Recuerda que una de sus mejores vacaciones fue en compañía de su nana, cuando él tenía diez años, ella lo llevó a un poblado algo lejos de Chapel, donde tenía una granja y muchos animales que cuidar. Louis había perseguido tanto a los gallos como a los cerdos, que su overol terminó lleno de lodo, al igual que sus pequeñas botas de trabajo. Acabó con una rodilla raspada y un rasguño que alguno de los gatos de Sofía le hizo en la palma de su mano. También recuerda como dolían sus mejillas de tanto sonreír, esas risas y la sensación de satisfacción en su estómago que jamás podrá olvidar y que, hasta ahora, 7 años después no había vuelto a sentir.

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Las puertas del colegio se cerraron, Louis ya estaba en el salón, donde la clase ya había comenzado, Niall estaba sentado a su lado, y ninguno de los dos prestaba atención a lo que el maestro decía al frente.

—No podré soportar hasta la hora de almuerzo. Vamos, dime ahora. — rodando los ojos, Louis inclinó un poco su cabeza y llevo su mano a la boca de su amigo, silenciándolo.

Niall lo había notado un poco raro, así que le estuvo insistiendo a hablar.

—Nosotros no nos guardamos secretos, ¿recuerdas? —le había dicho cuando iban entrando al salón de clases y desde que tomaron asiento, no había dejado de insistirle sobre el tema.

—Es sobre Mark.

—¿Qué hizo esta vez?

Louis fingió escribir algo en su libreta cuando sintió la mirada del maestro sobre ellos y no levanto la vista hasta que el beta siguió con su explicación.

—No es lo que hizo, es lo que va a hacer. —susurro, intentando no llamar la atención.

—Niall, Louis ¿Quieren compartirle a la clase su plática? Porque al parecer es más interesante que lo que yo estoy explicando. — la voz del maestro hizo a todos en el salón fijar su vista en amos omegas, sus mejillas se tiñeron de color cereza y ambos negaron. —Bien, si los vuelvo a ver platicando los sacó de mi clase.

El hombre siguió hablando de los electrones mientras volvía a tocar la pantalla cambiando de imagen, Louis anotó lo que le pareció importante y siguió escuchando al hombre, pero Niall seguía con la duda y era un pecado dejar a un mejor amigo con ella, un grave error.

Los delgados dedos del rubio pellizcaron una porción de carne de la pierna del castaño y después la retorcieron un poco.

—¡Auch! —Louis se quejó por lo bajo y frunciendo el ceño volvió a mirar a Niall. —¿Qué haces?

—Sígueme contando.

—Nos van a sacar.

—¡Dime! — hizo un puchero y comenzó a dar saltitos sobre la silla. —No debe de haber secretos entre nosotros...

—Basta, ya me lo habías dicho, Niall.

—Te vuelvo a pellizcar. —la mano del rubio se asomó en señal de advertencia y Louis cerró los ojos y soltó un suspiro.

—Mark me va a llevar a un ginecólogo, no, no, al urólogo, bueno a eso, para comprobar que no perdí mi virginidad y he quedado en estado. — fue rápido al decirlo y susurró lo último por lo bajo, con el miedo de que alguien más lo supiera.

—¡No! —Niall soltó un grito que hizo eco en todo el salón, cerró sus ojos con fuerza y cubrió demasiado tarde sus labios.

El maestro apareció frente a ellos, sus brazos estaban cruzados sobre su pecho y tenía el entrecejo fruncido, Louis lo miró suplicante y el beta solo negó y señalo a la puerta. Un enorme dolor se apoderó del cuerpo del castaño quien comenzó a guardar sus materiales en la mochila, Niall lo imitó y ambos salieron del salón siendo despedidos por todas las miradas de sus compañeros.

—¡Estás loco! —le dio un pequeño golpecito con el codo.

—Venga, esa clase ni te gusta.

—Oh, cállate.

Louis empujó a Niall lejos de él, el rubio se tambaleó y cuando volvió a equilibrarse corrió hasta alcanzar a su amigo.

—¡No pude contenerme! - tiró de él de una mano y lo acerco - Tu papá está loco - las manos de Niall jalaron su cabello, dándole un toque a su dramatismo, para al final soltar un suspiro. —¿Qué no le dijiste que eras virgen? - las pequeñas manos de Louis taparon la boca del rubio.

—Qué te calles. — Niall soltó unas risitas y negó. — Sí, sí, le dije, no me creyó. Sabes que es muy... ¿Conservador?

Se sentaron en las gradas de la cancha, alejados lo más posible de los demás. Mentalmente, Louis agradeció que fuera jueves y que no hubiera entrenamiento, no le agradaría que alguien más lo escuchara. Se humillaría más.

—No lo justifiques, eso es. — ya no se hace. Es tu intimidad.

—Llevó al doctor a la casa, me negué. — cerró sus ojos con fuerza y suspiró. —Tengo la cita el sábado.

Mark se había creado en una familia con valores y creencias diferentes, Emmy, su esposa, había sido una omega demasiado linda y venía de una de las mejores familias de París. Entre los dos y con el poco tiempo que ambos tenían, educaron a Louis para que, al revelarse, pudiera buscar una buena pareja, pero, el omega había crecido con estigmas y creencias erróneas, contrarias a lo que todos esperaban que fuera.

—De todas formas, él debería saber que algo así jamás pasaría. — Louis se recostó sobre su espalda y evitó la mirada de tristeza que Niall le pudiera dar.

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La puerta del colegio se abrió, las clases terminaron más rápido de lo que Louis pudo imaginar. Estaban caminando sobre el pasto de un parque cercano a su casa, Niall iba a su lado mensajeando con su "pareja".

—Me dijo que me quería. — le había dicho mientras cruzaban la calle.

—¿No es muy pronto?

—No, quiere que vayamos despacio. Me da pena Louis, no esperaba encontrar a mi alfa en un antro.

Tampoco yo. Pensó.

—¿Podemos cambiar de tema?

Habían llegado a una heladería y compraron unas paletas, la de Louis era de chocolate y la de Niall de fresa. Caminaron rumbo a la casa del castaño, pero este no quería llegar aún, por lo que le mandó un mensaje a su nana avisándole que se quedaría en el parque y si Mark preguntaba le dijera que estaba dormido, ella le dio su palabra y confió.

Niall dejó su teléfono en el bolsillo de su pantalón del uniforme y fijó su vista en Louis, quien seguía lamiendo el palillo de la paleta.

—¿Qué harás?

La pregunta lo dejó pensativo, no tenía idea. Debía ir, Mario, el chofer, lo llevaría si fuera necesario amarrado. Pero cuando estuviera con Des, entre aquellas cuatro paredes, indefenso y humillado... No sabía qué haría, no había un plan.

—No puedo hacer nada, ¿sabes?

Se dejó caer sobre el pasto y cerró los ojos. No quería que el sábado llegara, estaba seguro de que sería el peor error de su vida.

Doctor Styles. La Sombra Del Pasado.•S.E• ||Larry Stylinson||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora