Hola, mi nombre es Grell Sutcliff, soy un dios de la muerte y con un acento extraño…Apenas he ingresado al colegio, es mi primer día y no sé ni qué rayos hacer, es raro que por decisión propia me mandaran aquí. Descanso de clases, la pase en el salón toda la hora.
-Hola, ¿Por qué estás aquí adentro? Allá afuera esta divertido ¿vienes?-Me preguntó, tendiendo su delicada mano cubierta por un guante blanco y reluciente, mire a su rostro, unos ojos perfectos, color verde, una mascarilla de cristal adornando sus ojos, su pelo negro y hermoso se movía. Quede impresionado, el me había hablado.-¿Entonces? No vienes?.- Me dijo acomodando sus lentes con la mano.
-…..No lo se, ¿Vienes solo?.-Después de un momento conteste, el se sentó en la butaca al lado mío.-¿No te gustan los exteriores?.-Pregunto, ladee la cabeza diciendo que no, el subió los pies a la butaca y se puso cómodo, en el instituto debíamos llevar traje, negro, algo que no me gustaba mucho, no era de opción libre.-¿Qué opinas de eso de la recolección de almas? Ósea de ser un dios de la muerte…-Me dijo para armar platica-…No sé, a mi me encantaría que saliéramos pronto para que me otorguen mi guadaña y poder ver los traumas de la gente.-Dije igual de directo y me puse en la butaca como él, Sonreí e intente fingir interés.-Bueno, creo que deberían otorgarte una guadaña para profesionales .-Emitimos una risita y nos pusimos a mirar el techo.-Por cierto ¿Cuál es tu nombre?.-Me dijo…Puse un gesto de ¨¿Para qué quieres saber?¨ y puse mi siempre distinguida sonrisa de picos-Grell….Grell Sutcliff ¿Tu?.- El acomodo sus lentes, se arreglo las mangas y paso la mano por su hermoso cabello, casi como queriendo hacerla de actor de novela cursi.-Mi nombre es William T. Spears, es un gusto. –Me puse como un estúpido y tome su mano, el me llevo caminando por todo el salón y paro…-¿Por qué…Por qué haces esto?-Dije sonrojado y atolondrado.-Nunca salude así a un hombre, siempre lo hago con las mujeres, así que bueno, tu eres el afortunado en sentir mis afectos o encantos, o como se le pueda llamar.-Estuve a punto de decir algo pero sonó la campana de la escuela y el de un brinco intrépido llego a su lugar y yo al mío…Creo que…Que…Me he enamorado.
Al día siguiente, pasadas las clases, volvió a estar conmigo, esta vez le iba a preguntar.-Emm…William, te quería preguntar…-Dije, el interrumpió.-¿Qué cosa?.-Me puse nervioso, sentía un nudo en la garganta.-¿Sientes atracción por los hombres?.-Dije dejando a un lado mi raro acento con el que soy conocido.-Que!-Dijo y se hecho a reír.-Claro que no, tengo novia, no hay razón además es extraño sentir algo por un hombre XD.-Dijo, en ese momento mi castillo de naipes por el se derrumbo, me había roto el corazón a un día de conocerlo y enamorarme, disimule y fingí que no lo escuche…Pero, me lastimo.
