandarlo a volar lejos con sólo mover la cabeza: aquella persona era un hijo de la nada con un sistema dentro de su ojo: era la primera vez que Tae se encontraba frente a un hijo de la nada y más aún a uno que tuviese su sistema expuesto.— ¡Detente! —chilló, levantándose con dificultad para comenzar a perseguir a la silueta que, gracias a la poca luz que había, pudo identificar cómo un chico.

El chico corrió lejos de un herido TaeHyung, parecía que iba a escapar ileso pero como si el dicho si las cosas van demasiado bien algo anda mal estuviese viendo todo, puso entre los pasos del castaño un gato, haciéndolo perder el control para caer de golpe al suelo.

—P-¡Por favor! —chilló cuando Tae se tumbó sobre él, inmovilizándolo—. ¡No soy eso que dices! ¡Por favor, suéltame!

—¡Tranquilízate! ¡Soy de tu bando, deja de moverte que me lastimas! —jadeó tras recibir una patada en la entrepierna que lo hizo caer a un lado, liberando al chico castaño quién cubría a toda costa su ojo derecho con su flequillo. —S-soy Kim TaeHyung... Juro que no voy a hacerte daño, es decir, supongo que tienes miedo por eso que tratas de ocultar. Si... si me permites puedo llevarte con mis amigos, podrías ayudarnos a vencer a los Min y-...

—No quiero —chilló, obviamente con miedo por los mencionados—. A-además, ¿qué podría hacer yo? Ellos matan a todos los que aparecen con esta estúpida cosa, sólo me queda esperar aquí a ver cuándo me encuentran y me aniquilan por ser una amenaza —su frágil cuerpo temblaba de miedo, ambos chicos mirándose fijo mientras la mente de TaeHyung intentaba idear algo con qué convencer al castaño frente a él.


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—¿En verdad puede hacer un pastel de moras en media hora? —inquirió el chiquillo castaño a un lado del rubio, quién era ligeramente más alto que él.

—En serio, te juro: él es magnífico en la cocina. Ya verás que te adorará —sonrió el rubio, entrando a la casa mientras le hacía un ademán a JungKook para pasar. — ¡Regresé! —llamó a gritos, rogando por que la reunión de los opositores hubiese terminado ya para poder pasar con tranquilidad con su pequeño invitado. Tae suspiró aliviado al ver a SeokJin salir de la cocina con un bocado en la boca, seguro de que estaba preparando algo para cenar—. ¡Seokj-...!

—¿Quién es él? —inquirió el de hombros anchos y cabello rosado una vez pasó su bocado, acercándose a ambos chicos. Tae se movió a la espalda de JungKook para empujarlo a la vista de su hyung.

—Él es Jeon JungKook y es mi nuevo amigo —sonrió, dándole un apretón a los hombros del castaño—. Vamos, muéstrale —animó, ganando un asentimiento del menor quién despejó su flequillo de su ojo para dejarlo a la vista. TaeHyung se desanimó un poco al ver una nula reacción de su hyung. — Él puede ayudarnos, Jin, ¿lo ves? Tiene un sistema en su ojo y...

Mientras el rubio hablaba, el pelirosa se acercó al pequeño entre ellos para comenzar a analizarlo con la mirada, levantando un cuchillo a la altura de su pómulo para hacerle un corte rápido sobre la mejilla apenas tuvo una oportunidad, ganándose un alarido del menor más un chillido de terror del rubio.

Cruinne || 𝚅𝚔𝚘𝚘𝚔/𝚃𝚊𝚎𝚔𝚘𝚘𝚔 OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora