De Libros a SEXO: Entre el Amor y el Odio

CAPITULO 10 "Reflejos"

Hola bebés. ¿Qué creen? Hoy no pude dormir, literalmente me desperté a las dos de la mañana y desde ese momento no he logrado conciliar el sueño. Y ¿Qué es lo más extraño? Pues que mi imaginación voló y me puse a escribir este capítulo. Así que aquí os dejo el producto de mi insomnio xD

-¿Por qué tengo que quedarme? Yo quiero ir. –digo frustrado. Me tumbo en el sofá de la sala cansado. Eli se iba de viaje a Rusia por 4 días y algo me decía que esa odiosa mujer le acompañaría.

-solo serán unos días. –Alezandro me entrega el mando a distancia del televisor sonriéndome.

-días...

-porque no se distrae y ve una película.

-estas intentando distraerme mientras te llevas la maleta de Eli. –arrojo el mando al otro lado. –sé muy bien que tú lo vas a acompañar.

-El joven Ellison me pidió que lo ayudara a supervisar la obra mientras él se reúne con los directivos. Yo me quedaré en la ciudad mientras él viaja. –dice subiendo al segundo piso.

-entonces él irá solo. –murmuro ausente. Alezandro baja con la maleta de Eli y un portafolio. Desde hace unas semanas Eli le propuso a Alezandro ser su asistente. Al parecer Alezandro estudió arquitectura por correspondencia en una Universidad alemana. Eli decía que tenía talento. Por mi parte yo estudiaba bioquímica y disfrutaba en demasía las clases.

-Alezandro. ¿Eli viajará solo? –le pregunté antes de que se fuera.

-eso parece. –me dice antes de despedirse.

"Eso parece". Como si le fuera a creer. Quedaban exactamente 13 días antes de la tan aclamada boda ente ellos y yo no había podido avanzar en mi relación con Eli. Él evadía cada avance que yo hacía. Intenté muchas cosas, desde dormir desnudo junto a él, entrar accidentalmente cuando se duchaba e incluso me masturbe sin pudor alguno cuando le vi entrar a la habitación. Eli había evadido cada provocación con un temple que me hacía reconsiderar si es que yo le gustaba. Para este momento me encontraba al borde de la desesperación.

Ayer antes de que se fuera tomé la iniciativa y le besé intentando que pasara algo más, notaba que con cada acercamiento su determinación fallaba, no podía decir que le desagradara mi presencia porque notaba el deseo en sus ojos pero cuando estaba a punto de hacerlo caer algo hacía clic en su cerebro y él se detenía. ¡Ya estaba cansado de eso!

Jugaría mi última carta y esperaba con todas mis fuerzas que funcionara, porque este sería mi último intento.

Busque en mi celular el número de Joshua y lo llamo. Él era la única persona que podría ayudarme.

-tu cita es el jueves y hoy es lunes. Deduciendo que nunca quieres adelantar tus cesiones, debo suponer que algo grave está pasando.

-deja de psicoanalizarme Joshua. Esto es grave. Necesito un favor. –subo a mi habitación de prisa. Busco mi maleta de viaje y empaco lo más necesario.

-¿Qué ocurre?

-una vez me dijiste que tenías un amigo en Rusia.

.-.-.-.-.-.

-No lo encuentro. –camino por el hangar del aeropuerto. -¿Por qué no hay letreros en inglés? –miro frustrado todos los anuncios escritos en letras indescifrables.

-Porque no estudiaste ruso. –Joshua se ríe al otro lado del teléfono. Tengo ganas de arrojar mi celular contra el suelo.

-porque me la pasé estudiando inglés, francés, japonés y chino. ¿Te parece poco?