Esa Noche

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Se avizoraba  un resplandeciente atardecer y me encontraba sentado en una pequeña y llamativa fonda, espacio que frecuentaba diariamente por lo acogedor del lugar,  su buena música, más una agradable tertulia que se podía compartir allí, me daban la oportunidad de apreciar el ir y venir de la gente que deambulaban por allí, El poder advertir el afán de las personas y de la multitud, se presentaba como algo confuso, pero dentro de toda esa aglomeración podía apreciar una bella mujer deambulando por las estrechas calles del pueblo,  su bello caminar  seducía a cuanto transeúnte  pasaba por allí, su cuerpo se convertía en un armonioso conjunto  donde su impecable y bello cabello cubría su dorso, haciendo resaltar aún más ese pulcro cuerpo de musa.

El exquisito aroma que emanaba esa bella mujer dejaba una estela embriagante a su paso, Fue así como su fragancia invadió mi ser, haciendo que mis  pensamientos se hicieran más profundos y fugaces, anhelaba tenerla a mi lado una y otra vez aunque fuera para dedicarle un solo poema, uno, uno que me permitiera expresar ese bello sentimiento que inició al verla pasar, pero sabía que era una simple utopía..., Sueño que allí  siempre estará. Sin embargo, esa dulce mujer sigue con su tranquilo  caminar, parece que levitara por la delicadeza de sus pasos, el resplandor de su figura iluminaba su camino, haciendo aún más visible la dimensión de su  perfección. De esa obra bonita de Dios.

Ese dramaturgo de Shakespeare, nos llevaba por los más recónditos espacios del poema, espacios de amor en sus obras, ahí es donde quiero mudarme, en esa parte bonita que solemos llamar amor, donde se sueña, se anhela ese ser especial que nos llena  de infinitas expresiones de amor que nos
exaltan el corazón.

!Cuán bella eres mujer¡, pensaba, al tiempo que hacías que este humilde hombre pronunciará aquel te quiero, te lo expresaba, porque necesitaba de ti, quise expresarte, quise demostrarte lo que sentía, encerrándome en esa linda frase de Ovidio, el poeta romano: donde "Todo amante es un soldado en guerra", Quise tenerla cerca de mí para poder contemplar esa linda mirada especial, llenarla de caricias inesperadas, darle el beso robado, ¿por qué no?,  quizás, el amor buscaba lo prohibido para poder encontrarnos en los momentos de pasión que en ella dormitaban, y en mi despiertos por ella se hallaban. Posiblemente anhelábamos en silencio, despertarlos, en sentirlos e incitarlos cuando el sol viéramos caer allá en el ocaso y allí , despojarnos uno al otro, olvidándonos de nuestro entorno, y dejándonos sentir lo que se anhelaba. Dejándonos llevar por ese instinto de pasión, Quisiera sentir tu calor cerca de mi, que tus delicadas manos deambularan por mi cuerpo, que el roce de tus labios en mi besar sentir, porque eres esa agua dulce del sediento, eres la fruta del oasis, eres el éxtasis que calma el dolor de aquel sediento de tu pasión, por ello  mi pensamiento seguirá anhelando algo lindo de ti.

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