Prologo

13.4K 957 60
                                    


2 años atrás

Estaba en Las Vegas con Richard... dios... estaba tan enamorada de él. Lo había conocido en un café cerca de mi oficina. Fue amor a primera vista. 

Si lo fue, lo sé. Nos miramos, nos sonreímos me invito un café. Quede impresionada. Rubio, de ojos verdes, elegante, caballero. Unas tres citas después estaba completamente enamorada. Era inversionista y tenía una empresa que asesoraba en inversiones. Su horario era engorroso y había veces en que estábamos días sin vernos, pero no me importaba. Después en mi departamento pasábamos horas haciendo el amor, cenando mirando películas. Nunca salíamos en público, siempre decía que estaba harto de la gente y que se sentía como el mismo en mi minúsculo apartamento disfrutando solo conmigo. No me importaba. Solo quería estar en sus brazos. Trabajaba como secretaria en una empresa de importaciones. El sueldo era bastante bajo pero me permitía terminar mi carrera de arte y fotografía porque era medio dia. Me faltaban un par de meses para recibirme de fotógrafa profesional y soñaba con tener mi propio estudio. Lo que me llevaría al menos un año más de trabajo pero valdría la pena.

En este momento estábamos en Las Vegas. Un viaje con el que Richard me sorprendió para festejar nuestros cuatro meses de relación. Me tomé la semana de vacaciones que me debían en el trabajo e hice mi maleta feliz. La habitación del hotel era increíble con unas vistas luminosas y la cama era un sueño. Paseamos, comimos en restaurantes, nos mimamos en público. Las vegas había hecho de Richard alguien aun más apasionado. Aunque en honor a la verdad debía admitir que el sexo con él era un poco... no se... aburrido... no siempre me esperaba para venirse y a veces venia tan estresado que después de una follada rápida caía rendido un par de horas para irse luego. Pero no importaba, el sexo no era todo en una relación, en lo demás él era perfecto.

En nuestro tercer dia estábamos en el casino. Yo había perdido lo poco que había apostado pero no me importaba, disfrutaba de estar con él. Paseábamos por el casino. Solo me quedaba una ficha y la verdad quería guardarla como recuerdo así que le llevaba en mi bolsillo. Su celular empezó a sonar y el se alejo unos pasos para atender. El se había tomado tiempo para estar conmigo pero el trabajo era importante y lo comprendía. Me entretuve mirando las maquinas tragamonedas. Una me llamo la atención., era una maquina de Cupido con corazones y pequeños ángeles con flechas. Me pareció muy lindo que en la ciudad del pecado hubiera una maquina de Cupido. Al parecer no era atractiva, nadie reparaba en ella. Richard volvió con el rostro duro.

_ Kate debo irme_ dijo con un tono frio

_ ¿irte ahora? Pero nos quedan aun cuatro días _ dije con un puchero que siempre lo convencía

_mira nena, mi esposa volvió de Europa antes de tiempo porque está embarazada otra vez y no puedo quedarme no tengo excusas de negocios aquí solo le dije que vine con amigos así que debo volver hoy mismo_ dice y me quedo helada

_ es... es... ¿esposa? ¡Oh dios eres casado...!_ susurre aterrada

_ Si nena lo soy, creí, que te habías dado cuenta pero que eras demasiado discreta para decirlo, vamos deberías haberte dado cuenta hace tiempo_ dice y siento que me estoy descomponiendo

_ Pero tu... dijiste que me amabas..._ digo con tono lastimero

_ mira nena.... Tienes un cuerpo de infierno. Eres una verdadera muñeca hubiera dicho lo que sea por follarte aunque sea una vez y tuve suerte de que te quedaras, si quieres nos seguimos viendo en Manhattan pero ahora debo volver, el hotel esta pago hasta pasado mañana_

_ ¿y qué demonios hare luego? Mi vuelo no sale hasta el sábado y no tengo dinero para pagar un hotel aquí_ digo desesperada

_ mira nena eres un sueño y seguro que esta misma noche encontraras quien te cobije aunque me ponga malditamente celoso, debo irme _ dice y me deja allí, sola parada en medio del casino sintiéndome una idiota.

Meto la mano en el bolsillo mientras las lágrimas mi cara. La última ficha da vuelta en mi mano... miro la máquina de Cupido y me siento en una estúpida e irónica parodia del amor. No sé cuánto tiempo pasa mientras me quedo inmóvil dejando que las lágrimas arruinen mi maquillaje...

Camino a la máquina y saco la ficha...

La miro y miro la máquina...

_ Que el amor se lleve toda mi suerte no sería sorpresa _ digo con tristeza. Meto la ficha y jalo la palanca. Los cupidos y corazones dan vuelta y empiezan a caer. Un Cupido, tres cupidos, cinco cupidos... diez cupidos.... Doce cupidos llenan la pantalla...Y la máquina empieza a titilar y a sonar una música triunfante miró hacia arriba y el jackpot titila triunfante... 5 jodidos millones de dólares....


Golpe de suerteWhere stories live. Discover now