Memorias De Idhun: La Verdadera Historia

Los unicornios no son de fiar

-¿Me esta diciendo que un unicornio le hizo eso?
-Sí.
-¿Y que además de atarcarles les robó...una bolsa llena de maría?
-Sí.
-No me pagan lo suficiente para esta mierda.-El policía hizo un gesto de exasperación y suspiró largamente.-Muy bien, empecemos desde el principio.

-A ver, pues el otro día fuimos los colegas de la crew al Retiro, ya sabes, a hacer botel- digo a dar una vuelta, y nos paramos en un sitio en el que hay así como en plan mazo árboles.

-¿Puedes concretar un poco más la zona?-Preguntó el policía al joven.

-Bueno, había... mucha hierba, y un par de piedras grandes. Se llega así como yendo por un sitio y luego vas por un camino y ya.

-Vaaale, mmm sigue.-El hombre puso los ojos en blanco, el interrogatorio no parecía llevar a ninguna parte.

-Bueno, pues estuvimos ahí sentaos un rato y bailando y hablando de nuestras movidas, y entonces oímos algo entre los arbustos. Pensamos que sería el Anselmo, que iba a venir tarde, pero entonces apareció un caballo mazo raro con un cuerno en la cabeza. La Jessi, que es la más echá pa lante del grupo se acercó en plan a ver qué hacía el bicho ese ahí, y el unicornio hizo una cosa rara con mazo luz, y la Jessi salió corriendo. Después empezamos a correr el resto, porque si la Jessi se asusta, sabes que la cosa esta chunga.

-¿Estás completamente seguro de que el caballo tenía un cuerno? ¿seguro que no eran las riendas o algo así?

-A ver pavo, yo no se mucho de caballos, pero eso no era un bicho normal.-Respondió el joven ligeramente enfadado.

-Esta bien, esta bien, pero debo recordarte que cuando la policía llegó al lugar de los hechos, la mayor parte del grupo estaba bajo la influencia de estupefacientes. ¿No crees que eso pudo influir en lo que visitéis?

-Yo qué se pavo, no soy científico.

-Esta bien, prosigue.-dijo el policía resoplando. Aquella hora se le estaba haciendo eterna.

-Bueno, pues después de empezar a correr vimos que el bicho ese nos perseguía. ¡Y tenía nuestra hierba en la boca el muy cabrón! Algunos de mis colegas se chocaron con árboles al escapar, y se partieron un par de piños, los que no, seguimos corriendo hasta que al final nos caímos en el lago ese.

-¿y el unicornio?

El chaval se encogió de hombros antes de responder.

-ni idea pavo, supongo que no les gusta el agua.

-Muy bien... tomaremos en cuenta su... testimonio. Puede salir.

El Johnny se levantó de la mesa y se acercó a la puerta, pero antes de salir se quedó pensativo sujetando el pomo y miró al policía.

-Oye papá, ¿tú me crees?

-No lo sé hijo, no lo sé.-Respondió el policía.

Había sido un día duro en la comisaría, no todos los días un grupo de jóvenes aparece diciendo que han sido atacados por un unicornio ladrón de droga, y que una de las víctimas fuese hijo de uno de los agentes ya era el colmo.

El agente García se rascó la cabeza pensativo. Esperaba que el caso del unicornio se quedase en eso, unos chavales que se habían asustado de un caballo y nada más, pero no podía saber lo que el futuro les deparaba.

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Mientras tanto en Limbhad, las cosas se estaban poniendo calientes, o frías dependiendo de quién fuera ganando la pelea.
Jack y Kirtash buscaban cualquier excusa para pelearse, decían que era porque sus razas estaban eternamente enfrentadas y eso les obligaba a querer matarse, pero aquello había llegado a un punto realmente ridículo.
El tema de discusión aquella vez surgió mientras veían Sálvame en la tele. Kirtash era pro Belén Esteban, y a Jack le caía mejor Ylenia. A raíz de eso empezaron a pelearse. Primero fue una discusión que no parecía tener importancia, pero Alsan, que estaba sentado entre los dos, se veía venir la pelea. No pasó mucho tiempo antes de que Jack se abalanzase sobre Kirtash al grito de "¡¡¡Por Ylenia!!!".

Empezaron a rodar por el suelo dándose patadas y puñetazos, hasta que Alsan se hartó, los agarró a los dos desde el cuello de la camiseta y los tiró por la ventana para que siguieran su pelea fuera. Hizo bien, porque unos segundos después ambos tomaron su forma de shek y dragón, y habrían destrozado parte del edificio. Otra vez.

Victoria no llegó mucho más tarde. Llevaba una bolsita con hierbas en la mano, y parecía orgullosa se si misma, como cuando un niño hace una travesura sin que le pillen.

-¡Victoria! Menos mal que estas aquí, tus novios están intentando matarse.-Dijo Alsan al verla.

-¿Cuántas veces van ya esta semana?-Preguntó Shail, que se acercó que estaba causando tanto jaleo.

-Creo que cuatro, y estamos a martes, así que ya es mejor que la semana pasada.-Le respondió el príncipe.

-No os preocupéis chicos, yo me encargo.

Victoria salió del edificio y les silbó para llamar su atención, cosa que no funcionó porque en fin, esos bichos hacen más ruido que un silbido al pelearse. Entonces el unicornio cogió su bastón y les lanzó una bola de energia para que le hicieran caso.

Al verla los chicos volvieron a su forma humana y caminaron hasta ella, no sin ponerse la zancadilla entre si al caminar.

-A ver, chicos, ¿qué os tengo dicho?-Dijo Victoria cruzandose de brazos.-No pelearse.

Los dos chicos bajaron la cabeza avergonzados.

-Pero Vic, nuestras especies estan condenadas a enfrentarse, no podemos evit-La joven interrumpió a Jack.

-No pelearse. Besarse.

Entonces Victoria agarró las cabezas de los dos chicos y rápidamente las juntó para que se dieran un beso. La reacción de estos no se hizo esperar, salieron corriendo en dirección contraria, aunque se encontrarían poco después puesto que el planeta era circular y muy pequeño. La unicornia miraba el espectáculo con el semblante serio y asintiendo con la cabeza. Se dio la vuelta y declaró:

-Mi trabajo aquí ha terminado.

-¡Pero si no has hecho nada! Puede que incluso lo hayas empeorado.-Replicó Shail anonadado.

Victoria pareció no hacerle caso y siguio caminando solemnemente hacía la cocina, donde cambiaría el orégano por el contenido de la bolsita que acababa de agenciarse.