Magia: Hielo

El Colegio Pretty Glombe

Me levanto a eso de las 5:15 ss*, me baño y me pongo unos jeans, esos que se inventaron hace mas de dos mil años, una camisa blanca con un estampado que dice "Magic Rules" y unos Converse negros.

Bajo las escaleras y me encuentro con mi madre, quien prepara el desayuno.

-Hola mamá- la saludo con una sonrisa. Ella es una mujer hermosa de al menos tres mil años de edad y aún así conserva una juventud increíble, o al menos la aparenta. Es rubia oscuro y tiene ojos cafés.

-Hola querido, ¿Cómo estás hoy?- me rio, siempre me pregunta lo mismo cada mañana- ¿Qué es tan gracioso mi niño?

-Ay mamá, me preguntas siempre lo mismo- le digo con una sonrisa en el rostro, mi mamá es simplemente la mejor.

-Bueno mi bebé, es que soy tu madre, es natural- me dice mientras me sirve unos hot cakes y un vaso de leche.

-Si tú lo dices.

Acabo mi desayuno y me despido de ella, a lo que me responde con un "Te amo mi nene" Dios, estoy seguro de que tiene un libro lleno de apodos para mi con un titulo como "Apodos para tus hijos" o algo parecido.

Es increíble que a pesar de estar en el año 4014 el avance tecnológico no es tanto como el esperado, supongo que la magia reemplazó a la tecnología. De hecho, las ciudades de ahora tienen un toque entre ciudades modernas y reinos medievales. Ahora que lo pienso, es aún más increíble que tenga que andar a pie en vez de ir en una tabla mágica voladora o algo así.

Pero no se hagan una idea errónea sobre la magia, no es como si de repente con un "Bibidi Babidi Bu" alguien haga aparecer un pastel o algo como dinero. Es algo mucho más complejo, pero es también algo muuuuy aburrido y que poco me interesa, y a pesar de que mi padre me obliga a estudiarla, preferiría ser algo así como uno de los 10 Guardianes Elementales.

Y mientras pensaba en todo esto, me doy cuenta de que ya llegué a mi escuela, El Colegio Pretty Glombe, el colegio de magia más prestigioso del país. Esta es una de las cosas que parecen la combinación de La Edad Media y el mundo futurista de Volver al Futuro, o de Futurama, el programa ese del chico que se congela mil años, una de las pocas cosas de las que mi abuelo materno me habla.

Entro por la enorme puerta de madera de roble y de inmediato cruzo por el largo pasillo que se divide en dos y conduce a los diferentes salones.

-¡Mi amor!- me saluda mi mejor amiga Alisson. Una chica de mi mismo tamaño, hermosa de pelo negro y ojos azules, llevaba unos shorts rasgados en las puntas, una blusa azul claro con blanco y unas zapatillas azul claro.

-Hola querida, ¿Cómo estás?- le pregunto interesado.

-Pues ya sabes...

-No te preocupes, lo entiendo- le digo mientras le doy un abrazo. Mi amiga sufre por culpa de su padre que la maltrata, por desgracia no puede hacer nada ya que el hijo de puta es el Comisionado de Magia, algo así como lo que para ustedes vendría siendo un vicepresidente.

Entramos al salón número 115, tomamos nuestros asientos y en cuestión de segundos se nos une el último de nuestro pequeño grupo, Joe.

-Hermano mío- me dice mientras chocamos las manos- Mi lady- se refiere ahora a Alisson mientras la saluda besándole la mano como todo un caballero, este chico es increíble. Lleva unos jeans azul oscuro, una camisa polo negra y unos Converse azul marino, es un poco mas alto que yo, tiene pelo castaño y ojos verdes.

-¿Y ahora porque tan feliz?- le pregunta mi amiga.

De repente entra el profesor Jefferson, un hombre de al menos cincuenta y cinco años de edad, con pelo negro lleno de canas y muchas arrugas en el rostro.