Te Ayudaré Quieras O No...

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- ¿Qué has dicho? - preguntó confuso el Lord

- El fragmento de tu alma está a salvo - observo a Tom

- ¿Cómo? - interrogó sin desviar su mirada de esos hermosos ojos verdes

Cerró sus ojos dejando que su magia inundara toda la habitación envolviendo a ambos, daba gracias a que su cicatriz había empezado a desvanecerse en su cuarto año para desaparecer por completo en el tiempo que estuvo con Tom en el pasado, para el no pasó desapercibida la expresión de sorpresa en el mayor, sonrío sabía que su magia nunca dañaría a Tom, poco a poco dejó que su pareja sintiera la calidez de su propia alma, junto a la pequeña cantidad de calor que emitía lo que Tom pudo deducir era el fragmento de su alma, sentir esa pequeña fracción de sí mismo era reconfortante y doloroso a la vez, sentía la necesidad de su alma por volver unirse sin poder lograrlo

- ¿Lo sientes Tom? - tocó con dulzura el rostro del mayor - la necesidad de tu alma por ser una sola nuevamente - susurro

- Ayham tu... - no termino de hablar debido a que el menor se acerco para darle un beso, apenas y era un rose de labios pero suficiente para ambos

- Así como puedo mantener ese fragmento de tu alma sin que se una a la mía, puedo ayudarte a restaurar tu alma - hablo sobre los labios del mayor

- Ayham eso... - de nuevo el menor lo interrumpió sabía lo que diría el terco de su pareja por eso impidió que dijera más

- ¡Lo se Tom! solo el arrepentimiento puede restaurar un alma fraccionada, pero eso no es totalmente cierto - sonrió para desconcierto del Lord - Yo también puedo, mi sangre además no creas que no me he dado cuenta, tanto tu magia como tu mismo te has vuelto inestable - se escuchaba un ligero toque de reproche en su voz - ¡Hasta cuando Tom! ¡Hasta cuando entenderás que nuestra unión no es simplemente una ligadura de magia como lo es para los demás magos!, nuestra unión va más allá, une nuestras almas, si tu alma sufre también la mía siente el sufrimiento, si tu magia es inestable también la mía lo será, por favor Tom ya no puedo más... - un ligero sollozo escapo de sus rosados labios - Estos 53 años soporte todo... El dolor de cada uno de tus horrocrux, mi dolor al ver como intentaste reemplazarme con estúpidos amantes, el dolor de verte y no poder tocarte, el dolor de querer estar en tus brazos o dormir juntos como lo hacíamos en Hogwarts... Solo era un maldito observador durante 53 años era mucho peor que tu cuando la maldición asesina te rebotó, por lo menos te podían escuchar y ver pero a mi no... Porque yo no hice los horrocruxces, sino tu, no era ni siquiera un espíritu o un fantasma o algo parecido, solo era una existencia que no podía hacer nada al ver como tu mismo te destruias... ¡Dolió Tom! Siempre dolió y luego como... - no pudo terminar de hablar más sollozos salieron de su boca, se aferró al pecho del mayor quien aturdido y con un sentimiento de culpa naciendo en el, envolvió al menor con sus brazos, apretando ligeramente

- Lo siento tanto Ayham yo no... - el dolor y el remordimiento se escucharon claramente en su voz, hundió su cara en el cabello de Ayham respirando el dulce olor a bosque que desprendía el menor, dejó que llorará y se desahogara todo lo que necesitara, era su culpa su pequeño sufrió por su culpa

- Tom... - llamó después de un rato, cuando logró calmarse

- ¿Si? - miro a los ojos de su bello ángel

- Te ayudaré quieras o no... Tu alma volverá a estar completa - hablo con firmeza, que hizo sonreír al mayor, ahí estaba el testarudo, pero frágil y la vez fuerte chico que conoció en sus años escolares, lo observo durante unos minutos

- Está bien Ayham ayudame - respondió ganándose un tierno beso en sus labios y una hermosa y radiante sonrisa, ambos giraron sus rostros para ver una lechuza de color marrón dando pequeños golpes en la ventana cerrada de la habitación, desconocida para el Lord oscuro pero conocida para el menor, quien de forma rápida se acerco, abrió la ventana tomando la carta que la lechuza traía con sigo, leyendo lo más rápido posible no pudo evitar la sonrisa de satisfacción que apareció en su cara

- ¿De quién es? - preguntó curioso observando como el menor doblaba la carta para después tomar un pergamino escribir de forma veloz, entregar el trozo de pergamino a la lechuza y esta salir volando

- ¿Ayham de quién era? - volvió a hacer la pregunta cruzándose de brazos

- De Cedric - contestó causando la molestia del mayor quien se acerco, con una de sus manos tomó el cabello del menor jalando un poco, vio la mueca de dolor en la cara del peli negro unos segundos y después tomó los labios posesiva mente y con un poco de brusquedad

- Eres mío Ayham - susurro sobre los labios del menor para volver a unirse en un demandante beso...

Nota:

Lamento no haber podido actualizar la historia pero estoy a final de cuatrimestre y bueno no he tenido mucho tiempo, mañana actualizaré por lo menos una de las historias, gracias por leer

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