Si de maldad se trata...

243 32 0
                                    

Qué coraje, lo que los 6 pares de ojos veían era algo inaceptable.
¡Era Totoko saliendo con un señor horriblemente feo! Que por cierto tenía pinta de ser un magnate del petróleo. Los sextillizos espiaban desde un arbusto con sus looks de señoras mayores con pañuelos de colores, enrabiados. Así que gritaron por orden de nacimiento.
- ¡No puede ser! ¡Debemos deshacernos de él!
- I can't believe it... My heart is broken!
- No Osomatsu, él podría chasquear los dedos y mandar a matarnos si quisiera...
- Lo mataré.
- ¡Moriremos!
- ¡Adiós mundo cruel!~

Osomatsu prendía fuego, Karamatsu lucía tan doloroso como siempre, Choromatsu sudaba frío mientras fingía madurez y tranquilidad, Ichimatsu rechinaba sus dientes con un aura oscura alrededor, Jyushimatsu era Jyushimatsu, y Todomatsu publicaba fotos llorando en Facebook.

Estaba todo perdido para los pobres ninis, esa noche bebieron hasta la muerte y a duras penas se marcharon a casa. Ya en el futón, asquerosamente ebrios, surgió un idea.
- Hay una forma...- dijo Osomatsu arrastrando la lengua.- Pero es muy riesgoso.
- No te estarás refiriendo a... - Choromatsu huyó a vomitar de nuevo.
- Sería mejor llamarlo- chilló Totty.
- A él... - terminó Ichimatsu.

La recámara se sumió en un profundo silencio. Al incorporarse el tercer hermano, todos se vieron entre sí, asintiendo.
- No puedo creerlo pero hagámoslo...- finalizó Choromatsu, como dándoles permiso.
En breve ya había un pentagrama en el piso, velas, y Karamatsu crucificado.
- Ah! The lonelyness!~- gimió el de azul.- ¡¿Cómo es necesario esto?!
- Cállate...- dijeron los demás al unísono, dejando al pobre Kara casi llorando dramáticamente.
- A las de tres...- ordenó el mayor.- Una... Dos... ¡Tres!

"¡Te necesitamos! ¡Akumatsu!"
Gritaron los ninis al mismo tiempo.
Nada.
-¿Ésto funcionará siquier-?
De pronto, las velas se apagaron y escucharon una grave voz. "¿Me necesitan?"
-¡Sí!
- Y-yes~
- ¡Por favor!
- Matémoslo...
- ¡Con un bate!
- ¡Sii!

Un humo negro y espeso salió súbitamente de las bocas de los Matsuno, enblanqueciendo sus ojos. Un ente comenzaba a reír a medida que se aglomeraba en el aire, dos brillosos ojos rojos se abrieron, al igual que colmillos se mostraron. Continuaba escapando, hasta finalmente caer azotados los hermanos.

