Capítulo 2

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Dulce camino lentamente hacia donde estaba el niño Schultz, él se encontraba sentado bajo un árbol con las rodillas dobladas y una cara de enojo que se notaba a kilómetros. Al inicio solo se sentó a su lado sin decir nada, espero unos minutos pero él ni siquiera tomó la iniciativa para correrla. 


Dulce: Hola, ¿Te paso algo? -el niño continuó sin decir absolutamente nada. Dulce intentó recordar su nombre, tardo un poco, pero al final lo logró. -Eres Alexander, ¿verdad?

Alexander: Sí, ese es mi nombre. -con indiferencia.

Dulce: ¿Sucede algo?

Alexander: Nada.

Dulce: ¿Seguro? Mire que salías corriendo de la clase de música, supongo que fue por algo.

Alexander: Es un problema que a usted no le incumbe. -Dulce estaba confundida ya que fue grosero pero al mismo tiempo lo dijo de una manera educada.

Dulce: Quizá tengas razón pero yo quiero ayudarte, o si solo quieres que te escuche lo haré.

Alexander: No quiero ayuda de nadie, y tampoco decirle mis problemas a nadie, pero gracias. -quería convencerlo de otra forma pero fueron interrumpidos por un guardia de seguridad. Este les dijo que habían llegado por Alexander, el cual se fue con el hombre despidiéndose de Dulce con un simple "Adiós"


Dulce continuó supervisando a los demás alumnos hasta que se fue el último, ella tuvo que tomar los dos autobuses de regreso a casa. Cuando por fin llegó el reloj marcaba las 6:00 P.M., dejó sus cosas en su departamento y se dirigió al departamento de Lilian para recoger a Yatzil.

Dulce: Buenas tardes señora Lilian, vengo por Yatzil. -dijo una vez que la mujer le abrió la puerta.

Lilian: Claro que sí, deja la pongo en su carriola porque esta dormidita.

Dulce: ¿Cómo se portó? -sabía que su hija aún era una bebe de tres meses pero por eso mismo quería saber si se había adaptado al ritmo de Lilia.

Lilia: Yatzil es un amor, no dio nada de lata. Es muy tranquila y se ve que la tienes acostumbrada a sus horarios porque sabía a qué hora comer y a qué hora quedarse despierta llamando mi atención.

Dulce: Si, es muy tranquila pero le gusta ser el centro de atención haciendo sonidos con la boca. Su horario lo tiene desde que nació, quería que se adaptara a mi ritmo de trabajo durante el día para que así duerma toda la noche.

Lilian: Eso es excelente, lástima que el padre tenga que perderse de todo esto. -Dulce jamás le había comentado nada sobre el padre a Lilian pero ella cada vez que podía sacaba el tema para ver si Dulce le decía algo, cosa que jamás lograba.

Dulce: Si una lástima, bueno nosotras la dejamos descansar. Le prometo que para esta semana ya tendré guardería para Yatzil.

Lilian: No te preocupes, no hay presión de mi parte.


Salió del departamento de Lilian y se dirigió al suyo el cual se encontraba en el 4to piso, subió por el elevador ya que tenía a Yatzil en la carriola.

Cuando por fin estaba en su departamento hizo algo de cenar aprovechando que su hija aún dormía y preparo las clases de la semana. Cuando su hija se despertó comenzó a jugar con ella, después de un rato la cambio y se cambió ella para ir al parque a caminar. Era una forma de liberar su estrés, y aunque ese día no estaba estresada necesitaba despejar su mente, los cambios habían sido muchos y en muy poco tiempo que apenas estaba analizando lo sucedido en el último año de su vida.

La Vida Imperfecta Where stories live. Discover now