Imperfecta (Golden Freddy x Freddy)

Imperfecta: Día 9

Saliendo con amigos.

Un sábado por la tarde, Golden se encontraba en la plaza esperando a su novio y una amiga de este, según había entendido, era su mejor amiga en la primaria y resulta que ella ya había terminada sus estudios de nivel medio y que pensaba empezar a estudiar en la universidad de la ciudad. La misma a la cual Freddy pensaba ir.

La verdad sentía curiosidad sobre esta chica y, a pesar de que no debía, un poco de desconfianza. Ella era la causante de que Freddy confundiera los me gustas con algo amistoso, aun sin quererlo y eso... le trajo muchos inconvenientes.

Finalmente llegaron, al principio se vio algo intimidado por la joven frente a él. Era alta, parecía de la estatura de Foxy; igual era delgada, por un momento dudo si no tendría alguna enfermedad alimenticia; su largo y descuidado cabello era color negro y su fleco le cubría parte de sus ojos, según escucho de su novio, sus padres eran hippies, así que muchos cuidados a su imagen no tenía; su piel era tan pálida como la de un muerto, parecía enferma; sus dientes tenían cierto aspecto afilado que le causaba intriga; sus ojos eran curiosos, de un color gris, tan claro, que parecía no tener iris.

– Aquí esta, Golden te presento a Patricia –escucho la voz de Freddy, quien estaba a un lado de la chica, tuvo que reprimir una risa al dar una comparación de alturas entre ella y ellos.

– Un gusto –saludo el rubio extendiendo su mano, la joven le examinaba de pies a cabeza, como si quisiera ver a través de su alma, finalmente le extendió su mano, dejando apreciar sus largas uñas.

– Un gusto Golden, Freddy me ha hablado maravillas de ti –devolvió el gesto la joven, su tono de vez iba muy de acuerdo a su apariencia, un tono frío, que sin querer, sonaba un poco intimidante. Un escalofrío recorrido al riquillo, pero lo disimulo con una sonrisa.

– También me ha hablado de ti, tenía muchas ganas de conocerte.

Sin ningún rumbo en específico, comenzaron a recorrer todo el sitio mientras Patricia y Golden se daban la oportunidad de conocerse; no tardaron mucho en sentirse en confianza con el otro, lejos de lo que podía parecer, la joven era muy amable y abierta al dialogo. Freddy simplemente les escuchaba sonriendo satisfecho.

– Por cierto ¿dónde se están quedando? –cuestiono Freddy después de un rato, mirando a la más alta.

– Ah, no te preocupes por eso, tengo una tía con la cual me voy a quedar –le respondió la joven mirándolo–. Luego te paso la dirección.

– Vale –respondió sonriendo animado–. ¿Y que les parece ir a comer? –propuso.

– Tu solo piensas en comer –se quejaron los otros dos, sacándole una risa al castaño para después reírse ellos también.

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Los tres se encontraban en un restaurante de tortas, porque el McDonals está sobrevalorado, casi no hablaron en todo el almuerzo ya que lejos de lo que Golden pensó, Patricia sí que le entraba a la comida, sin llegar a exagerar como su novio. Después de terminar sus delicias, el castaño se levantó para ir al baño, dejando al otro par solos.

La pelinegra miro la dirección por donde su amigo se fue antes de regresar su vista al rubio frente a ella–. Ahora que no está Freddy, quería decirte algo –empezó a decir, captando la atención de Golden y haciendo que la mire curioso.

– Aja.

Los ojos de ambos estaban conectados, como si tuvieran una batalla silenciosa, el más bajo no pudo evitarse verse un poco intimidado por la fija mirada de la chica, ella hizo un gesto extraño para proseguir a decir con toda la calma del mundo:

– ¿Ustedes ya lo han hecho?

Al principio no pareció comprender su pregunta, hasta que después de unos largos segundos en silencio su rostro comenzó a adquirir una tonalidad roja.

– ¿D... disculpa?

– Si, que si ya han tenido relaciones –le explico sin dejar su voz calmada, como si no acabara de cuestionar la actividad sexual entre esos dos.

– ¡No! –respondió avergonzado–. ¿¡Qué clase de pregunta es esa!?

Murmullo un poco sin dejar de mirarlo–. Lástima, quería saber lo que sienten los hombres al hacerlo –concluyo como si nada.

– Oh no, no me jodas con otra fujoshi ¿qué no es suficiente castigo con Freddy? –pensó mirándola alterado, la joven solo sonrió burlona.

– No te asustes, no soy de esas locas que parece se drogan con parejas homos –le dijo logrando calmarlo un poco–, solo soy curiosa, eso es todo.

– Menos mal –susurro, aun con sus mejillas rojas.

– Y... ¿Hace cuanto que salen?

– Eh... como medio año.

– Ya... ¿y antes de salir, cuanto tiempo llevaban conociéndose?

– Pues... también poco más de medio año –respondió extrañado, la chica asintió–. Lo conocí cuando iba en segundo del medio superior.

– ¿Iba? –cuestiono curiosa.

– Yo estudie en casa –contesto–, lo conocí y a nuestros amigos gracias a un concurso, hicimos una banda.

– Ah cierto, me comento del evento de primavera.

– Si...

– ¿Entonces no vas a la escuela?

– Digamos que mi estatus ya me tiene asegurado un empleo y patrimonio, no me preocupo por esas cosas.

– Típico de un famoso –menciono la joven–, eso es bueno para cuando quieran formar una familia –comento, logrando que el chico se volviera a sonrojar–, yo quiero ser una de las damas de honor.

– P... pero que dices, aun somos muy jóvenes para pensar en eso.

– Bueno... al menos déjame ser la madrina de pastel –insistió la joven divertida, eso hasta que sintió un golpe en su nunca.

– ¿¡Qué clase de cosas preguntas!? ¡Es el colmo contigo Patricia! –regaño Freddy, quien tenía sus mejillas rojas.

– Nunca es demasiado pronto para planear –le respondió sobándose la zona golpeada, mientras el castaño seguía regañándola, Golden los miraba sonriendo apenado. Pero algo de lo dicho anteriormente le causaba cierta inquietud.

¿Boda? ¿Realmente estarán juntos hasta ese punto?