Soy Para Siempre (Michael Jackson Y Katy Perry)

Fresas Negras

Realmente no tenía muchas ganas de que me arreglaran el cabello, me lo amarre yo sola, me puse una playera con sus iniciales; "MJ" un pantalón deportivo negro y unos tenis. Salgo de mi hogar y subo a la camioneta, decidí dar un paseo por el parque. Al llegar, me pongo unos lentes de sol, una gorra y bajo de la camioneta con ayuda del chófer. Camino en dirección al parque y tomo asiento y cierro mis ojos. Yo se que la vida es así, solo fui fan, y seguiré siéndolo siempre. Aunque haya ido a los dos conciertos del 30 Anniversary Celebration fueron muy inolvidables. Suspiro por cuarta vez, me pongo de pie y me cruzo a la calle, las personas que pasan al lado de mi me miran raro, gracias a Dios que no saben.
Doy vuelta en la esquina, una línea blanca aparece en el suelo, como si fuera un diurex delgado color blanco. La sigo por un largo camino. Cuando doy vuelta a otra esquina miro al frente, letras blancas llaman mi atención. 

"Volver al tiempo".

Alzo la ceja, abro la puerta corrediza y paso. Cosas extrañas habitan aquel lugar; puras velas que causan hasta cierto punto miedo. Unos ruidos extraños se oyen a lo lejos. Me dirijo con pasos lentos y abro la cortina blanca. Una persona me da la espalda, piso algo en el suelo que hace ruido y da la vuelta.

-Lo siento.- me muestro nerviosa -me llamó la atención el lugar.

-¡Oh! ¡pasa, pasa!

Me toma de la mano y me sienta.

-¿Algún pedido? ¿problemas que quieres resolver? ¿evitar la muerte de un ser querido?

Me quedo perpleja.

-¿Como dice?

La señora me mira y se sorprende.

-Eres Katy Perry.

-Oh...- me quito los lentes. -Si, soy yo.

-¿Hay algo que quieres cambiar en tu pasado?

-¿Eso es posible?- pregunto incrédula.

-¡Por supuesto!

-¿Cuanto cobra?

Me echa una mirada que no puedo describir.

-Contigo no haya nada que pueda cobrarte.

-¿Lo dice en serio? Por que yo tengo muchas cosas para darle y...- me interrumpe.

-No niña, no hay problema.- me sonríe sin mostrar sus dientes. -¿Y entonces?- pregunta.

Agacho la cabeza y suspiro.

-Pues... me gustaría evitar la muerte de una persona que.... amo con todo mi corazón. Hoy... se cumplen cuatro años de su muerte.

La señora me mira sorprendida.

-¿Hablas del famoso Michael Jackson?

Sonrío de lado. La señora se pone de pie y se dirige a una pequeña cocina que tiene. Regresa con un frasco de fresas negras.

¿Negras? ¿fresas negras?

-Antes...- me mira a los ojos. -Dame una razón, el por qué debería hacerlo.

Miro el frasco un poco confundida y después a ella.

-He... ido a dos conciertos de él, cuando celebró treinta años de solista; me ha gustado desde muy pequeña. Es mi inspiración, no he llegado a conocerlo personalmente, lo cual me hubiera encantado.- susurro lo último. -Pero... era una gran persona, con un enorme corazón, por todo lo que tuvo que pasar el siguió y eso... eso me sorprende, me asombra, amo su música. Aun no lo supero...- una lágrima rueda por mejilla y yo lo limpio.

Unos segundos de silencio reina en donde estamos, la señora mira el frasco de fresas y después a mi.

-Si hago esto... deberás hacer lo que yo te diga.

-Por supuesto.

Dios mio, juro que lo quiero hacer, sin importar lo que pase, solo quiero que siga vivo y que este con sus hijos. Yo lo extraño, sus hijos lo extrañan, su familia lo extrañan, sus fans.

-¿En que fecha deseas estar?

-A primeros de mayo del 2009.

-Bien.- asiente con la cabeza. -Ahora, escúchame bien.- se levanta. -Nadie te puede ver más que él, solo él. Tienes que pasar desapercibida.

-Esta bien.- digo un poco confundida.

-Toma.- me da dos fresas negras. -Cuando estés listas cometelas, encierrate en tu lujoso habitación, que nadie esté para molestarte.

-De acuerdo.- las agarro y lo guardo en un Kleneex.-Solo... tengo una duda.

Ella me sonríe de lado.

-No te preocupes, haz lo que tengas que hacer, estoy segura que lo harás bien.

Dejo expulsar el oxígeno y me acerco a ella.

-Gracias.

-Todavía no me lo agradezcas.- dice con suavidad.

Asiento con la cabeza. Me doy la vuelta y desaparezco de ese lugar.

De acuerdo, no se si vaya a funcionar por que si no funciona me volveré loca. He tomado una decisión, yo se que no me corresponde ser su pareja de Michael, pero lo único que quiero es verlo con vida, verlo feliz junto con sus tres hijos.

Me he arreglado, nada colorido que llame la atención. He arreglado todo, me miro al espejo una vez más, llevo mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón. Pongo seguro a la puerta de mi recámara, me siento sobre la esquina y recargo mi espalda en la pared. Las fresas negras, aquí en mis manos.

-¿Y si no funciona? ¿Y si solo es una broma?

Me levanto con prisas y dejo las fresas sobre el mueble.

-¡Dios!

Pongo las manos sobre mi cabeza.

-¿Y si piensa que estoy loca?

Me pongo a llorar. Me siento en el borde de la cama.

-Basta.- me limpio las lágrimas con la muñeca izquierda. -Tú puedes.

Me levanto y me miro al espejo para ver si el maquillaje no se ha corrido. Vuelvo al lugar donde estuve anteriormente, y agarro las fresas negras. Respiro profundamente una vez más. Llevo las fresas negras a mi boca y cierro los ojos mientras mastico.

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¡Hola! ¿Como están?

¿Que tal les pareció?

Volveré pronto. 7u7r