Capítulo 2

43 3 2
                                    

Tengo un grave dolor de cabeza, lo que hace que me despierte de golpe, estoy encerrada en una habitación. Todavía desconcertada me levanto de la camilla y camino hacia la puerta... Un momento, no hay ninguna puerta, esto me hace pensar si estaré soñando o no, me pellizco varias veces pero es real, estoy vestida con unos pantalones azul oscuro, una camisa morada y unas zapatillas de deportes. Supongo que ya estoy en la Isla y eso me supone no volver a salir de esta nunca más.

-Elisabeth Mackenan posicionese delante de la pared principal- ¿Cual es la pared principal? Camino hacia una pared cualquiera, pero no se abre y al girar un poco la cabeza, me destella una luz amarilla con mucha potencia, esa luz me hace ir hasta allí. No esperaba que nadie me esperase pero al otro lado estaba una persona que no habia visto hace diez años: Brenda.

No corro hacia ella ni siquiera le miro a la cara, gracias a su poder mató a nuestra madre, asi que hago uso de mi poder para que se vaya pero no lo hace, lo intento más veces pero es imposible, solo quiero que se vaya.

No se que le habré hecho para que le haga tanta gracia.

-Asi que te hace gracia ¿No? Bueno me gustaría decirte que gracias a ti y tus rabietas de niña inquieta has matado a nuestra madre, desgraciada - después de estas palabras le quité la sonrisa de un buen plumazo-.

-¿Mamá ha muerto?-  responde con lágrimas en los ojos-.

Yo ya no le creo nada, hace tiempo que no creo en nada.

-¿No lo sabias?... Eres, eres...- me avalanzo sobre ella clavando mis uñas en sus brazos. Ella me lanzó a un rincón.

-Yo no sabia nada Eli, me hicieron enfadar, me acordé de vosotros y seguro... lo siento- dice avergonzada.

-Vete a la mierda, tú lo sabias y te lo haré pagar- le digo con más furia-.

-Lo que tu quieras, di lo que a ti te apetezca, yo solo he venido a guiarte a donde tienes que ir y luego pondremos en marcha tus poderes-.

"Pondremos"  esta bien, esta no es mi hermana la han cambiado, mi madre y ella siempre estaban unidas, no sé como ha podido pasar del tema tan rápido.  Pero a mi hermana la perdimos hace tiempo, incluso antes de irse a la isla.

Un día estabamos mi hermana y yo jugando en el jardín con mis muñecas, Duck (nuestro perro) cogio una de mis muñecas y la empezó a morder, yo estaba intentando quitársela pero él no la soltaba y al final Berta lo acabó fulminando con un rayo. Mi madre salió de la casa y le dio una bofetada en la cara, y como no esto causó una tormenta que causó inundaciones en nuestra ciudad. Desde entonces no hemos comprado ningún perro y tampoco ninguna muñeca.

-Y... ¿Como te han hecho enfadar?- Pregunto casi que susurrando, a ella no le enfadan tan rápido-.

No, nada sígueme- dice ella mirándome muy fijamente a los ojos- y no hables, se pondría las cosas muy mal.

Recorremos varios pasillos intentando llegar a la habitación ddónde harán experimentos conmigo aunque casi lo había preferido. He visto cosas peores como la reciente muerte de mi madre, pero esta la supera.

Había cinco niños, bueno adolescentes, peleando entre sí. Hay uno que lanza cuchillos y derriba a dos y hay otro que se ha convertido en una especia de rinoceronte y los ha envestido a todos...Brutal. Mi hermana me lleva de la mano hacia una habitación para explicarme lo sucedido, necesito explicaciones porque me he quedado a cuadros.

-Elisabeth, te tengo que explicar como funciona esto ¿Entendido?- dice, como si fuera estúpida.

-Está bien pero ¿Qué era eso? ¿Porqué estaban luchando entre ellos?- pregunto casi gritando.-

-Eso es lo que hacemos para conseguir ser más poderosos.-

-¿Más poderosos? Estais locos ¿Como se os ocurre hacer este tipo de cosas? No quiero morir aquí como si fuera un animal -le digo llorando, es cierto, en vez de hacer cosas buenas para el mundo, nos peleamos entre nosotros como si fueramos animales- Tú no eres tú, no te conozco Brenda.

-Eli soy yo, voy a decirte una cosa. ¡Se acabó! No vas a volver a ver a esa Brenda estúpida, aniñada y escuálida, ahora soy yo de verdad y no me vas a cambiar- me dice con una voz superficial. La Brenda que conocía era una chica alegre, con pelo marrón, ojos marrones como la corteza de un árbol y la piel blanca como mi madre, no esta desconocida.

-Bueno entonces ¿Como quieres que te llame, MONSTRUO?- le digo mirándole a los ojos.-

- Calla la maldita boca, te explicaré esto y podré irme, Eli-.

-No me llames Eli- le amenazo.

-Bueno Elisabeth nos traen aquí para que seamos más podererosos, es decir, luchamos, matamos y ganamos esto significa más poderes-.

-Locos todos estais locos, mal de la cabeza.- ¿Como se supone que haré esto? Matar gente, me niego rotundamente, pero si no sobrevivo ¿Qué pasará conmigo? Lo asimilo todo lo que puedo-. ¿Y si muero?

-Te revivirían y te echarían de la Isla, pero no del todo, te soltarían en el bosque y es muy posible que no salgas de aquí- dice con una sonrisa malvada en la boca-.

-Bueno...-

De repente.

-Elisabeth Mackenan, suba a la habitación tres-.

-Oh no es muy pronto- suelta Brenda.-

-¿Qué pasa?

Entonces se abre la puerta y veo a un señor vestido de gris.

-No va a pasar nada, coge los cuchillos y el escudo- me grita Brenda-.

El señor me dirige hacia la habitación tres, y la veo, veo a una chica delante de mi, es muchísimo más alta que yo. Y veo como corre hacia mi... convirtiéndose en un tigre con enormes dientes.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 23, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Isla de los MutantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora