Mientras estaban ellos en torno al celular, Gracia se unió a su mejor amiga para comentarle algo.

—Me siento excluida, querida Ana —le confió.

—Yo también, señora... yo también.

—¿Y si irme de aquí se convierte en un error en lugar de un acierto? —Preguntó Gracia con bastante miedo—. ¿Qué haré si no logro adaptarme a sus vidas?

—Supongo que tendríais que averiguarlo. Estoy segura de que Zaid se quedaría a vuestro lado en este lugar, que tampoco es el suyo, sólo por no perderos. Pero debéis tener en cuenta que este no es un lugar en donde podáis ser felices juntos, señora. Si os quedáis aquí, tendríais que desposaros con Sir Payne y él os llevará a Inglaterra como ha dicho el señor Francisco.

—¡Hey, chicas! Haremos la foto de nuevo —las llamó Zaid.

Ellas no dijeron nada más y sólo se volvieron a ubicar igual que antes. De izquierda a derecha estaban en fila primero Zaid, luego Gracia, junto a ella Ana, después Francisco y a la derecha iría situada Sanja, una vez que programara la cámara.

—Chicas —les indicó Francisco a Ana y Gracia—, no cierren los ojos; no parpadeen aunque vean una luz brillante, ¿de acuerdo?

Las dos asintieron.

Una vez más, Sanja se colocó al lado de su novio y apareció el flash.

Los tres chicos del futuro corrieron hasta el celular para ver el resultado de la foto.

—¡Oh, sí! —Gritó Francisco con entusiasmo—, nena, tu foto quedó muy bien. Y, ¡mírate!, ¡estás preciosa! —el chico le besó la mejilla.

Zaid caminó hacia las otras dos chicas, con el teléfono en la mano.

—¡Tienen que ver lo bien que salieron las dos! —dijo mientras se ponía en medio de ambas para mostrarles la fotografía.

Gracia observó la imagen. Era como si hubiese un espejo frente a todos ellos, pero no en ese momento, sino en el momento en que esa luz blanca había salido del celular.

Se llevó una mano a la boca.

—¿Cómo es posible? —preguntó asombrada— Es como un retrato, ¡pero inmediato!, ¡y con una precisión impresionante!

Zaid ya le había explicado días antes cómo eran las fotografías, pero ella había sido incapaz de comprender del todo sino hasta que la vio con sus propios ojos.

—¡Es impresionante! —Exclamó Ana también.

—Tomémonos otra foto. Pero esta vez sonrían —las invitó Zaid.

Él se acomodó entre las dos chicas, extendió el brazo y presionó un botón lateral en el celular. Las chicas todo el tiempo se estuvieron observando en la pantalla, como si éste fuera un espejo.

Las dos salían como entre asustadas e impresionadas. Totalmente atesorable.

—¡Hey, ¿quieren que les tome yo la foto a los tres?! —gritó Sanja desde donde estaba.

—¡Sí! —exclamó Zaid de vuelta.

La albina le dio un beso a su novio en la mejilla y fue hasta ellos, tomando el celular de las manos de Zaid.

—Sanja es la mejor fotógrafa de la vida —presumió él.

—Ah, basta —dijo ella modesta—, me falta mucho para ser realmente buena, pero tomaré tu cumplido, amigo —le respondió sonriente.

Ella se paró frente a ellos y ladeó la cabeza un poco, estaba buscando la mejor forma posible de hacerlos ver mejor, que la imagen fuera realmente memorable.

RETROSPIRAL © (Terminada) ( #PGP2021 )Where stories live. Discover now