Somos las Bookwhores

Todo queda en familia. (1/2)

Mi hermana Sarah estaba parada en la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja. Antes de bajarme del carro para abrir la puerta de Irish le pedí que por favor no se quitara aún la venda que tapaba sus grandes y hermosos ojos azules. Al bajar, hice una señal a mi hermana de que se mantuviera en silencio y les dijera a los demás lo mismo. Dentro de la casa se encontraba el clan Roberts, Sarah, Thara, Adele, Daniel, mi madre Kelly y mi padre Kyle. Todos sonrientes y expectantes. Éramos una muestra bastante amplia y variada, todos nos parecíamos pero también teníamos diferencias muy marcadas que dejaban a todos boquiabiertos. Mi hermana Sarah, por ejemplo, tiene la piel blanca cremosa, como Irish, con el cabello muy largo y liso de un color negro azabache y los ojos marrones de una tonalidad casi amarilla; Thara es rubia, con ondas suaves en su cabello, lo lleva largo, pero no tanto como Sarah, sus ojos son grises; Adele es una pelirroja de ojos verdes, con una mata de risos casi tan salvaje como su dueña; Daniel tiene el cabello como papá, negro con reflejos marrones, de ojos negros y más alto que yo; Mamá tiene el cabello rubio, con reflejos rojizos de ojos color turquesa, un día parecían verdes y otros muy azules y su piel es blanca, pero de un tono muy bonito, siempre se veía ligeramente bronceada y Thara, Adele y yo heredamos esa característica de ella; Papá como ya dije tiene el cabello negro con toques de marrón, sus ojos son azul grisáceos, su piel es blanca como el alabastro, como la de Sarah y Daniel.

Abracé a Irish, yo también sonreí, aunque estaba a punto de cagarme en mis pantalones, porque no tengo la menor idea de cómo reaccionará mi hada... Le dije al oído que le quitaría la venda lentamente y así lo hice. Sorpresivamente hubo silenció, la sonrisa en las caras de mis familiares estaba congelada, es decir sonreían, pero no se movían, eran como estatuas sonrientes, rápidamente me moví para mirar a Irish, ella los miraba a todos, sus ojos se movían rápidamente de uno a otro y su boca estaba ligeramente abierta, de repente una sonrisa comenzó a dibujarse en su rostro y en su mirada había un reconocimiento que yo no comprendí. Ella volteó a mirarme, su sonrisa se había ensanchado por toda su cara llegando a sus ojos

-Es tu familia -Dijo mi hada.

No lo dijo en forma de pregunta, había sido una afirmación, ella los había reconocido, aún cuando no los había visto nunca, ni siquiera en fotografías. Irish me miraba a los ojos, con una convicción irrevocable, como si no pudiese ser de otra forma.

Se adelantó a mí, yo estaba parado allí, mirándola estupefacto mientras ella se presentaba a cada uno de ellos y los abrazaba.

¿Vieron lo que les digo? Me volverá loco... LOCO.

*******

El lunes a primera hora Irish se dirigió a las oficinas de Alex en el hotel, como era de esperarse, su amigo ya estaba allí.

Lo sacó de la oficina a uno de los restaurantes del hotel con la excusa de un café. Tal vez si estaban rodeados de mucha gente en su propio hotel él no le gritaría mucho con lo que venía a decirle...

Se sentaron en una de las mesas del centro del restaurante, Irish había pensado en todo, menos en cómo decirle lo que tenía que confesar...

-¿Y bien? -Preguntó Alex bruscamente.

Irish se retorcía las manos.

-He venido a pedirte disculpas. -Dijo Irish con convicción.

Alex frunció el entrecejo.

-¿Y eso? ¿Por qué?

-Por los strippers...

-Ni hablar, ¿cómo ibas a ser tú la culpable de eso?

-Bueno, yo los llamé, quería alegrar a Dhar y medio matarte a ti por hacerla llorar.

-Ya... Pero tú no la subiste encima del bombero, ni le pediste que halara la asquerosa manguera, ni que gritara "agua que me quemo", como si fuera una...