No Lo Leas

El No! ~•1•~

-¿De que quería hablar conmigo, según usted?-le pregunté a mi madre-.

-Es mas que obvio ¿no crees?-me miro fijamente-

-¿Quiere que vuelva?- me crucé de brazos y piernas-.

-No- abrí mis ojos de tope, ese fue el no más firme que eh escuchado de ella, y eso que ella es firme- Pero...-ya sabía que era demasiado bueno para ser cierto- no puedo dejar que vivas sin el cuidado de un adulto, así que me encargué de eso

-¿De que habla? -me acerque poniendo los brazos sobre la mesa prestándole más atención-.

-Que ahora en adelante vivirás con una persona mayor, que pueda encargarse de ti y no corras ni un riesgo- se levantó de la silla a dirección a la sala de esta (ya que estábamos en la cocina), me levanté y con deprisa la seguí, y ahí estaba...él...-.

Un chico con cabellera negra como la noche, ojos azules como el mar y una sonrisa que derrite a cualquiera, a cualquiera, menos a mí; estaba sentada en el sillón más largo, mirándonos a mí y a mí madre, y ahí me di cuenta, que mi madre me entrego al demonio de las chicas, y al, lamentablemente, hermano mayor de mi mejor amigo.

-Hola MC- me saludo y yo solo me devolví a la cocina, seguida de mi
mama-

-Pero que rayos con eso mamá?! -le grite en susurro-.

-Mira MC, el esta bien como para cuidarte, es el hermano mayor de uno de tus amigos y el y su madre estuvieron completamente de acuerdo- ¿Como no va a estar de acuerdo, si me acabas de entregar a su cuidado?- y aparte la decisión ya se tomó

-Pero, porque el? Por favor, el no- la mire suplicante-.

-La decisión ya fue tomada, lo siento- dijo viéndome-.

-Nada de "lo siento"- dije haciendo comillas con mis manos- esto lo hizo a propósito!

-Disculpa- me voltee y mire ese chico pelinegro que estaba en la sala de estar- lo siento por interrumpir, pero quería pedir un poco de agua -hablo sereno y tranquilo-.

-Claro, pero tengo que ir a comprar -agarro su bolso y llaves - vendré en un rato

-No se preocupe, aquí la esperamos! -dijo con una sonrisa abrazándome por el cuello con un brazo a lo que me quedé mirándolo con enojo-.

-Esta bien, adiós -cerro la puerta y nos quedamos parados así un rato hasta que se oyó que el carro se alejo-.

-Quítate de encima! -le grite a ese pelinegro-.

-Oh~ tranquila lobo feroz- contestó con una risa-.

-Cállate, ¿Que haces aquí?¿Que estás planeando?-le pregunté-.

-Oh nada, solo... Conocerte un poco o más

-¿Conocerme? ¿Para que? ¿Eso haces con las perras que te coges? ¿Las conoces para conquistarla y así follartalas, para después destrozar les el corazón?- lo mire con enojo-.

-Algo así, pero tú, eres un caso diferente- se cruzó de brazos-.

-¿Qué quieres decir con "caso diferente"? -dije haciendo comillas con mis dedos-.