RETROSPIRAL © (Terminada) ( #PGP2021 )

Capítulo 40

Los padres de Darko y Sanja darán una fiesta el próximo viernes 28 de Mayo, en honor a que su hijo ya se ha recuperado y que las cosas han salido bien entre todos. Acepté, espero que Gracia quiera acompañarme, mañana le preguntaré.

Entre ella y yo las cosas están bien, aunque siento que ella me rechaza un poco. ¿Qué tendrá? Le tomo la mano y ella la suelta al primer pretexto. Quiero abrazarla y con discreción se zafa de mis brazos. Ni se diga si la intento besar, ella voltea la cara sin pensarlo dos veces. ¿Qué hice mal? Me siento un poco desubicado, quiero hablar con ella, pero no sé qué decirle... aunque supongo que es necesario. Quizás Ana sepa qué tiene, le preguntaré mañana.

Me voy a dormir. Chao.

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27 de Mayo de 2021

—Oye, Gracia, necesitas otros vestidos.

La aludida se sintió avergonzada y agachó la cabeza.
—Mamá, ¿nos das dinero para ir mañana a comprar ropa para Gracia?
—Por supuesto —dijo Dalia sonriente.

Gracia dejó caer la mandíbula sorprendida. Suficiente habían hecho los Díaz por ella como para que también le compraran ropa. Además de darle asilo en su casa y ofrecerle una habitación como si fuese una más de la familia, le daban de comer, la cuidaban para que se recuperara más pronto y Dalia se comportaba con ella como la madre que jamás había conocido. Estaban siendo muy amables y Gracia no quería incomodarlos más.

—Estoy bien con éste —dijo.

Gracia había notado que la gente en esta época tenía más cambios de ropa. En su época natal poseía unos seis vestidos en total. En ocasiones se ponía uno mismo por dos días seguidos cuando los mantenía limpios, pero en el futuro la gente usaba hasta varios cambios de ropa al día. Era una de las cosas a las que debía acostumbrarse por ser distintas a las que estaba habituada. Del mismo modo, las duchas. La gente tomaba duchas a diario, Gracia a veces sentía un poco de vergüenza hacerlo porque no estaba acostumbrada. Sentía como si estuviese cometiendo alguna falta grave por hacerlo diario. Como en Irlanda no había suficiente agua limpia, la gente sólo se bañaba una o des veces al año, el resto del tiempo sólo se limpiaban con toallas de lino, jabón y agua. Aunque debía admitir que las duchas eran deliciosas. El agua nunca estaba fría —a menos que así lo quisieran—, había barras de jabón con olores deliciosos y hasta tenían jabones líquidos especiales para el cabello. Además, había privacidad. Al cuarto de baño sólo entraba la persona que fuese a ducharse y nadie más. En su época las chicas de la servidumbre solían observarla entrar a la tina de madera y también al salir. De todas las cosas nuevas que existían para ella, las duchas eran lo que más le gustaba. Bueno, las duchas y los retretes. En el pasado la gente más rica tenía el "privilegio" de tener un pozo dentro de la casa para hacer sus necesidades. Las llamaban necesarias. Pero en las necesarias las personas debían apoyar todo su peso en las piernas para no caerse a través del gran agujero donde reposaban estancados los desechos y el cuarto en donde estaba este servicio olía demasiado mal. En tiempos en que la temperatura subía un poco más, los olores en la casa se volvían insoportables, tanto, que Sir Payne solía mudarse durante el verano a su otra casa en Dublín.

Otra cosa que Gracia amaba en esta nueva época, era lo fácil y rápido que era vestirse. No había corsés, no usaban medias. Sólo usaban ropa interior —que se quitaba fácilmente y sin ayuda— y encima el vestido de una sola pieza. Al principio le sorprendió ver que las mujeres usaban pantalones como los hombres, pero Zaid le aseguró que era bastante cómodo para ellas y no era mal visto en lo absoluto. Le entraron ganas de usar un atuendo de esos para ver qué se sentía usar pantalones.

Todas las personas tomaban duchas diarias y se cambiaban de ropa todos los días, Gracia llevaba casi una semana con el mismo vestido. La madre de Zaid le ayudaba a lavárselo y se lo volvía a poner cuando se secaba. No podía negar que era un poco incómodo, porque se quedaba con una bata de tela de toalla todo el rato que el vestido se estaba lavando y secando y a Gracia no le gustaba salir así de su habitación.