29. Malditos celos

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Ella se dio la vuelta de repente.

─¿Qué haces aquí? ─preguntó llevándose una mano al pecho─. Debes dejar de hacer esto Yunho, un día me vas a matar del susto.

─Lo siento ─se disculpó apenado─, pero... quería invitarte a cenar.

─Se supone que ya hablamos de esto.

─Esta vez no voy a rogar que me perdones, ni nada, solo cenemos como dos amigos.

BoA exhaló un profundo suspiro.

─De verdad, debes dejar de hacer esto, no sirve de nada.

─Por favor ─suplicó él, tomando una de sus manos─, me haces mucha falta BoA.

Una expresión de angustia se dibujó en el rostro de ella.

─¿Vas a empezar de nuevo? ─Apartó su mano─. Ya te lo he dicho, nada de lo que digas o hagas me hará cambiar de opinión. En lo que a mí respecta, eres libre de seguir con Jayden o con quien quieras. No me interesa.

─Pero yo solo te quiero a ti.

─No es lo que parecía cuando estábamos juntos ─dijo indignada─. Así que no vengas a hacer todo este teatro, porque no te creo.

─No quiero que discutamos ─dijo dando un paso atrás─. De verdad no sé qué hacer para remediar esto, no sé qué hacer...

─Ese es el problema, no hay remedio Yunho, no hay remedio ─dijo ella fría y cortante─. Y respecto a la cena igual no puedo, tengo otros planes.

Yunho la vio subir a su auto y alejarse, se quedó algunos minutos inmóvil, impotente.

En ese momento recibió un mensaje en su móvil.

<<No me dejes>>

Era de ella, de Jayden.

Eliminó el mensaje y bloqueó su número. Le había prometido a Yura, antes de llevarla al parque donde se encontraba su hermana, que saldría de su vida para siempre. Excepto, de la vida de su hijo. No quería que creciera preguntándose quien era su padre, por lo que pediría custodia compartida. Una vez más condujo su auto, esta vez hacia su casa, necesitaba verificar cuales eran los planes de su esposa.

Cuando BoA llegó a casa, su madre le esperaba con la cena lista.

─Date una ducha tibia y baja a comer ─le ordenó como cuando era niña y llegaba de la escuela.

─Sí, mamá ─dijo BoA dándole un beso─. ¿Sabes quien estuvo de nuevo fuera del trabajo?

─Yunho supongo.

─Sí, no importa como se lo diga, no me dejará en paz a menos que me vaya.

─Ese chico me da tanta pena.

─Es un sin vergüenza, no merece tu pena.

─Lo sé, lo sé, pero quiero a ese muchacho.

─Sí, te comprendo, yo siento mucho cariño por sus padres, ellos siempre fueron buenos conmigo. Esta semana iré a verles para explicarles como están las cosas, porque Yunho les está ocultando la verdad. Tiene la esperanza que le perdone, pero eso no pasará.

Su madre suspiró, ella también estaba sufriendo con todo esto.

─Y les dirás que...

─¡No! ─le interrumpió BoA─. ¡Por supuesto que no!

Yunho se estacionó a cierta distancia y apagó las luces de su auto. Le tocó esperar poco más de una hora, mientras ella se duchaba, vestía y cenaba con su madre. Recordó cuando eran adolescentes, y pasaba a buscarla para ir a bailar o cenar, su suegro le hacía mil amenazas antes de dejarla salir. Aunque su primera cita fue justo a la salida de la escuela, que le invitó un helado. Estaba tan nervioso que sus manos temblaban, estaba seguro que ella iba a rechazarlo, pero sorpresivamente le dijo que sí.

Fantasías EróticasWhere stories live. Discover now