–Porque así son las cosas... Y ya, a cerrar los ojos, que ya es tarde, ¿vale?

Darko asintió con aparente cansancio.

La señora Suker se sentó en el borde de la cama para darle el beso de las buenas noches, cuando vio que el niño apretaba un papel entre sus manos.

–¿Qué es esto?, ¿puedo verlo?

El niño volvió a asentir, entregándole el papel. Ella lo tomó entre sus manos y lo observó. Era una fotografía que no recordaba haber tomado, seguramente su hija Sanja era quien la había capturado, pero la foto tenía algo extraño.

–Darko, ¿quién tomó esta foto?

–Sanja –respondió soñoliento.

–¿Por qué la tienes tú? Sabes bien que tu hermana te deja jugar en el sótano siempre y cuando no tomes sus cosas.

El pequeño guardó silencio, se estaba quedando dormido.

La señora Suker depositó un beso suave en su cabellera rizada.

–Buenas noches, hijo mío.

Apagó las luces de la habitación, excepto la lamparilla en la mesa de noche que funcionaba para que al niño no le diera miedo si despertaba en la madrugada al baño, y salió de ahí con la foto entre las manos.

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22 de Febrero de 1614

–¿Zaid, has visto a la señora? –preguntó Ana con ingenuidad.

El muchacho frunció el ceño.

–Debe estar acompañando a Sir Payne –resolvió disgustado.

–No es así, he preguntado por ella y el señor ha dicho que podría estar contigo.

Zaid frunció el ceño.

–No, Ana, conmigo no está desde hace mucho rato –su voz sonó preocupada, la doncella cruzó los brazos y se llevó una mano a la barbilla en actitud pensativa.

–Entonces...

–¿Crees saber dónde se encuentra?

–No, pero cuando te pregunté por Gracia, te escuchabas preocupado...

–Claro, su bienestar me preocupa –respondió Zaid.

–Pero cuando le pregunté a Sir Payne por ella, no se preocupó ni un poquito.

–Pues no, ¿acaso no viste cuando la golpeó? –gruñó– A ese imbécil no le importa Gracia, sólo quiere arruinar su vida.

Zaid estaba muy enojado, la doncella se sorprendió.

–¿Sir Payne golpeó a la señora?, ¿cuándo? –ella estaba horrorizada.

–Fue el peor momento de mi vida, Ana; jamás había visto a un hombre golpear a una mujer, quise matarlo con mis propias manos –dijo entre dientes.

–¿Nunca has visto a un hombre golpear a una mujer? –preguntó Ana con el tono de voz de quien piensa que eso es algo que ocurre a diario.

–¡No! ¡Ana, eso no es normal!

La doncella sacudió la cabeza.

–Creo que debemos discutir eso luego, primero está la señora.

Zaid asintió enérgicamente.

–Si Sir William ha golpeado a la señora Gracia delante de ti –dijo ella con su acento español–, es porque está celoso... si está celoso, es porque sospecha que entre ustedes dos hay algo y si yo le pregunté por ella y me mandó contigo tan tranquilo, eso sólo puede indicar una cosa...

RETROSPIRAL © (Terminada) ( #PGP2021 )Where stories live. Discover now