Cap. 21.- Escape fallido

En başından başla
                                    

-Ah, me he visto peor- dijo la chica mirando la ventana.

Su pelo había perdido brillo, su piel tenía una palidez cadaverica escalofriante y sus ojos estaban hundidos y apagados, que aún así destacaban por las profundas ojeras que tenían.

-Sinceramente, no lo creo- dijo el joven-. Pareces una muerta. No estas enferma, ¿verdad?

-Solo tiene la plaga Sakamaki- dijo Light con un extraño tono comprensivo.

-Estaré bien- dijo Alex a los dos.

Soltó un suspiro cansado. En realidad no sabía si estaría bien, ya que tres vampiros le habían chupado la sangre al mismo tiempo y estaba un poco ida. Tan ida que no escuchó lo que Lelouch le dijo.

-Alex, ¿me estas oyendo?

-Ah, perdón- se excusó la chica-. No estaba prestando atención.

Lelouch solo le sonrió.

-Eso es evidente- dijo-. Te acabo de decir que encontré al verdugo de la secta.

El semblante de Alex se iluminó. Al fin uno de los suicidas le había dado información útil.

-Perfecto. Vayamos por él.

Lelouch la miró con preocupación. No parecía que su amiga pudiera mantenerse en pie por sí sola y aún así parecía dispuesta a ir al otro lado de la ciudad. Pero él la entendía.

-De acuerdo- dijo al fin-. Pero en serio, ¿estás bien?

-No te preocupes por mí- dijo Alex-. Estoy bien.

Ambos salieron de la escuela con cuidado de no llamar la atención y Lelouch llevó a Alex a un pent house en el centro inmobiliario de la ciudad.

-Así que ahí vive el verdugo- dijo Alex-. No es lo que tenía en mente, pero no esta tan mal. Separemonos.

Alex se dirigió al lado este del lugar y tomó a un vigilante del cuello.

-Lo lamento, pero igual te queda poco tiempo de vida.

Dicho esto, le hundió los colmillos en el cuello y bebió su sangre hasta dejarlo seco. Ahora se sentía revitalizada. Entonces subió al pent house.

-Te he dejado el camino libre- dijo Lelouch como saludo-. Iré a vigilar.

Alex asintió y se dirigió a la única habitación cerrada. A través de la puerta logró escuchar como el ocupante amartillaba un arma y se hizo a un lado en el momento en que un disparo resonaba haciendo un hueco en la puerta.

De inmediato la vampira separó su collar de cuentas, el cual se alargó y ensanchó hasta volverse una ballesta. Alex odiaba las armas de fuego, le parecían ruidosas y en ese momento el ruido atraería atención innecesaria.

-Sé que estas ahí, asquerosa chupasange- dijo la voz grave de un hombre.

-¿Qué no se saben otro?- dijo Alex rodando los ojos-. Empiezan a ser un fastidio.

Usando el hueco de la puerta como guía, Alex disparó un saeta. Un grito sonó en señal de que había acertado. Justo antes de que entrara, Light asomó la cabeza por la pared.

-Le diste justo en el ojo- dijo.

-No tengo tan buena puntería- replicó Alex entrando al cuarto.

Un hombre entrado en años intentaba alcanzar una escopeta con el pie, ya que su mano derecha estaba clavada a la pared a la altura de la muñeca, donde la saeta le había perforado.

-Te dije que no tenía buena puntería.

Alex ladeó la cabeza y disparó otra saeta a la pierna del hombre. Con los ojos de shinigami vio como su tiempo de vida disminuía rápidamente y frunció el ceño.

-Creo que le diste en una arteria importante- dijo Light-. Te aconsejo que te apresures.

Alex se acercó. No necesitaba interrogar al tipo, con tomar su sangre era suficiente.

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De eso habían pasado horas. Mientras era llevada a la casa Sakamaki, Alex rememoró lo sucedido.

-No quiero volver- dijo Alex de repente-. Con los Sakamaki. Ya me cansaron.

-Múdate de ahí- dijo Lelouch con simpleza.

“Es algo más complicado que solo largarme”, pensó Alex, y se le ocurrió eso precisamente: marcharse a toda hostia ahora que ellos estaban lejos y perderles el rastro. Podía hacer eso sin mayor complicación y olvidarse de todo. Tenía la Death Note consigo, podía seguir utilizándola como hasta ahora para dar con el paradero de Giselle.

-Ayúdame a escaparme de ellos- dijo a su amigo.

-¿Escapar?- repitió Lelouch, confundido.

-Sí, para que no me busquen. Y así no nos encuentren.

Sin embargo, las cosas no salieron como esperaban y Alex se entregó a los hermanos para que Lelouch pudiera escapar. Estaba decidida a dejarlo fuera de esto.

La chica estaba nerviosa, y el que ellos se mantuvieran en silencio no ayudaba mucho. Se preparó mentalmente para lo que sea que fuera a pasar en cuanto llegaran a la mansión. Y apenas puso un pie ahí, terminó en la sala de torturas con Reiji.

-No puedes escapar de nosotros- dijo el azabache tomando un látigo.

-Tenía que intentar- dijo Alex sin darle importancia.

La respuesta de la chica hizo enfurecer al vampiro, que descargó un latigazo directo a la chica, pero para su sorpresa ella sujetó el látigo con la mano. Sus miradas se encontraron, y entonces Alex jaló el látigo, obligando a Reiji a soltarlo.

-¿Acaso buscas un castigo más duro?- preguntó él.

-Veamos que puedes hacer- dijo ella, desafiandolo.

Si el tipo iba a caerle a golpes de todas maneras, no iba a salir bien parado de la situación. De eso se encargaba ella.

El primer golpe iba dirigido a ella, y logró esquivarlo ágilmente yendo a parar cerca de una mesa. De inmediato tomó un cuchillo y se lo lanzó al segundo hijo, quien lo detuvo sujetando el filo a pocos centímetros de su rostro.

-Lanzar un arma así sin tomar en cuenta al objetivo- dijo, y suspiró-. Creo que, además de modales, tendré que enseñarte a tener raciocinio.

-¡Cállate!- exclamó Alex y le saltó encima con tanta celeridad que hasta el mismo Reiji se sorprendió.

Los dos cayeron al suelo, y Alex comenzó a golpear a Reiji sin detenerse hasta que vio el cuchillo que le había lanzado a poca distancia de donde estaban. Intentó tomarlo cometiendo una imprudencia que le costaría: descuidó a su contrincante dándole ventaja, una que Reiji supo aprovechar.

Alex estaba por alcanzar el cuchillo cuando sintió como la jalaban de un tobillo. Un segundo después terminó siendo estrellada contra la pared y el arma que tanto quería alcanzar terminó en su hombro.

Alex gritó, más por la rabia de haber sido tan idiota que por el dolor de la herida. Entonces Reiji se acercó hundiendo sus colmillos con demasiada brusquedad. Por primera vez Alex estaba asustada, e intentó apartarlo sin éxito.

-Espero que estés lista para tu castigo- susurró Reiji al oído de Alex lamiendo su cuello.

Y le dio un golpe que la mandó al suelo. Fue el primero de muchos.

Atrapada entre mundos (1/2)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin