Toda la tarde pasó con bastante tensión entre Louis y yo, pero las tonterías de los chicos hacían que casi ni se notase. Ya eran las 20:15 cuando mi móvil empezó a sonar. 

- ¿Diga?- Contesté mientras empezaba a recoger todas mis cosas e intentaba escuchar algo por encima de los gritos de los chicos.

- ____! Soy yo, soy Max.- ¿Por qué nada más oír su voz y su nombre mi corazón dió un pequeño vuelco? Vale, céntrate en eso, fue un PEQUEÑO vuelco, nada más.

- Hey! ¿Que tal? ¿Ya has encontrado alguna fiesta?- Intenté sonar natural y creo que lo conseguí y todo.

- Claro, ¿acaso no confías en mí?

- ¿Tengo que contestar a eso o te imaginas la respuesta tu solito?- Dije riendo mientras que oía como el también reía por la otra línea, haciendo que mi sonrisa se ensanchase. Alcé la vista por el repentino silencio y me encontré a 5 pares de ojos mirándome, y un par de ellos fueron los que hicieron que mi corazón doliese.

- ¿Donde estás? Me paso a buscarte.

- Estoy en el número 2369 de Oxford street. ¿Cuanto tantarás?

- Nada, en 5 estoy ahí.

- Bien bale, hasta ahora.

- Adiós bebe.- Se despidió. Por un momento miré abajo y me fijé que tenía la misma ropa que por la mañana. Pues claro, ¿es que eres tonta? Si no te has cambiado, lo más normal es que sigas igual! Gritó mi estúpida conciencia. 

- Mierda!- Dije en alto.

- ¿Algo vá mal?- Preguntó Amelia que estaba cerca de mí.

- No nada, es que he quedado con unos amigos para ir a una reunión/cena/fiesta y me he dado cuanta que no me he cambiado, bueno que no he ido a casa...

- _____, ¿te as dado cuenta en donde estás? Sabes que puedes coger todo lo que quieras de aquí!

- Si ya bueno, pero es que no quiero... ya sabes, no estoy segura...

- Deja de decir tonterías anda, y deja que me divierta un poco vistiendo por fin a una chica. Además con ese cuerpo y esa cara todo te quedara genial, anda... hazlo por mi...!- Rogó mientras que yo reía y asentía. Se metió en el enorme almacé o armario con una gritito mientras que todos reíamos. Aprobeché para avisarle a mi padre que no iría para cenar y que no me esperase despierto, que el trabajo se alagó un poco. Mentir de vez en cuando no está mal ¿no? Tan pronto como acabé de hacer eso, Amelia apareció por la puerta con un montón de ropa y al no tener tiempo, empecé a desnudarme sin importarme en absoluto la mirada de los chicos, y como sus ojos recorrían cada centímetro de mi cuerpo con miradas un tanto pervertidas. 

Después de decenas de diferentes conjuntos, me decidí por una que me pareció perfecta. No era nada exagerado por lo que era muy apropiado. Consistía en un vestido color menta, pegado por la parte de arriba, que era sin mangas, y con un poco de vuelo por la parte de abajo, la cual llegaba a dos manos más arriba que la rodilla. Amelia me puso unos zapatos de tacón alto, negros y con una pequeña cinta al rededor del tobillo. Me puse unos cuantos accesorios color dorado y por último una chaqueta negra por el frío que empezaba a hacer en Londres. Me dí media vuelta para poder despedirme de todos lo que se encontraban el la sala. 

- Bueno, pues ya estoy...- Miré al reloj 20:27.- Y ya voy tarde! ¿Nos vemos mañana?

- Claro cariño! Ah, y si tienes tiempo, ¿puedes pensar un poco en la ropa de Louis para la entrevista del sábado?

- Si claro, lo haré.- Dije algo avergonzada mientras que me despedía de ella y de otras personas que estaban en la sala.

- Nosotros bajamos contigo ___.- Dijo Harry abrazándome por los hombros y saliendo de la sala. 

YOU MAKE MY HEART RACE (PAUSADA)Where stories live. Discover now