-¡Agh! Es tan bueno estar de vuelta, así que... ¿Para qué me necesitab...?- su rostro se tornó retorcido al ver a sus creadores inconscientes en el suelo. Incluso al mismísimo Akumatsu le sorprendía ver que todo el cuerpo de esos buenos para nada era ocupado por maldad.
- ¡No puedo creer que me dejaron salir y no me explicaron lo que tenía que hacer!
Dentro de él escuchó un "No nos dejaste explicarte", suerte que no había nadie para decírselo en persona. O eso creía hasta que escuchó unos tosidos. Unos dolorosos tosidos.
- ¿Uh?...- se regresó a ver al sextillizo que yacía... ¿Crucificado? Y estaba con la cara en el piso, quejándose.
- Ouch... Eso dolió... Ayúdenme a levantarme... Por favor ~.
Silenciosamente, el demonio se acercó curioso a levantar al de polera azul.- Ya está.
- Thank yo-... ¡AHHH! ¡¿Qué eres tú?! ¿Eres él?.- tembló, mirando directamente a los ojos rojos de aquella bola de humo.
- Soy Akumatsu- rió malvadamente, atascándose y tosiendo al final.- No entiendo... - parte de la masa negra tomó forma de mano y lo tomó de la barbilla, amenazante- ¿Cómo es que sigues en pie? He absorbido toda su maldad... ¡Deberías estar casi muerto! Todos ustedes son unos malvados, incluso el pequeñín alegre da miedo a veces...
- ¿Jyushimatsu? Naaah~ el no podría...- Lo pensó por un pequeño instante hasta recordar aquella vez que sus hermanos le lanzaron objetos. Incluso Jyushimatsu había estado ahí. Karamatsu se puso serio, hasta para hacer invocaciones lo dejaban solo.
Akumatsu bufó, le bastó un poco para darse cuenta. - ¿Así que tu eres el chico bueno? La víctima de la maldad de tus hermanos... Osea yo~ Puedo sentirlos, los impulsos de tus hermanos cada vez que te callan o ignoran.- volvió a reír, a lo que al segundo Matsuno hizo sentir más triste. Éste se volteó, no deseaba ver a alguien que le hablaba así.
- Heh~ - fingió indiferencia Karamatsu, aunque sus puños cerrados y cejas fruncidas lo delataron.
- Como sea.- dijo Akumatsu, desgarrando las cuerdas que ataban a Karamatsu.- Con lo doloroso que eres, no tardarás en unirte a mi por medio de tu maldad, después de todo la necesito para mantenerme en mi forma demoníaca...- el humo bajó su espesor, formando la apariencia de un humano común y corriente. Su polera negra, los ojos brillantes, en un fondo tornado de color rojo. Su cabello despeinado, y más largo que el de los sextillizos comunes. El demonio estiró sus dedos, brazos, piernas, mientras el de azul se tranquilizaba.
- Así que... ¿Para qué me han llamado?
- Es sobre Totoko.
- Oh... La que nos gusta~ -se relamió los labios, morboso- ¿Tenemos una cita con ella a solas y requerían agallas para tomarla?.
- N-no... Ni cerca... El problema es que está saliendo con un viejo millonario que apesta a petróleo. - Karamatsu confirmaba que, efectivamente, sus hermanos estaban medio muertos. Se preguntaba por qué él seguía despierto.
-¡Eso es desagradable! Habrá que matarlo como a ese estúpido Dios... Aunque termine reapareciendo cada cierto tiempo. Deberían dejar de liberar tanta bondad para que Kamimatsu no se pudiera regenerar.- se rascó la nuca, un poco fastidiado.- Aunque temo que eso implicaría disminuir su maldad y... No podría estar aquí.
- Tiene sentido...
- Con respecto a lo de Totoko...- llamó la atención del doloroso. - No podré hacer nada hasta que tu maldad se integre a mi... Apresúrate.
- Mi... Maldad... - realmente quería juntarla, encontrarla, después de todo sería un problema si sus hermanos despiertan y se dan cuenta que no ha pasado nada por culpa de él.- ¿Cómo puedo hacerlo?
-¿Huh?
- Darte mi maldad.
Akumatsu sonrió ampliamente.- Oh~ así que no te resistirás... Debería ser fácil, mira, piensa en Totoko siendo tomada por ese magnate. Imagínalo y dime si no te hace desearle la muerte.
-...- Karamatsu apretó sus puños, concentrándose en esa escena, ¿de verdad sentiría tal cosa?
Últimamente pensando, Karamatsu se da cuenta de que no es amor el que siente por Totoko, así que no le afecta en nada. Todo ha sido la costumbre que han tenido desde pequeños de seguirla y tratar de conquistarla. Como una competencia entre hermanos para ver quién la consigue primero.
- ¿Y bien?- preguntó el ente demoníaco.- ¿Algo?...
- Absolutamente nothing.

Si de maldad se trata [ONESHOT]Where stories live. Discover now