13 ¿Una nueva vida?

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―No hagamos un escándalo ―dijo, abriendo la puerta para que pasara―. No solo me perjudicarías a mí, sino también a Jayden.

Yura se calmó al notar que las luces de algunos vecinos se habían encendido y entró a la casa de Yunho, para hablar seriamente con él.

―¿Desde cuándo está pasando esto? ―preguntó con los dos sentados frente a ella―. ¿Días, semanas, meses?

Yunho se hallaba fastidiado, aquella era la típica escena de un par de adolescentes pescados infraganti. Y la verdad ya no estaba para esas cosas. Además, Yura no podía haberse enterado en un peor momento. Ahora no solo tendría que enfrentarse a Jayden, sino también a su hermana.

―Meses ―respondió Jayden.

―¡Meses! ―Yura palideció, no esperaba esa respuesta, ella en ningún momento había sospechado que algo así pudiera estar pasando entre su hermana y el nuevo vecino, que en más de una ocasión, ella misma miró con interés.

―Jayden ya no es una niña ―señaló Yunho―, así que no deberías estar haciendo todo este escándalo en mi casa. Creo que es algo que deben resolver entre ustedes.

―¿Qué no es una niña? ―Yura se enfureció aún más―. Hasta hace unos pocos meses ella tenía diecisiete años, mientras tú casi llegas a los treinta. 

―Yura, por favor, vayámonos ―suplicó Jayden, se sentía avergonzada frente a Yunho, ella que se la daba de muy mujer, era tratada como un nenita.

―Nos iremos cuando termine de hablar con este cretino ―contestó Yura, para luego dirigir su atención a Yunho―. Espero que al menos se hayan estado cuidando.

Yunho hizo una mueca de disgusto, ni en su adolescencia pasó por una situación como esa.

―Claro que me estoy cuidando ―respondió Jayden―. No quiero ser madre a mi edad.

―¿Y usan preservativos? Este tipo podría pegarte alguna enfermedad.

Yunho se puso de pie en ese momento.

―Creo que estas cosas deben hablarlas a solas, en su casa. Y aunque comprendo tu sorpresa, la verdad estoy muy grande para este tipo de escenas. Lo que ha pasado entre Jayden y yo, ha sido algo consensuado y solo nos compete a nosotros.

Yura se levantó del sillón, tomó a Jayden de la mano y la sacó de aquella casa. Había escuchado suficiente para darse cuenta que Yunho no tenía intenciones serias con ella. Ni una sola vez había dicho "amo a tu hermana". Solo habló de sexo consensuado.

―Al menos te estás cuidando para evitar un embarazo ―dijo Yura con un poco de alivio, cuándo ya estaban de regreso en su casa―. Aunque cuando se inicia una vida sexual activa, lo peor que podría pasar no es precisamente salir embarazada. Hay muchas enfermedades de transmisión sexual, así que es importante utilizar otro tipo de protección.

―Sinceramente, no quiero hablar de estas cosas contigo ―exclamó Jayden con un poco de vergüenza. Ellas no tenían ese tipo de relación abierta. Yura hacía más el rol de una madre que de una hermana o amiga.

―Está bien ―aceptó la mayor―. Si no quieres hablar de la parte sexual no lo haremos; pero del resto tenemos que hablar. Esto es algo demasiado serio, como para simplemente yo me haga de la vista gorda.

Yura se preparó un té para calmarse los nervios y ya con más tranquilidad, se sentó a hablar con su hermana. Le contó su propia experiencia con hombres casados y por qué se sentía tan decepcionada de que ella hubiese caído en lo mismo. Jayden la escuchó en silencio, Yura imaginaba que ella era una pobre niña inocente, seducida por un experimentando hombre mayor. Aunque había sido así al inicio, ahora estaba muy lejos de eso. Ella sabía perfectamente lo que hacía y se las había arreglado para sacar a BoA del camino y por su bien, era mejor que las cosas continuasen así. 

―Jayden... ―inició Yura― he hecho muy mal en dejarte sola por tanto tiempo. Si hubiera estado contigo, esto quizás no habría pasado, me habría dado cuenta a tiempo y evitado que...

―O quizás habrías terminado en la cama con él.

―¡Jayden! ―Yura abrió los ojos sorprendida, ¿dónde había quedado su pequeña Jayden? ―. De verdad que te desconozco. ¿Cómo puedes decirme algo así?

―Yura, no nos hagamos tontas.

―Voy a ignorar ese comentario. 

―Como quieras... pero se que te gustaba Yunho, solo que ahora es mio.  

Yura respiró profundo, siempre se había sentido agradecida de la buena cabeza de su hermanita; pero ahora Jayden hablaba de un modo tan distinto, que no reconocía en ella, a su dulce hermana menor. Ese desgraciado realmente la había cambiado y para mal. No quería ni imaginar todas las cochinadas que le había hecho para que se comportara como una hembra territorial.

―Quizás es mejor que dejemos ese tema para después, tengo algo que contarte. 

Jayden se interesó, la expresión de su hermana no prometía nada bueno.

―¿De qué se trata?  

―He conseguido un nuevo empleo, uno mejor remunerado y más estable. 

―Vaya, no me lo esperaba, felicidades.

―Gracias... pero aun no te contado la otra parte.     

―¿La otra parte?  

―Creo que este empleo no pudo ser más oportuno. 

 ―¿De qué se trata?   

Jayden arrugó su frente, algo le decía que no le iba a gustar la respuesta de su hermana.  

―Este nuevo empleo requiere que nos mudemos. 

Jayden se levantó de repente, la expresión de su rostro era de horror. 

―¡Estás locas si crees que voy a dejar a Yunho!  

Fantasías EróticasWhere stories live. Discover now