-Gracias... por todo

Asintió sin mirar y salió despavorido. Tomo aire esperando que su siguiente inquilino fuera más fácil de tratar. El cuarto estaba abierto también, esta vez entro sin llamar queriendo sentirse un poco más el, arrogante y seguro. Se sorprendió de ver al grandullón mirando por la ventana

-Aquí hay algo de ropa...

El rubio giro dedicándole una sonrisa, una curva hermosa en ese rostro tan duro y varonil 

-Gracias- examino la camiseta y frunció el ceño, no se quejaría ni diría nada pero estaba convencido que no le quedaría- eres muy amable y valiente, estas tomando esto con mucha calma

-No me queda de otra

-Todo saldrá bien iron man

Tony parpadeo, se suponía que él es el que debía tranquilizarlo, debía decirle cosas que lo hicieran sentir mejor en ese mundo pero no, sucedía todo lo contrario, él era el que le calmaba

-Bueno, nos vemos... -Dejo salir el aire que estaba reteniendo, la realidad se estaba convirtiendo en una pesadilla 

El cuarto del señor frialdad estaba cerrado a diferencia del de los demás, llamo y después de unos momentos la puerta se abrió, la boca de Stark cayó hasta el suelo, el rubio le recibió sin la parte superior del uniforme, el torso magníficamente marcado, sin un solo gramo de grasa, lucia manchado ligeramente de sangre, las cicatrices de batalla se notaban dándole más rudeza de la que aparentaba

-Entra- dijo el rubio con voz engañosamente suave, obedeció por inercia

-Para que estés más cómodo...- comento extendiendo la ropa doblada

El ojiazul parecía muy divertido con la situación

-Que considerado- coloco una mano en la barbilla, pensativo- extraño pantalón, parece una pijama

-Es una pijama- respondió con el ceño fruncido

-Claro...- el rubio tomo una botella de agua del buro

-¿No hay de estas en tu universo?- indago intrigado

-Por supuesto, pero yo no las necesito

-¿Porque no?

-Porque duermo desnudo

EL castaño sintió arder las mejillas, sobre todo cuando el capitán abarco con sus labios toda la boca de la botella en un gesto claramente sexual, o al menos eso fue lo que la mente de Tony interpreto

-Bien, yo me voy...

Salió huyendo, escucho las risas burlonas del otro lado de la puerta y de inmediato la vergüenza se transformó en coraje, se reprendió por milésima vez en la noche, nada en la vida lo preparo para ese momento, un Rogers hablándole abiertamente de desnudez     

Se acostó con la cabeza revuelta, pero todo el agotamiento mental le ayudo a conciliar un sueño y sin pesadillas. Despertó en su cama extrañamente cómodo, la luz del amanecer entraba por las suaves cortinas de la habitación. Se froto la cara con las manos, miro el reloj, las 7:43 era lo más temprano que despertó nunca, normalmente dormía hasta medio día, salto de la cama hacia la ducha, tendría que ver y corroborar con el cerebro fresco si todo lo vivido la noche anterior era real, se vistió con una playera negra y unos pantalones azules de mezclilla. Bajo y el ruido proveniente de la cocina le descoloco por un instante, no se escuchaba sonido alguno desde que todos se fueron

El aroma a comida le hizo rugir el estómago, entro inseguro en la habitación. Se detuvo en la puerta ante la visión. El Steve más grande estaba recargado en la encimera, la camiseta blanca que traía le quedaba ajustada, como una segunda piel, los pantalones llegaban hasta donde era justo pero la camiseta no, asfixiaba los enormes músculos, debía remediar eso de inmediato. Tecleo unos comandos en la tableta que cargaba siempre, comprara un guardarropa para ellos, al menos para que su estadía en ese lugar no fuera tan incomode

UN TONY para cuatro StevesWhere stories live. Discover now