Taehyung no sabía qué era excitarse, de hecho, él seguía creyendo que era hambre, pero comenzaba a dudar cuando su cuerpo se sentía caliente y su pequeño miembro empezaba a ponerse duro: jamás se había puesto así por el hambre. Eso era algo que sólo le causaba Jungkook.

—Ahh —un pequeño gemido salió de su boca cuando, sin preverlo, su entrepierna rozó con una de las piernas de Jungkook en lo que terminaban de acomodarse en esa nueva posición. Se separó de los labios del mayor y un diminuto puchero apareció en sus, ahora, enrojecidos labios. —Kookie —murmuró en un quejido suplicante.

Jungkook levantó la vista, tomando una gran bocanada de aire mientras intentaba procesar qué estaba pasando porque entre cada beso de Tae su mente viajaba fuera de sí, algo que solo causaba el pequeño minino.

—Tranquilo, bebé —susurró sobre sus labios, acariciando dulcemente una de las mejillas sonrosadas del más bajo—, ¿qué pasa?

Taehyung mordió su labio con impotencia porque no solo no sabía cómo explicar lo que tenía, sino que tampoco podía hacerlo gracias a su nula capacidad de hablar, ¿cómo decirle a Jungkook que le estaba empezando a molestar su entrepierna? Entonces, en su inocente mente, se le ocurrió: el pequeño minino tomó la mano de Jungkook, apartándola de su mejilla para guiarla a la molestia entre sus delgadas piernas, dejando al mayor con los ojos abiertos como platos ante la sorpresa; bajo su tacto se encontraba el despierto miembro del minino, listo para ser atendido por él. Casi atragantándose, Jungkook se vio obligado a pasar saliva pesadamente mientras intentaba reaccionar.

—Kookie —Tae insistió, frotándose contra la palma del mencionado, queriendo volver a sentir esa corriente sobre su abdomen, cerrando los ojitos al lograrlo.

En tan sólo segundos y gracias a esa pequeña imagen del minino que inundaba su mente hasta nublarla, Jungkook no puedo perderse más al fondo del abismo, atrapando los delicados labios del pequeño con hambre, con ansias, con deseo, distrayendo al minino de su pequeña tarea autoasignada para poder corresponderle lo mejor que podía. Taehyung tenía la ligera sospecha de que esta vez las cosas iban a ser algo diferentes ya que el beso no era igual de delicado que otras veces, esta vez habiendo pequeñas mordidas en sus labios, Jungkook explorando cada espacio de su boca con insistencia, demandante, controlándolo en todo sentido, y Tae no tenía ningún problema con eso.

La traviesa mano del mayor empezó entonces a delinear el delgado cuerpo del de ojos miel, una figura tan tierna con una piel tan suave y tersa que algún lado profundo de su ser deseaba marcar, llenarlo de mordidas, dejar en claro que le pertenecía a pesar de no hacerlo, ansiándolo; su mano llegó al fin hasta la costura del pantalón que usaba Taehyung, bajándolo con una lentitud impresionante con tal de disfrutar el momento, volviendo pesadamente a la realidad al escuchar el molesto sonido campaneante del timbre resonar por toda la casa.

—Mierda —gruño entre dientes, separando las manos de su pequeño pecado para cerrar los ojos y respirar.

¿Qué demonios estás haciendo, Jungkook?, pensó mientras se reprochaba mentalmente el desliz, tranquilizándose lo suficiente para separar el rostro de la cama y dejar un beso en la frente del menor, susurrándole un cálido "baja cuando respires tranquilo, ¿sí, bebé?" antes de alejarse con cuidado y arreglar su aspecto para bajar a regañadientes cuando el timbre sonó por segunda vez.

Al llegar al primer piso se miró por última vez en el reflejo de las puertas de cristal del mueble a pie de las escaleras, tratando de arreglar el desastre que tenía por cabello. Cuando se vio lo más decente que podía se acercó a la puerta, abriéndola antes de soltar un gruñido por la infortunada visita.

— ¿En serio? ¿Justo ahora? —refunfuño al dueño del cuerpo ligeramente más pequeño frente a él, el más bajo sonriendo tan brillante como siempre.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 26, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Neko corporation | 𝚅𝚔𝚘𝚘𝚔Where stories live. Discover now