10. La triste verdad y el único remedio

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—¿Por qué jugaría con eso? —pregunto, confundido.

—Es mi cumpleaños también ese día —él sonríe—. ¡Qué coincidencia!

—Ya tenemos una fecha especial para celebrar juntos —acaricio su mejilla—. Ya sabemos que hacer ese día —me inclino hacia adelante y beso sus labios.

Uno de sus mechones de pelo interrumpe nuestro beso y aunque lo empujo hacia atrás no se queda en su sitio. Ruedo los ojos pero sonrío. Su cabello crece rápido y es hermoso cuando lo tiene largo pero a veces se mete en el camino de nuestros labios. Recuerdo entonces que había guardado el broche de pelo que me dijo que solía usar antes de que Caleb se lo quitara y trato de pensar donde lo puso.

—Creo que está en mi billetera —digo levantándome, metiendo mi mano en mi bolsillo trasero para sacarla de allí—. Déjame ver... —busco entre los compartimientos y encuentro el broche transparente dentro de esta—. Bien, no lo dañé, tenemos suerte —digo antes de sacarlo y tomar el mechón de pelo que cae sobre su frente y sostenerlo con el broche—. Ahí está, te ves genial... —tomo su barbilla y lo acerca a mis labios de nuevo—. Y puedo ver tus ojos y tu hermoso lunar —acaricio el lunar debajo de su ojo izquierdo, ese que lo hace lucir muy sexy.

—Harías lo que sea para besarme sin interrupciones ¿no? —Asher levanta las cejas.

—Ya me conoces muy bien —asiento volviéndolo a besar.

Luego del picnic volvemos a casa y vemos una película. Luego, Asher dice que tomará un baño y reconozco la señal como un "cuando termine, haremos lo que has estado esperando", así que intento lavar los platos y ordenar las películas lo más rápido que pueda. Asher tiene una caja repleta de películas y la desordenamos toda intento encontrar una buena. Me siento en el piso e intento ordenarla poniendo las películas una por una dentro como él las tenía antes. Las ordena por actor principal, así que no es difícil ya que soy un gran fan del cine y he visto la mayoría pero me topo con una que no tiene nombre, la caratula es negra y no hay descripción así que la abro y miro el CD. Solo tiene una fecha escrita en marcador rojo.

04/12/11

—¿Será un video familiar? —pregunto en voz baja y lo saco de la caratula.

Lo coloco en el DVD y lo de replay.

Inmediatamente salta en la pantalla la cara sonrojada de Asher. Frunzo el ceño y me alarmo un poco, porque luce como si hubiese sido maltratado. Sus mejillas están hinchadas, igual que sus labios, tiene un corte en este y está llorando, su respiración pesada es todo lo que se escucha en el video.

—¿Qué mierda...?

La cámara de pronto baja hacia sus manos, están atadas sobre su pecho con lo que parece una sábana. Luego, se enfocan sus piernas. Está desnudo y sus piernas están abiertas y... Dios, no puedo ver esto porque no sé a dónde se dirige pero no puedo despegar mis ojos de la pantalla.

—Oh, Ash... eres un niño tan bonito... —el que sostiene la cámara dice aquello y sé que esa no es la voz de Caleb, es la voz de alguien adulto, un hombre adulto y tal vez mucho mayor que Asher en ese momento—. Esto era lo que querías... ¿Verdad? —cierro mis ojos cuando él empieza a empujar y Asher empieza a llorar y a gritar, cubro mis oídos con mis manos pero no puedo parar de escuchar aquello así que tomo el control remoto y apago la televisión lo más rápido que puedo.

—No puede ser, no puede ser... —susurro sacudiendo la cabeza.

Eso no era un simple juego, eso era una violación.

—¿¡Por qué estabas viendo eso!? —el grito desgarrador que Asher suelta detrás de mí me hace ponerme de pie de golpe—. ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué tenías que verlo!? ¿¡Por qué tú de todas las personas!?

Gato callejero |BL|Where stories live. Discover now