—Mamá... —Dije una vez que entré al cuarto de mis padres. Mi madre me miró y dejó su lectura de lado.

—¿Qué pasa Laur? —Oh no, esto ya es incomodo y ni siquiera he dicho palabra alguna.

—Yo... Bueno, quería hablar d-de algo... Contigo.

—¿Ah sí?, ¿de qué? —LAUREN ES AHORA O NUNCA, ESCAPA YA.

—¿Podemos hablarlo a solas? —Pregunté con timidez.

—¿Pasó algo malo?

—No... —Claro que no mamá, pero posiblemente serás abuela porquE TU HIJA ES UNA PRECOZ DE MIERDA.

Mi madre se levantó de la cama y me siguió hasta la cocina. Me recargué en el lavaplatos no sé porqué. Tal vez para abrir el grifo de agua, ahorgarme y morirme.

—A ver, ¿qué pasó? —Mi mamá estaba cruzada de brazos. Mirándome desde el otro lado con seriedad. Y yo sólo me hacía la idiota mirando el techo.

—Mhmmm... ¿Nunca has pensado que el foco es... Como muy amarillo?

—Lauren...

—¿Qué?, es muy amarillo...

—Lauren.

—Ya... De acuerdo. —Mordí mi labio inferior con nerviosismo y desacomodé mi cabello, ¿cómo empezaba a preguntar?

—¿Pasó algo en la escuela?

—No... Es sólo que... Bueno, ¿recuerdas... Las consultas médicas?, tú sabes, a las que... Nunca quería pues... Ir. —Mi madre achicó los ojos y asintió intentando entenderme—. Bueno, yo...

—¿Quieres que te dé la platica ahora?

—¡NO!, quiero decir... Sí. No un, ¡SÍ!, si no más bien un.... Seh... Mierda esto es incómodo...

—¡LAUREN MICHELLE!

—¡Lo siento, sé que no te gusta que diga malas palabras!, sólo... Quiero saber si yo puedo... Ya sabes, procrear... Si, eso. —Mi madre se quedó pensativa. Mierda. De seguro sí puedo. De seguro Camila está embarazada y voy a tener un bebé, no podré terminar de estudiar y trabajaré en Starbucks. Mis ojos se cristalizaron y empecé a sollozar—. ¡Ahhh, no puedo procrear! —Chillé—, ¿verdad que no?

—Awww bebé... —Mi madre me abrazó y acarició mi espalda reconfortándome—. Estás asustada por no poder tener hijos, ¿verdad? —De inmediato dejé de llorar y levanté la mirada, mi madre me veía con comprensión. ¿Eso significa que no puedo tener hijos?. Después sentí sus brazos rodearme nuevamente—. No te preocupes mi amor, eres totalmente fértil.

—¡AHHHH!

08:32 p.m.

Esperaba que mi regalo le gustara a Camila... Había hablado con Normani poco después y me dijo que era una cursi, que a las mujeres le gustaban los tacones, la ropa y no sé cuantas cosas más y me preocupé. Pero a como conocía a Camila tal vez... Ella era muy cursi también. Como en la mayoría de las canciones y sus letras.

Mi teléfono vibró y lo tomé.

Camzzi:
"Mi amor".

Sonreí como imbécil al leer. Después de casi cinco días porfin sabía algo de el amor de mi vida. Sí que sí.

Camzzi:
"Te extraño".

Yo también la extrañaba...

Camzzi:
"Ven mañana al estudio conmigo".

Camzzi:
"Lern... Estás sola?".

Mi corazón dió un vuelco no sé porqué, esa pregunta me había despertado cada uno de mis sentidos.

Enviar:
"Hola Camz, también te extraño mucho... Y si quiero ir al estudio contigo mañana y todos los días que tú quieras 🙈".

Enviar:
"Sí, estoy en mi cuarto, porqué?"

Camzzi:
"Entonces nos veremos mañana 🤓💓".

Camzzi:
"Tiene seguro tu puerta?".

Enviar:
"Sí".

Camzzi:
"No le muestres esto a nadie".

Camzzi ha enviado una foto.

Mis ojos vagaron por el celular embobándome, mientras me relamía los labios. Una de mis manos bajaba por mi abdomen hasta desabrochar los botones de mi pantalón. Algo me decía que esta sería una noche muy cálida.

Privilegios IlegalesWhere stories live. Discover now