Capitulo 2

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Cuando me desperté, tardé unos momentos en saber dónde estaba, y después me vino de golpe todo lo ocurrido la noche anterior. La alucinación, el muerto, Lucas.

Por más que no lo crean, Lucas ocupaba más lugar en mi cabeza que otra cosa. Una persona normal se preocuparía con ver morir a alguien... Mentira, si una persona normal (sobre todo una chica), ve a un chico como Lucas tampoco dejaría de pensar en el... O simplemente yo no era normal. Él tampoco era normal, no era una clase de chico que uno estaba acostumbrado a ver por acá, caminando tranquilamente por las calles o atendiendo un local, tenía más posibilidades de ser modelo fotográfico. ¿Por qué semejante hombre se había acercado a mí? No es que me quejara, pero saltaba a los ojos de cualquiera que él era mayor, que yo había terminado hace unos meses la secundaría mientras él estaba terminando la secundaria.

Mi teléfono sonó con el inconfundible tono de Mar, por lo visto estaba muy entusiasmada por saber todo lo ocurrido anoche. En el mensaje me obligaba a ir a nuestro café de siempre en media hora. ¿Es que esta chica no entendía que yo tardaba en despertarme? Y quería que este allá arreglada y todo en minutos.

Me puse una calza con un buzo grande, ya que estábamos en otoño y el frío ya se empezaba a sentir, y fui bajé las escaleras. Estaba por tomar el pomo de la puerta cuando escuché la voz de mamá.

-¿Dalia, te vas? ¿No vas a desayunar?

-Me voy a ver con Mar - respondí sin darme vuelta y giré el pomo.

-Espera, ¿Podemos hablar?

Me volteé a verla con mi mejor cara de pocos amigos, ella tenía una expresión de lastima. No sirvió.

-No, me voy a ver con Mar - y cerré la puerta antes de que ella pudiera contestar.

Caminé todas las cuadras con enojo hacia mi madre, ella no tenía motivos para ponerse como se puso. ¿Y ahora quería hablar? Lo siento, iba a tener que esperar. Para cuando llegue al café, Mar ya estaba ahí. Por su postura ansiosa parecía que había llegado hace mucho. O que yo tardé mucho. O solo estaba siendo Mar.

- ¡Aleluya, llegaste! Contame todo yaya.

-Dios nena, dejame sentar y desayunar que ni eso pude hacer.

Mar puso cara de perrito, pero no se pudo resistir en lo tocante a la comida, paro cuando terminamos me estaba mirando de una forma similar a los noteros, solo le faltaba la cámara y la grabadora.

Empecé a contarle lo que pasó desde que vi a Lucas, pero no le dije lo de la alucinación, esa parte la cambié por un baile juntos. Después le conté que me empecé a sentir mal y él se ofreció a llevarme, le pedí disculpas por olvidarme de ella y me excusé diciéndole que él me distrajo mucho (cosa que es vedad) Cuando llegue a la parte de la reacción de mi mamá ella también se sorprendió, pero la defendió diciendo que estuvo toda la semana actuando de forma rara, que tal vez era un instinto maternal que se le prendió de golpe, ¿Pero por qué?

-Bueno, ¿Entonces cuando lo vas a ver otra vez?- preguntó

-No sé, no hablamos de nada, y menos cuando vimos a mamá, ni su teléfono se...

-Facebook - dijo, como si fuera lo más obvio, y yo una tonta por no pensarlo.

-Se te olvida una cosa, no sabemos el apellido, y puede que ni siquiera tenga como nombre Lucas, puede ser "Tu LuQiTaSs" o algo así.

-No seas exagerada, dijiste que es mayor, no va a tener ese nombre.

-Pero igual no podemos, y se mudó hace poco, no creo que tenga a algún conocido como amigo.

-Sin contar que eso llevaría mucho tiempo, y que además es un poco acosador. - El comentario nos sacó varias carcajadas. - Bueno, ¿Pero te gustó?

El Don del PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora