- Fantasma-balbucea la mujer del cabello platinado.

Puedo notar los cortes en sus muñecas mientras su cuerpo se balancea hacia atrás y adelante. Sacudo mi cabeza ante la escena, parece sacada de una película de terror.

- ¿Y ella quién es?-interroga Nick, acercándose con pasos cautelosos hasta ella.

Avanzo hacia ambos para colocarme en el medio y alejar a Christina de la ventana. Después de todo lo que había pasado hasta ahora lo que menos quería presenciar sería el suicidio de la persona que solía ser mi madre.

- Te presento a Christina Fernández. -hablo, tirando del brazo de la mujer frente a mi.

Sin embargo, ella se mantiene reacia a moverse y con sus pies adheridos al suelo. Suspiro, pidiéndole ayuda a Nick con la mirada mientras escucho los siseos de Christina en la entrada de mi oreja.

- Fantasma.

- ¿De qué fantasma está hablando?-cuestiona Nick, alzando sus cejas a mi dirección.

Me encorvo de hombros sin saber que contestar. Sin duda alguna, la situación me resultaba espeluznante. Comenzaba a creer que el pasado se había aferrado a mí.

- ¿Qué hacemos con ella?-le pregunto a Nick, el cual se encuentra tan atónito como yo.

- Pues, podemos hablar con Habich, al fin y al cabo ella sigue siendo su madre. -argumenta, inclinándose sobre su estómago para sacarse sus zapatos.

Aprieto mis labios al escuchar el apellido de mi destructiva amenaza. El continuaba en mis pensamientos desde la vez en la que mis ojos los vieron por primera vez, algunas veces cerraba mis ojos y fingía que nada hubiese sucedido, pensaba en lo feliz que seguía siendo mi vida junto a él. Quizás tendríamos una familia, un hermoso hogar en alguna zona rural, seríamos esposa y esposo, Hachi estaría entre nosotros impidiendo cualquier contacto físico en su presencia y al final del día, después de cenar, iríamos a la cama juntos para ver las estrellas a través de nuestro techo de cristal, solo que al abrir mis ojos la realidad me golpeaba con mucha más fuerza de la que puedo soportar.

- Yo...creo que llamaré al psiquiátrico para que vengan a buscarla. -considero en busca del teléfono que hace unos minutos se había resbalado de mis manos.

Nick hace una mueca dándome a entender que no le importa a quién tenga que llamar para deshacerme de la lisiada en la habitación. Así que decido hacerle una interrupción al sueño de Derek.

El contesta en el tercer tono con voz apagada y somnolienta.

- ¿Qué quieres extraño que se atreve a interrumpir mi sueño?-suelto una pequeña risilla que me delata.- Oh, Amber, eres tú.

- Tengo malas noticias-le comunico, inclinando mi cabeza para sostener el aparato contra mi oreja a la vez que troto hacia Christina para impedir que abra la ventana.

¿Qué fetiche tenía esta mujer por las ventanas?

- Huh, todo el mundo detesta las malas noticias.

- Christina volvió-comento, apartando el teléfono de mi oreja para regañar a la loca frente a mi en susurros.- Está aquí conmigo.

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