43

2.2K 269 32
                                    

—Cielos Holly, debemos dejar de vernos en estas situaciones —conocía esa voz, levanté la mirada y descubrí a Robin parada​ frente a mi con las manos en los bolsillos de su chaqueta—, siempre que nos hablamos es después de que algo malo pasó.

—¿Qué, es mi culpa? —respondí a la defensiva. Ella suspiró y se sentó en el columpió donde Zev había estado.

Zev.

Lo recordaba y sentía algo extraño, pero necesitaba saber si ese algo era bueno o malo.

—Oye, lo siento. Te voy a ser honesta, él me pidió venir aquí, esperaba verte y poder salir en una cita doble con mi chico y ustedes dos. No pensé que ésto se complicaría tanto.

¿Chico? 

—¿Sales con alguien?—pregunté con curiosidad, porque la ultima vez que me había fijado, a Robin le gustaba Zev. O Jack...

—Si, se llama Devon —dijo sonriendo—. Te contaría cómo pasó, pero esa es una historia que hay que dejar para después. Holly, sé como te sientes, él también fue un gran amigo mio, pero Zev no tiene la culpa de nada.

—Yo sé que no la tiene, es el tipo de persona que siempre pone los intereses de los demás sobre los suyos, pero...

—La que se siente culpable eres tú —terminó la oración por mi, asentí avergonzada—, eso es ridículo, es como un absurdo circulo vicioso. Zev se siente culpable por no haber ido con su hermano, yo me siento culpable por lo que sucedió en el parque, porque tú y yo sabemos que eso originó todo éste desenlace. Y tú te sientes culpable por haberte ido en una fecha diferente a la que nos dijiste. ¿Y sabes qué? Me atrevo a decir que si Jack nos pudiese ver en éste momento, se estaría riendo de nosotros por tanta estupidez. 

Tengo que admitir que definitivamente es algo que él haría.

—Supongo qué tienes razón, ¿debería de ir y hablar con él?—antes estaba bastante calmada con el hecho de ver a Zev, pero ahora ya no sabía como actuar en su presencia. 

—Ay, por favor. Antes de que le de un colapso nervioso, cuando me habló me dijo que lo odiabas ahora. Ve y calma a esa pobre alma en pena —me suplicó Robin.

Me reí un poco y cuando estaba a punto de levantarme del columpio para ir a verlo me di cuenta de algo.—Espera, ¿no se supone que a ti te gustaba él, que pasó? Sé que tienes a alguien mas ahora, pero de verdad te gustaba. ¿Cómo cambió eso tan rápido?

—¿No te sucedió lo mismo con Zev? —preguntó divertida—, simplemente vino sin que yo lo esperara, me llevó por el camino correcto. Ya vete.

—A la orden, general. —me despedí.

Tomé mis cosas y finalmente me fui de ahí, antes siempre tuve un sentimiento de rivalidad con ella, pero eso era algo de un solo lado. Robin se limitaba a tratarme amablemente pero con incomodidad. Ahora... ahora podía haber una amistad ahí.

Esta bien, también me aliviaba saber que él ya no le gustaba.

Sin destinatarioOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz