Prólogo

283 39 10
                                    

El azabache al recibir esos trozos de papel, comenzó a leerlos, sentía como su pecho comenzaba a doler; cubrió su rostro con sus manos, era un gran idiota.
Tomo un bolígrafo y una hoja de su carpeta, comenzando a responder cada carta del castaño, sabía que era tarde pero aun así se disculparía por todo lo que hizo.

PerdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora